Pov Zahira
—Cassy. ¿Estás segura que no me veo muy vulgar? —le cuestiono a mi hermana no muy segura mientras me veo al espejo, ella coloca sus ojos en blanco y niega con su cabeza como si yo no tuviera remedio.
Estuve pensando toda la mañana en lo que mi hermana me dijo y decidí ir a la galería, por lo menos si voy a estar aquí tengo que buscar una forma de distraerme.
El vestido negro de colgantes que tengo puesto es muy hermoso, pero no es para nada mi estilo, tiene una abertura que viaja desde poco más abajo de mi cadera hasta los tobillos, dejando mi pierna derecha al descubierto y ni hablar del escote que da a relucir los senos que jamás me había reparado a ver que tenía.
Niego con mi cabeza y cuando estoy a punto de cambiarmelo, mi hermana aparece por la puerta del walk-in clóset con una joya que se utiliza para decorar las piernas, la miro algo curiosa y aunque aún no estoy muy convencida de llevarme el vestido me encantaría ver como me vería con esa magnífica y brillante prenda.
—Toma Zayi, estoy segura que esto complementará tu atuendo —Cassy me extiende la joya y yo la tomo casi arrebatandosela de las manos.
—Es hermosa —murmuro palpando los pequeños diamantes que la componen.
—Sabia que te iba a gustar, la escogí para ti el mismo día que me pediste que te comprara el vestido que utilizarás en la celebración de los Grimaldi.
—Hablando de eso, tengo que ver que me compraste, si me estas haciendo usar este que hace que se me vea todo, no me puedo ni imaginar como será el otro —me quejo mientras termino de instalar la lujosa joya en la pierna que sobresale del vestido.
—Ay...ya cállate Zahira y termina de vestirte rápido, créeme, ese vestido te quedará mil veces mejor que el que llevas puesto —pronuncia mientras me da pequeñas palmadas en el hombro y después se encamina a la puerta para dejarme sola.
Aprecio en el espejo lo hermosa que luce la joya en mi pierna a pesar de que el vestido aún me siga pareciendo vulgar, pero debo reconocer que la prenda me da un toque de elegancia, retoco los últimos detalles de mi maquillaje y recojo mi cabello en una coleta alta, cuando ya estoy lista salgo en busca de mi hermana que me debe de estar esperando en el auto y me siento algo incómoda por las miradas que me dan algunos trabajadores del servicio, no deberían colocar sus ojos en mi sabiendo que soy hija de un rey árabe, pero solo por hoy lo dejaré pasar.
—Vaya...si es que te demoras para todo —se queja Cassy colocando los ojos en blanco en cuanto entro y me siento en el auto del lado del copiloto.
—Ya deja de quejarte y conduce de una buena vez, porque si vamos a hablar de quien se demora más, tu te llevas la Corona —bromeo y las dos sonreímos.
—¿Te encuentras mejor? —inquiere ella mirándome de soslayo mientras conduce y su pregunta me hace sentir incómoda.
Puede que tengamos confianza, pero hay algunas cosas que es mejor mantener en silencio.
—Si. —respondo después de soltar un suspiro largo.
—Zayi sabes que...
—Tenias razón —le digo y nunca en mi vida unas palabras me habían dejado un sabor tan amargo en la boca al pronunciarlas.
Mi hermana quita por un momento la vista de la carretera para mirarme sorprendida.
—Si, Cassy —confirmo—. Es cierto que debo seguir adelante con mi vida y no echarme a morir por un desgraciado que ni en sus pensamientos debo de estar —agrego con la voz un poco quebrada.
Parpadeo varias veces para no echarme a llorar y clavo mi vista en la ventanilla para que mi hermana no vea lo afectada que aún estoy por todo este tema de Edward.
—Ese hombre no merece que sufras por él —pronuncia con suavidad mi hermana y siento como posa por un momento su mano sobre la mía brindandome calidez.
—Lo sé, pero no lo puedo evitar —susurro.
—Solo el tiempo se encargará de curar las heridas que ese maldito le hizo a tu corazón —dice para mi consuelo, pero eso solo lo que hace es hacerme sentir peor.
—Eso espero —zanjo el tema.
