Llegamos a la falda de las montañas y tomo un poco de aire, armándome una vez más de valor y seguir mi camino, albergando en mi corazón la esperanza de encontrar rápido a los Caminantes de las nieves y espero que no sean realmente ariscos como dicen.Mientras camino, veo como mis pies se hunden en la nieve, Nue está completamente atento a su alrededor, ver como mueve sus pequeñas orejas me da un poco de risa, de momentos se detiene, sentándose en la nieve para luego hundirse en ella de forma juguetona.—Me alegro que lo estés disfrutando, yo la verdad no entiendo como aguantas el frío... es horrible.Miro al frente y lo único que noto es la densa tormenta que se cierne sobre mis ojos, en un intento de calentarme, froto mis brazos con mis manos con algo de fuerza y noto como mi aliento emite humo que enseguida se desvanece por el fuerte viento. Caminamos un poco más hasta que Nue se detiene repentinamente, mirando al frente y gruñendo, erizando su pelaje negro.—¿Hola? — Suelto con dif
Mientras esperaba, trataba de acomodar las ideas en mi cabeza para evitar decir cosas impropias y que no se den malos entendidos, pero de lo aburrida que estoy, mi mente se desviaba de su objetivo y se ponía a divagar, traté de concentrarme lo más que pude, pero me es algo imposible.Mi aburrido tormento termina cuando veo a la chica salir de la casa, tiene un ligero rubor en las mejillas, se ve adorable. Detrás de ella viene un hombre alto de cabellera blanca y piel blanca, parece de porcelana, sus ojos azules claros se posan en mí casi al instante. Por alguna razón me recuerda a Reese, la única diferencia es que mi esposo tiene el cabello negro y piel morena, además de que sus ojos son dorados.Ambos Caminantes de las nieves se acercan a mí, debo admitir que me siento bastante nerviosa; y yo que pensaba que ya me había mentalizado para este asunto, pero por lo visto no. Trago saliva con dificultad y miro al alfa de la forma más tranquila y serena posible, pero algo en su mirada me p
—¿Sucede algo? — Ladeo un poco la cabeza mientras me acomodo en mi lugar.—Quería darte las gracias.... por rechazar al alfa... digo, sé que estamos en una situación difícil y todo eso, pero....—Lo quieres.Ella asiente de forma ferviente y enérgica con la cabeza, una pequeña risita se me escapa, ella mueve la pierna de forma inquieta, parece que le está costando mucho trabajo mantenerse en calma y me impresiona teniendo en cuenta de que es una exploradora o tal vez sea una defensora.... no estoy segura. Pasa sus manos de forma repetitiva por sus piernas hasta las rodillas, tallándolas con algo de fuerza.—Sí, realmente me gusta mucho mi alfa, pero él no se siente atraído por mí... de hecho, parece que no le atrae nadie de la aldea.Al escuchar esto, no puedo evitar pensar en que algo similar pasaba con Reese antes de conocerme, quizás al alfa no le atrae nadie porque está muy acostumbrado a ellas. Una pequeña risa nerviosa se me escapa de forma involuntaria.—Imagino que ya se lo ha
Me doy un golpe en la frente al darme cuenta de que no me he presentado, simplemente le he dicho lo que tenía que decirle. Río levemente y me acomodo la mochila.—Donna.... me llamo Donna.... — Digo de forma tímida mientras bajo la mirada un poco.—Si lo que dijo Donna es cierto, los acechadores encontrarán pronto nuestro escondite, así que pon a todos en sobre aviso y que empiecen a empacar sus cosas, tenemos que movernos cuanto antes.Ella tuerce levemente los labios, pero la palabra del alfa es la ley y no le queda más que obedecer, así que termina asintiendo con la cabeza resignada, dicho esto, el alfa Dumart y yo partimos de regreso a mi casa; que alivio... creí que sería más cabezota que los otros jefes, pero todavía no canto victoria, a saber, cómo se va a organizar con nuestro alfa.Dejo que el alfa me guie por la espesa tormenta, de momentos noto que mira por encima de su hombro y me dedica media sonrisa, yo le regreso el gesto para no parecer grosera. Luego de un rato estar
