HeavenEl día del parto de Paige había llegado el 14 de marzo, por lo que todos nos encontrábamos en el hospital, esperando a que los dos preciosos bebés llegaran al mundo. Me di el lujo de avisarles a Aleska y Rosé sobre lo que estaba pasando y ellas dijeron que iban a tomar un avión de inmediato para ser capaces de conocer a Dave y Caden.—¿Se ha sabido algo sobre Paige o los bebés? —La señora Leigh llegó al hospital. A Paige se le había roto la fuente alrededor de las dos de la mañana y ahora mismo, eran las ocho.—Estaban esperando a que las contracciones fuesen más seguidas para comenzar con el parto, y apenas la ingresaron al quirófano hace una hora. Estamos esperando a que el médico salga a darnos información sobre su estado de salud y el de los bebés.—Gracias, Heaven —Leigh me agradeció y se retiró a sentarse en una de las bancas de la sala de espera.—¿Alexandre? —Lo llamé, perdiéndome en la luz de sus ojos—Te amo, mi amor.—Te amo también, mi cielo —plantó un beso en mi mej
AlexandreMe di un golpecito en la pierna mientras intentaba controlar mis nervios. Me encontraba esperando a que Heaven subiese hasta la terraza y pudiese presenciar lo que había organizado con el objetivo de pedirle matrimonio y que ella dijese que sí. Había una mesa en medio del lugar, con pétalos de rosas alrededor de todo y yo la estaba esperando con una pequeña pintura de ella usando lo mismo que el día que nos conocimos. Ella apareció sin previo aviso en el lugar, llevándome una grata sorpresa.—Heaven, ya estás aquí...—arrastré las palabras, jugando con mis manos como signo de mi nerviosismo incontrolable..—¿Amor, qué significa todo esto? —Preguntó observando todo lo que había cerca de nosotros y enarcó una ceja, con curiosidad—¿Para qué me has pedido que suba hasta aquí? Bueno, necesito admitir que esta es una noche preciosa.—Es el día en que te digo que deseo pasar el resto de mi vida a tu lado —tomé mi mano y la ayudé a sentarse en una de las sillas y saqué la pintura. En
ColinCuando pierdes a una persona que amas, el mundo deja girar y tú te quedas estancado en él. Piensas que nunca has sufrido una pérdida tan grande como esta y que ni siquiera te crees capaz de recuperarte de esta fatal caída. Sabes que tu mayor deseo ahora mismo es que esa persona vuelva a la vida y siga llenándote de momentos y recuerdos preciosos. Y en el instante que notas que todo esto es real y que no se trata de una pesadilla más, que todo en verdad está pasando es cuando observas un ataúd frente a tus ojos y es algo que te rompe todavía más. No crees que seas capaz de continuar observando como el amor de tu vida es sepultado frente a ti y que, con eso, se lleva prácticamente todo tu corazón y sabes que nunca jamás volverás a verlo. Das la vuelta abrazándote a ti mismo e intentando cuestionarte cuál será el siguiente paso que tendrás que dar, vuelves a preguntarte si realmente vale la pena continuar con vida sin la persona que más amabas a tu lado...Las personas son como los
Heaven—El vestido ya está listo al igual que la gran parte de los detalles más importantes de la boda —le respondí con desgano a Paige, quien se encontraba cambiando los pañales de sus pequeños. Ella había decidido venir a visitarme a mi departamento en compañía de Dave y Caden—Estoy tranquila porque ya casi está todo listo y falta mucho menos tiempo para la boda.—Exactamente faltan dos meses ¿Cierto? Es decir, se supone que te casarás los primeros días de marzo —rió—Ay, Heaven, si yo fuera tú no podría encontrarme tan tranquila con todo este asunto de la boda.—No siento miedo por casarme con el hombre que amo, al contrario, estoy emocionada, pero, no he sido capaz de sentir todas esas emociones porque estoy preocupada en que Alexandre quiere comprar un lugar en el que podamos formar un hogar y en que tengo que comprar unos boletos de avión para visitar a Rosé en el nacimiento de Giselle para los próximos días— Además, tienes que recordar que todos hemos estado ocupados desde la re
