Helena despertó la mañana siguiente muy temprano, se sentía contenta de ver visto a Jacob nuevamente, pero la tristeza la opaco al ver al pequeño Zack, hoy enterrarían el cuerpo de su padre y su abuela, sentía como su corazón se desboronaba al recordar el ultimo detalle que le había hecho Pablo, y las últimas palabras. Entro a la ducha y mientras el agua recorría su cuerpo hacia fuerza en no volver a soltar una lagrima, tomo la toalla y se dirigió a escoger la ropa que se pondría, volvió al baño para poderse cambiar, pues ya no podía hacerlo libremente en su cuarto.

Isabel estaba lista, acompañaría a helena al entierro, conoció a Pablo por muchos años, seria una egoísta al no ir.

__Madre, tengo que irme. Te encargo al pequeño zack, cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme—Dijo Helena a su madre en la habitación.

__Tranquila, hija ve sin preocupaciones. No olvide la oración y dígale a ese cuerpo que descansara en paz lo que le quieres expresar—Le dijo su madre con una sonris