Sebastian se rio entre dientes tan pronto como vio a Zane y Kiara.

“Bueno, parece que tenemos algunos invitados”. Kiara lo fulminó con la mirada.

“Levi, ¿estás bien?”, preguntó ella y Sebastian se rio.

“Wow, ella realmente se preocupa por ti. No me malinterpretes, yo también, hermano, pero mi padre está respirando en mi nuca y no puedo soportarlo. Volveremos y será mejor que tengas algo bueno que decir entonces”, murmuró Sebastian y luego se levantó de la silla. El hombre que presionaba el arma contra la cabeza de Levi bajó su mano y estaba a punto de salir con Sebastian, pero Zane se paró frente a él con la mano en el bolsillo y una expresión de aburrimiento en su rostro.

“¿Y quién eres tú? ¿Alguien de la mafia?”, murmuró Zane y los ojos de Sebastian se abrieron ligeramente.

“Bueno, supongo que el secreto de Levi ha salido a la luz. Yo soy su hermano. Solo vine a darle una pequeña advertencia”. Zane se rio entre dientes.

“¿Y vas a volver para darle otra advertencia otra vez?”. Se