Heaven—No sabes lo hermosa que te ves en ese vestido, mi cielo —mi madre besó mi mejilla al mismo tiempo que se limpiaba las lágrimas que habían caído por su rostro al verme vestida de novia—Ay por el amor de Dios, es que no puedo creer que una de mis niñas esté por llegar al altar.—Ay, mamá...Harás que llore también y no quiero tirar a la basura todo este maquillaje en el que tanto se tardaron las chicas —le indiqué observando a Violet y Paige, mis adorables damas de honor. Por lástima, Aleska y Rosé no pudieron estar presentes en este día tan especial para mí porque esta última también se estaba casando hoy. Ella nos contó que siempre deseo una boda planificada y grande puesto que ella se casó con Wonho en Las Vegas de repente y que con todos los hechos que tuvieron lugar después de ello, jamás pudo tener la boda que ella deseaba y ya que al fin todo se encontraba bien, lo harían hoy en compañía de todos sus seres queridos—Falta poco para que sea hora de dirigirnos hacia la iglesi
Alexandre—Muchas gracias por estar aquí, Daphne —la abracé apenas la vi en una de las mesas—Pensé que a este punto ya te encontrabas en algún viaje por Asia u Oceanía, pues, es una de las actividades que te encantan.—En realidad, he estado viviendo un poco más de cuatro meses en China y actualmente, he empezado a salir con un hombre que me está haciendo muy feliz —me contó cuando nos alejamos un poco de la multitud—Jamás creí que yo, que no confiaba en las relaciones a largo plazo, me esté enamorando perdidamente de alguien. Quizá nunca me di la oportunidad de enamorarme de una persona y hacía que siempre todo se acabara luego de una noche y ahora que me he atrevido a probar, me está yendo muy bien.—Daphne, esa es la mejor noticia que he escuchado. Me alegra que estés empezando a ser feliz, ya sea con un hombre al lado o no. Lo que en verdad importa es que te encuentres bien y tranquila ¿Sabes qué quiero que seas muy feliz, cierto?—Lo sé, Alex y te agradezco. Por ahora, estoy segu
HeavenMe serví un poco más de vino de la mesa de los bocaditos. Luego de tanto tiempo, Paige y Thiago se habían casado de una forma preciosa y fueron capaces de celebrar una boda como la que merecían. Lo habían hecho en Japón, por lo que nos encontrábamos en la recepción del hotel de la familia. Me sorprendí al ver a un grupo de diez chicas asiáticas que estaban rodeadas de cientos de guardias. Rápidamente, dejé la copa a un lado y me acerqué a ellas.—Hola, mi nombre es Heaven Duch ¿Puedo ayudarlas con algo? —Ofrecí con una gran sonrisa en el rostro.—Buenas tardes, tenemos una recepción a nombre de la empresa Dream Entertaiment. Son diez habitaciones, no sé si pueda ayudarme con eso.—Claro, pase a recepción y le ayudarán con eso ¿Algo más en lo que pueda ayudarles? —Me llamó la atención el hecho de que se tratara de un pequeño grupo de chicas rodeadas de tantos guardaespaldas.—Sí, necesito que la información del hospedaje de estas chicas no sea pública y que puedan permanecer en
HeavenTerminé de ponerme el traje de baño para a continuación, salir al balcón y recostarme en una de las sillas. La vista de las islas era preciosa y estábamos teniendo un viaje muy bonito y romántico.—¡Heaven, cielo! —Alexandre apareció frente a mis ojos con una sonrisa enorme, que sin querer me contagió.—¿Sí, mi amor? ¿Sucede algo? —Reí bajo luego de tomar un poco de mi botella de whiskey. Él se sentó en la silla restante y entrelazó nuestras manos.—¿Cómo te la estás pasando? ¿Te está agradando el viaje? —Acarició mi mejilla para luego besarla—Si no me equivoco, dijiste que no te gusta mucho el turismo el día en que te conocí.—Y es cierto, sabes que no me gustan los lujos —negué rápidamente —Sin embargo, me encanta estar contigo en cualquier lugar, no importa si es en casa o en la cima de una montaña ¿A qué viene esa pregunta?—Solamente quería saber si seguías pensando de la misma forma —al escucharlo decir eso, el alma se me llenó de ternura —¿Sabes qué eres el amor de mi vi