El resto del camino permanecemos en silencio y mi buen humor comienza a retornar cuando veo el gran letrero colorido que indica que ya llegamos al lugar, hay una fila para el ingreso que da la vuelta a la esquina del lugar, no me tengo que preocupar por formarme porque mi pase es VIP, pero por el largo de la fila me imagino lo lleno que debe estar.
Mi hermana se estaciona en todo el frente del sitio y me hace salir.
—Ve adelantándote, voy a estacionar mi auto —me informa.
—¿Acaso no hay quien haga ese trabajo? —le cuestiono.
—Si, pero resulta que la última vez que dejé que el valet parking estacionara mi auto, el muy imbecil le hizo un rayón a mi Aston Martin DBS —se queja y la verdad es entendible, yo en su lugar lo hubiese estrangulado con mis propias manos por arruinar tan maravillosa máquina.
—Está bien —asiento ante sus palabras y camino hacia la mole de piel blanca y cabeza rapada de dos metros de altura que está plantado en la puerta como guardia de seguridad.
—Invitación —exige y yo comienzo a esculcar en el pequeño bolso que traígo colgado en el hombro, el himno re coloca sus ojos en blanco y a mi me nerva su actitud—. Mira rubia, si no tienes la invitación a la mano es mejor que te formes y hagas la fila como los demás —agrega el hombre con impaciencia.
Lo miro de mala gana y cuando ya encuentro el pase VIP se lo enseño y él se aparta para dejarme entrar.
—Le diré a Daniel lo grosero que son los de seguridad —le digo antes de irme y el hombre suelta una pequeña risa—, soy la hermana de su novia Cassy contreras Monroe —agrego y veo como la sonrisa del rostro del hombre desaparece.
—Lo siento señorita, yo...
—No tienes por que disculparte, guárdate tus tontas excusas —lo miro con desdén—. No le diré nada, solo si prometes que la próxima vez trataras mejor a las mujeres —agrego hastiada—, párese que Mónaco a pesar de ser un lugar repleto de lujo y gente adinerada a los hombres les falta mucha educación —puntualizo y el episodio que pasó en la playa se reproduce en mi mente.
Ojalá jamás en mi vida me vuelva a cruzar con ese desagradable tipo.
El hombre asiente pidiéndome otra vez disculpas y yo retomo mi camino.
La galería está que revienta por la aglomeración de personas que han asistido al evento, me paro frente a una escultura de una chica desnuda que me recuerda mucho a la que está en medio de la piscina en la Villa que mi madre tiene en Dubái, me concentro en observar cada centímetro de la escultura deleitandome con cada detalle bien pulido que mantiene esta, de repente alguien sujeta mi cabello desde la parte de atrás y aunque solo ha sido un ligero toque me ha incomodado, miro con rapidez por encima de mi hombro, pero no observo a nadie detrás de mi, un ligero olor a perfume de hombre que se me hace ligeramente conocido pero no logro recordar de donde inundan mis fosas nasales y rápido se pierde el rastro de la fragancia entre las mezclas de las otras que inundan todo el lugar.
No le doy importancia al asunto porque tal vez alguien me rozó por accidente al pasar, pero coloco mi cabello a uno de los lados de mi cara porque no me gusta que ningún desconocido lo toque, me muevo por toda la estancia mirando y contemplando la posibilidad de comprar alguna que otra escultura para instalarla en el pent-house que tengo en Londres, cuando dos brazos fuertes me rodean desde la parte de atrás y el sonido de esa voz que reconocería a kilómetros me paraliza.
—Zahira —pronuncia una voz varonil que conozco a la perfección petrificandome por completo—. Cuanto tiempo sin verte. ¿Cómo unos qué? ¿Seis meses? —susurra a mi oído y trago duro intentando disipar el nudo que se ha formado en mi garganta.
Mis ojos se inundan por las lágrimas, pero parpadeo varias veces negandome a la posibilidad de llorar por él, no le daré el gusto de ver lo rota que estoy por su culpa.
—Edward...—pronuncio en un hilo de voz para que no note cuán afectada estoy mientras me giro con toda la elegancia que me compone, para encararlo.
