EVANGELINE
Desperté con un sabor agridulce, se que Alex me ama, pero no confío en Amanda, y menos al ver la reacción que tuvo al ver mi anillo de compromiso, estoy segura que intentará hacer alguna de las suyas.
Prendí mi teléfono y tenia un mensaje de Alex antes que saliera el vuelo, le respondí aunque se que no me respondería, pero en cuanto lo viera esperaba su llamada. Estos días no iría a la empresa a no ser necesario, solo esperaba el día de la cita con la wedding planner, era lo que más me emocionaba, bueno a parte del regreso de Alex.
Unas horas más tarde sonó mi teléfono, por supuesto era la llamada que estaba esperando, Alex solo se comunico conmigo para decirme que ya había llegado a Londres, pero iba hacia la sucursal de su empresa, me dijo que me amaba y que se apresuraría a terminar en cuanto antes su trabajo para estar conmigo, me
ALEXANDERMe había enterado de mi viaje a Londres desde hacía unos días, se lo iba a contar a Ev desde que me entere pero por una cosa u otra se me olvidaba.El día que llegue a casa y verla junto a Lauren y John, de verdad que estaba haciendo lo correcto al casarme con ella, sería la mejor madre del mundo, lo pude notar desde el primer día que los conoció y ahora lo confirmaba, Lucy sabía que ella era la correcta para mí por sus miradas de complicidad que me daba. Después tuvimos que asistir al colegio de los gemelos, a pesar de que fue un día muy divertido, no pude dejar que la tipeja esta quisiera hacer menos a Ev, mucho menos ella que a leguas se notaba lo operada que estaba y además llamó gorda a Ev, ¡por Dios! Si lo que le hacía falta eran unos kilitos de más, la pareja que conocimos ese día era muy agradable, ella y Ev congeniaron de inmediato y
ALEXANDERSabía que Evangeline estaría en la cena de caridad, lo supe unas horas antes que su avión aterrizara, es por eso que me porte así con Amanda, quería que sintiera aunque sea un poco el dolor que estaba sintiendo.Cuando me llamó le colgué, quería verla de frente y decirle todo lo que sentía y lo mucho que me estaba haciendo sufrir, pero tendría que esperar un poco más para hacerlo, cuando vi que se dirigía a la salida y Em iba tras de ella, las seguí, pensé que me reclamaría algo, pero lo único que hizo fue huir como siempre, por eso la seguí y antes de que subiera al taxi la tomé del brazo para que no se fuera.- ¿Qué haces aquí? – jamás le había hablado de esta forma a ella, pero no podía controlarme y menos cada vez que recordaba aquellas fotos.- Venía a sorprender
EVANGELINEMi padre no me dijo a dónde viajaría, solo me dijo que estaría en una de sus propiedades, muy cómoda, y con una persona de su entera confianza, le hable a mi abuelo para despedirme antes de irme, le dije que estaría en contacto con el y con Andrew, me despedí de mi padre ya que el volaría a otro lado para despistar.Cuando estaba lista para irme llego Andrew, corrió y me abrazo mientras dejaba caer su maleta.- Me iré contigo pequeña.- Pero…- ¡Shhh!, se lo que sucedió.- No quiero hablar de él y mucho menos saber nada de lo que haga con su vida.- Solo quería decirte que contabas conmigo para lo que sea, por eso estoy aquí, me iré contigo.- ¿En serio? – lo abrace – gracias por acompañarme, no quería estar sola en un lugar nuevo donde no conozco nada.- No te
ALEXANDERSeis meses sin ella, seis meses sin verla, seis meses sin sentir su cuerpo junto al mío, seis malditos jodidos meses sin poder verla y escucharla.Tres meses antes…Regrese a Londres y busque a Amanda, le pedí disculpas por hablarle de esa manera la última vez que nos vimos.- Amanda, solo quería disculparme contigo, se que lo que dije estuvo fuera de lugar, pero ambas te acusaron y al final no me mostraron nada.- Tal vez por que no tenían nada que mostrarte Alexander – dijo con voz cansina.- ¿Puedo pasar?.- Si, ¿quieres una copa?.- No gracias, me iré rápido.- Siempre puedes quedarte, sabes que hay una habitación extra – asentí con la cabeza – ¿Alex a que has venido?.- He venido a darte una oportunidad – se le iluminó la cara.- ¿Estas… estas hablan
EVANGELINECaro entro sin tocar a mi habitación, mientras yo seguía hundida en mi miseria.- Quiero estar sola por favor.- No te dejaré sola Ev, presta – tomo un trago de la botella – no tienes porque seguir mintiendo.- ¿De qué hablas?- Se que aun amas a Alexander, y tus actos me lo demuestran.- Yo ya no lo amo, solo estoy…- Si, como digas, puedes mentirte a ti, pero a mi no me engañas – la miré con rabia, mientras ella miraba su celular.- ¡Siii! Aun lo amo – grite – jamás deje de amarlo, jamás dejaré de hacerlo, me mata que se vaya a casar con ella, no sabes como la odio en este momento, y no sabes como me odio a mi misma por no dejar de sentir todo lo que siento por él – dije todo esto entre lágrimas.- ¿Quieres contarme lo que sucedió? – le conté co
ALEXANDERSabia que estaría esa noche ahí, lo único que no entendía era ¿por qué su padre la dejaba hacer eso?, estoy más que seguro que no lo sabía o ya la abría sacado de este lugar. No sabía si me reconocería al entrar, había leído unas noches antes las reglas del lugar, y ella gracias a Dios no figuraba en ninguna de las otras opciones, no es que me gustara lo que hiciera pero, de esto a eso, prefería mil veces esto.No sabía cómo abordarla, así que solo pude esperar a que aceptara entrar al privado, quería decirle tantas cosas, pero sabía que en el momento que hablara, saldría corriendo. Había contactado a Carolina unos días antes, había hablado con ella, le explique mis razones, me contó como la pasó Ev, y me sentí pésimo, pero arreglaría las cosas, así me l
EVANGELINENo podía creer lo que hizo Alexander, por un lado estaba feliz porque no se caso con esa zorra, pero por el otro estaba mal, aún lo amo con todo mi maldito ser y es por eso que no sabía si perdonarlo o no, quería hacerlo pero aún no olvidaba todo lo que me había dicho, ¿a caso él si?.Llegué a casa y me cambié, ni siquiera tenia energía para ducharme, me encerré en mi habitación y poco a poco me venció el sueño, desperté a media noche, sentía mucho calor así que me quedé solo en ropa interior, el sostén también me lo quite y me tape con una ligera sabana, pero aún así no podía dormir, salí al balcón y ahí me quedé, recostada en una tumbona, no había viento, no hacía frío, en realidad el clima era agradable me puse una bata, tampoco quer&ia
ALEXANDERTuve que rogarle mucho a Ev para que saliera a almorzar conmigo, pero no me importó, lo único que quiero es estar junto a ella, nos iríamos en mi auto, además así también podría traerla de regreso.Íbamos en un incómodo silencio, entonces habló Ev.- ¿Puedo prender la radio?, no soporto más este silencio.- Puedes hacerlo nena – vi de reojo como se removió en su asiento.- Gracias – en cuanto prendió la radio, comenzó a sonar la música que escuchaba desde que no estaba conmigo.- Puedes quitarla o poner otra cosa si quieres.- No, eso está bien – volteo a mirarme mientras yo tamborileaba con mis dedos en el volante al ritmo de la música - ¿por qué escuchas eso?, pensé que no te gustaba.- Por qué me recordaban a ti, todas y cada una de esas cancione