—No.... no tengo ni idea de cómo enfrentarme a estas cosas.Escuchamos como algo se mueve entre las copas de los pinos con bastante agilidad, es la primera vez que me toca ver a un acechador en su zona, normalmente los enfrentamos en el día y ahora entiendo por qué. Ambos estamos cansados, pero sabemos que no podemos darnos por vencidos ahora.Miro a mi alrededor y noto que Nue no se encuentra por ningún lado, desafortunadamente ese breve momento de distracción fue suficiente para el acechador ya que lo siguiente que siento es un fuerte dolor en el pecho y veo como Dumart se aleja de mí o, mejor dicho, yo me alejo de él, mi cuerpo termina chocando contra algo duro.—¡Donna! — Grita con todas sus fuerzas.Un dolor insoportable se apodera de mi pecho, levanto con mucha dificultad la mirada y logro visualizar al alfa peleando contra el acechador, pero se nota que no tiene mucha experiencia en combate. Tomo una gran bocanada de aire y trato de levantarme, pero me duele mucho el pecho.Me
—Ya casi... gracias a Gaia que llegamos en una pieza.Una pequeña risa se me escapa y me acomodo sobre su lomo, puedo ver movimiento a lo lejos, seguramente deben ser los Omegas avisando de nuestro avistamiento.—El alfa no va a estar para nada feliz.—¿Por qué no?—Estoy usando a nuestro invitado como transporte— Río entre dientes.—Donna— Él también se ríe suavemente. —No creo que se enoje después de saber lo que hiciste por mí, llevarte en mi lomo es lo menos que puedo hacer.Su paso es suave y relajado, ya no hay prisas... no de momento. Estando a la puerta de la aldea, veo como el paso del alfa es detenido por Aarón, que lo mira con extrañeza; había olvidado por completo que su pelaje es demasiado tupido, así que seguramente no me debo de ver.—Apartate cachorro, que traigo una herida en mi lomo.Levanto un poco el cuerpo y al verme el centinela sale corriendo en busca de ayuda, ambos soltamos un suspiro de alivio. El alfa retoma su andanza y justo apenas cruza el umbral de la en
—Reese, por el amor de Gaia... deja de pelear— Resopla su padre con fuerza mientras lo toma de los hombros y lo obliga a tomar asiento. —Luego resuelven sus disputas en otro lugar, ahorita tenemos asuntos que atender.Todos tomamos asiento y le paso mi informe al alfa, él como siempre, escucha con suma atención, pero puedo notar preocupación en su rostro. Una vez que termino de decirle todo, suelta un fuerte resoplo y se soba las sienes, claramente frustrado por la situación.—Maldición, lo que nos faltaba— Se levanta de su asiento y nos mira con suma atención. —Reese, tienes que hacer algo con respecto a tu esposa, su olor podría traernos problemas.Una risa nerviosa se me escapa y miro de reojo a mi esposo, que tiene esa expresión que me aterroriza en el rostro, trago saliva con dificultad y me acomodo en mi asiento, tratando de ignorarlo lo mejor que puedo.—Me impresiona que te haya encontrado, por lo que escuché, Nue estuvo tratando de ocultar tu rastro... eso quiere decir que tu
—Ya, pero ¿Por qué debo hacer un ritual de enlace? Tengo entendido que para hacer eso se debe impresionar al espíritu con el que se quiere enlazar.—Así es querida, Mue sabía que eras alguien especial, por eso no te ataco ese día, pero Nue... es más testarudo y quería ver de propia mano tu potencial, ahora que ha comprobado que eres digna de hacer un enlace, ya es hora.—Entiendo que este es un paso muy importante para los kitsune, ya que esto podría alterar nuestra percepción de la magia ¿no?Siento los nervios a flor de piel, antes de que Nue se vaya, lo tomo entre mis brazos y lo estrujo contra mi pecho con algo de fuerza, las palmas de mis manos me están sudando un poco, hundo mi rostro entre el oscuro pelaje del zorro y la restriego levemente.—Sí y no, es verdad que es un paso muy importante para un kitsune, pero... tú no eres un kitsune cielo, eres una hibrida, así que tu percepción de la magia no va a cambiar o al menos eso creo.—Bueno.... creo que.... es algo que no puedo hu