POV ZAHIRA -Estás tan hermosa, como siempre -dice Edward esbozando una sonrisa pícara.-Y a tí lo cínico e hijo de puta no se te quita ni porque te vayas a casar -replico con cierta molestia en mi voz.Tengo ganas de arrancarle la cabeza, pero me contengo.-Veo que no has dejado de pensar en mi -me dice en ese tono malditamente sensual que a él lo caracteriza, ese que me hacía sucumbir, pero esta vez ya no funcionará-. ¿Tanta falta te hago? -pregunta con cinismo y cada partícula de mi ser vibra por la ira.-Oh...por favor...-bufo colocando mis ojos en blanco -. Ya quisieras tú que yo te prestara así sea una pizca de mi atención -agrego juntando ligeramente mi dedo indice con mi pulgar para indicar lo dicho.-¿Ah, si? -dice con sarcasmo mientras acerca su rostro a centímetros del mío y me atrae hacia él, enrollando de nuevo sus brazos en mí-. Todo tu cuerpo dice lo contrario -susurra en mi oído erizando cada vello de mi piel.¡Maldita sea...! Lo peor es que es verdad lo que dice, mi r
POV ALLARIK Esta mañana cuando mi tío me sugirió asistir a la exposición de arte que se realizaría en la galería Renacimento me negué de inmediato, me parecía tan aburrido ir a ese tipo de eventos y por eso los evitaba a como de lugar, pero cuando mi tío me extendió una pequeña nota que venía adjunta con la invitación, cambié de opinión al leerla. Era por parte de la novia del dueño de la galería, Daniel Moccino, en donde expresaba sus más sinceras disculpas por el comportamiento que tuvo su hermana días anteriores en la playa y por ese motivo me enviaba un pase VIP para asistir a la galería durante un mes completo.La hermana de la chica altanera se estaba disculpado, pero a la que quería ver incada y no precisamente pidiéndome perdón era a Zahira, desde ese día que la chica me dejó con la polla dura en la playa no he podido sacarla de mi cabeza, nunca nadie me había tratado como ella, nunca una mujer se había negado a mis encantos y solo por eso había captado mi atención, Zahira
POV ZAHIRA Mis mejillas aún arden por lo de hace un momento, trato de disimular mi reacción avergonzada poniendo de nuevo el teléfono en mi oído.—No es necesario que sigas marcándole a tu hermana. Ya te dije que esta noche te quedaras conmigo —me recuerda Allarik y algo se revuelve en mi interior.Niego con mi cabeza y sigo insistiendo con el teléfono pegado a mi oído, rogando que mi hermana conteste.Aún sigue siendo un desconocido para mí y es evidente que tanta amabilidad de su parte, simplemente son malas intenciones disfrazadas de su supuesta gentileza.—Ya te dije que no es necesario que tengas ese tipo de cortesías conmigo —le digo seria—. Además, tu no me conoces para tener ese tipo de confianzas.—Y créeme que yo me muero por conocerte más a fondo, Zahira —pronuncia de manera sugerente sin quitar la vista de la carretera y lo agradezco, porque mi cara está tan roja y lo peor es que no tengo manera de disimularlo—. Lastima que seas tu la que pone una barrera entre los dos —a
Pov Zahira Abro mis ojos y me alejo de él colocandome a la defensiva.—No —digo tajante—. Me niego a compartir la cama contigo.—¿Me tienes miedo, Zahira? —se burla—. Tranquila cariño que yo no muerdo, además no pretenderas que duerma en el suelo. ¿Cierto?—¿Por qué simplemente no me puedes alojar en otra habitación? —inquiero.—Digamos que a mi tío no le gusta que traiga invitadas nocturnas.—¿Le tienes miedo a tu tío? —inquieto burlona mientras tomo asiento en el sillón que hay junto a la cama y me cruzo de piernas con toda la elegancia que me caracteriza.—No —dice encogiéndose de hombros—. Es un hombre chapado a la antigua y siempre me recalca que la única que debe dormir en mi cama es aquella que se convierta en mi esposa.—Y déjame adivinar, eres de esos hombres que no creen en el matrimonio.—Así es —responde ensanchando una sonrisa—. El amor está algo sobrevalorado para mí.Claro... ¿pero qué más se podía esperar de alguien como él?Se sienta en el borde de la cama quedando
