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Capítulo ciento treinta y cinco
Daniel dejó escapar un suspiro mientras escuchaban a Zane gritar mientras destrozaba la habitación en la que se encontraba.

"Vaya, nunca antes había visto a Zane perder la calma", murmuró Raymond.

"Cuando se trata de Kiara, ni siquiera estoy seguro de que sepa lo que significa la palabra calma. Especialmente ahora que se siente desesperanzado porque no podemos encontrarla". Raymond suspiró ante las palabras de Daniel.

"Entonces, ¿qué vamos a hacer con él? ¿Vamos a dejar que descargue su ira contra toda la casa? Demonios, para cuando termine, todo estará en ruinas". Daniel suspiró.

"No te preocupes. Puedes irte, yo me encargaré de él". Raymond enarcó una ceja.

"¿Estás seguro? Parece muy enfadado. ¿Seguro que puedes calmarlo?". Daniel negó con la cabeza.

"Claro que no puedo calmarlo. La única que puede hacerlo es Kiara. Lo único que puedo hacer ahora es intentar razonar con él. Puede que reciba algunas heridas aquí y allá, pero al menos no moriré... eso espero". Raymond suspiró y p
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