POV ALLARIK —¿Será que ya te puedes dormir? —pronuncio con molestia sin abrir mis ojos.Zahira no ha parado de dar vueltas por toda la cama y es exasperante dormir con alguien así. Por eso mismo no me gusta dormir con nadie... por esa misma razón nunca he dormido en la misma cama con alguien.—No puedo dormir —dice ella mientras se mueve de manera brusca una vez más.Me coloco boca arriba y entrelazo mis manos por encima de mi pecho.—¿Acaso te preocupa algo? —inquiero con burla y la escucho resoplar.—¿Acaso debería? —me responde con otra pregunta, pero por el tono chillón que utiliza sé que sí.—Ya te había dicho antes que no tengo ni el más mínimo interés por ti —le digo de forma despreocupada mirando el techo, cuando en realidad la curiosidad de saber más sobre ella, me está matando.Zahira se reacomoda tomando la misma posición que yo y suelta un suspiro, la observo de soslayo y admiro lo hermosa que se ve cuando la luz de la luna toca su piel pálida, tiene las mejillas sonrojad
POV ALLARIK Esta clase de juego lo podemos jugar entre dos. No puedo creer que una mujer me tenga suplicando por sus besos, no puedo creer que una desconocida me tenga solo imaginando lo fantástico que sería tenerla empalada en mi miembro, mientras me cabalga.Dejo de tocar la puerta y retrocedo varios pasos, no quiero parecer desesperado, no quiero que ella piense que a comensado a ser importante para mi, cuando en realidad lo único que quiero es tenerla entre mis piernas, que sienta curiosidad por ella no quiere decir que me interese para tener algo serio.Me quito mi ropa interior y no me molesto en ocultar mi desnudez, me acuesto en la cama y cruzo mis brazos por detras de mi cabeza esperando que Zahira salga del baño para poderme ir a duchar, podría ir a uno de los otros baños que hay en la casa, pero quiero fastidiarla, quiero ver como se le sonrojan las mejillas cuando lo primero que vea sea mi masculinidad en toda su plenitud.Después de unos minutos, la puerta del baño se abr
POV ZAHIRA No puedo creer que esto esté sucediendome, pero lo que menos puedo creer es lo que yo misma estoy haciendo, me estoy comportando como una vil puta y lo peor es que me gusta. Nunca pensé que algún día iba a ser capaz de tener un miembro insertado en mi boca y menos que seria tan placentero aunque casi me atraganto por lo grueso y grande que es.Debo admitir que el imbecil que tengo pegado a mi espalda sabe lo que hace, el sabor de su esencia aún esta presente en mi boca y aunque me opuse al principio a tragarmela no puedo negar que supo bien, la sutileza con que Allarik me acaricia y el salvajismo de sus besos son la combinación perfecta para quererle abrir mis piernas, pero no. No quiero volver a ser abandonada como la primera vez, no quiero ser utilizada para después desechada como si fuese un juguete que un niño ya no quiere, ya bastante tuve con Edward como para lidiar con eso una segunda vez. No lo soportaría.Allarik magrea mis senos con brusquedad mientras frota tod
Pov Zahira —Zahira...—dice en forma de advertencia pero me hago la oreja sorda ignorando toda súplica de su parte para que le diga detalle a detalle que es lo que a ocurrido, apoyo el brazo en la ventanilla y comienzo a mirar atraves del cristal.Mi hermana le ordena al escolta que coloque en marcha el auto y este así lo hace.—No puedo creer que hayas pasado la noche con Allarik Gabal asod —susurra Cassy emocionada en cuanto atravesamos las verjas negras de la mansión amurallada.Por obvias razones mo quiere que el escolta nos escuche, pero de todas maneras nada me salvará del regaño al que seguro mi padre me someterá por haber dormido en casa de un extraño.—No fué nada del otro mundo —miento, cuando en realidad fue fantastico y eso que no llegamos hasta donde el quería llegar—. En realidad no ocurrió nada interesante.—¿Cómo me puedes decir que pasaste la noche con el soltero más codiciado de todo Montecarlo y no ocurrió nada? —inquiere incredula mientras me sarandea por el brazo