•••••••••• En el territorio de la manada Cielo Esmeralda. Maray de brazos cruzados, se quedó de pie, viendo hacia la larga ventana frente a ella que la bañaba con los rayos del sol que se filtraban. —Aeron… —¿Si, Reina? —preguntó ese Beta de Cielo Esmeralda, que estaba en la habitación junto a su Alfa Reina. Él manteniendo la distancia. Maray volvió a ver hacia atrás por encima de su hombro, haciendo contacto visual con ese Beta. —Voy a rechazar el trato del Alfa de Garra Dorada. ¡Beta Aeron se sorprendió! —¿Realmente lo hará?, él prácticamente nos amenazó. Nos dejó claro que será nuestro enemigo. —¡Ese Beta mató a mi padre y probablemente fue por órdenes de su Alfa! ¡No voy a negociar con esos monstruos! —exclamó furiosa Maray, que se acercó hacia su Beta deteniéndose a unos dos pasos de distancia de él—. Dime, ¿cómo fue la relación de mi madre, Ginne y Dalton, qué tipo de negocios hacían? —Alfa Ginne. Ella… Prácticamente no tenía elección. Alfa Dalton no es un lobo
•••••••••• —Que rápido nos volvemos a ver, Reina Dayan~ —sonrió malicioso Alfa Dalton que se encontraba varios metros a distancia frente a Maray. Esa Reina Alfa, hizo sus manos en puños, mostrando sus colmillos, veía furiosa a Dalton de Garra Dorada. —¡ERES UN MALDITO! ¡ATACAR DE ESA MANERA TAN BAJA! —gruñó furiosa la mujer que con el hechizo lucía diferente en aspectos físico, así mismo su Beta que estaba de pie a su lado. « ¡Aeron, ve de inmediato por mis cachorros!, los dejé con Allan, pero no logro contactarlo y temo que algo haya sucedido » , le dijo Maray por medio de su enlace mental a ese Beta. « ¡Pero Reina, no puedo dejarla sola! ¡Usted no conoce a Dalton, será peligroso! » , se negaba tercamente ese Beta, preocupado por su Reina. « ¡HÁZLO! ¡Es una orden como tu Alfa! ¡Mis cachorros son lo más importante en este momento, no mi seguridad! » Ante la orden de su Alfa, Beta se marchó rápidamente. Dalton que aún permanecía en su forma humana, se cruzó de brazos.
•••••••••• « ¡Reina! ¡Tengo malas noticias! » Ante la desesperación de recorrer el territorio de Cielo Esmeralda sin encontrar a la cachorra, Connie. Beta Aeron contactó a su Alfa, Maray. « ¡Agh! ¡Solo habla! » , pidió Maray. Beta supo de inmediato que ella estaba sufriendo y se sintió aún más preocupado por su Reina. « Encontré a Connor. Él está a salvo conmigo, pero… No he logrado dar con Connie. La estoy buscando y seguiré haciéndolo. » , le informó ese Beta a Maray. …….. ✧✧✧ Minutos atrás. ✧✧✧ En el campo del sector "Este" del territorio de Cielo Esmeralda. Maray se encontraba furiosa. Su cuerpo adolorido por golpes y raspones, ella había intentado atacar a Alfa Dalton, pero fallaba una y otra vez, ella no quería tomar su forma lobuna, temía ser descubierta. "Definitivamente no puedo sola contra él… Es malditamente fuerte y atacó mi manada de sorpresa…" Pensó Maray analizando su peligrosa situación de vida o muerte, esa fría y ventosa noche, en la que en
¡Sus ojitos celestes se abrieron de par en par ante la sorpresa! ¡Connie quedó boquiabierta al ver esa lluvia carmesí! Aunque por supuesto… No era lluvia en lo absoluto. Era el rojo vívido de la sangre de esos lobos de la manada "Garra Dorada". La pequeña se puso de pie, sus rodillas le dolían, y estaban sangrando, su cuerpo temblaba de cansancio y sus mejillas estaban húmedas por las saladas lágrimas que no cesaban. Haciendo sus pequeñas manitas en puños, y un puchero, Connie corrió hacía ese hombre lobo que para ella olía a… PAZ. —Whaaaaa~ —llorando la niña se abalanzó sobre Alfa Rezef, que terminó sorprendido. ¿Cómo no estarlo? ¡¿Por qué carajos esa cachorra se pegaba a él tanto?! Esa última pregunta, cruzó por la cabeza de ese macho. Él posó su mano en la parte de la espalda de la cachorra, agarrándola con fuerza la hizo despegada y lanzada a distancia. —No me toques —le dejó claro ese Alfa en un tono frío. Para él, ella era una enemiga extraña aún. ¡Conni
La desesperación en su rostro. Enseñando sus colmillos con furia mientras apretaba sus dientes. Con su cuerpo herido, golpeado, luciendo un desastre de suciedad. Esa mañana bajo los primeros cálidos rayos del sol, Maray corría a toda prisa en ese profundo bosque. Un intenso "fuego" de odio y desesperación ardía en su corazón, llenándola de dolor y haciendo un lío de su mente. Con cada paso entre tierra, hojas secas y ramas, su dolor era mayor. ¡QUERÍA A SU PEQUEÑA NIÑA DE REGRESO! —¡REINAAA! —gritaba el hombre lobo que venía detrás de ella—. ¡Es arriesgado! ¡No puede ir sola, herida y sin ningún plan! ¡Morirá fácilmente, Reina! Las palabras de ese Beta, se desvanecían con el viento para Maray, que desesperada corría en dirección al territorio de Garra Dorada. —¡AAAHH! —Alfa Maray soltó un grito, cuando en un momento, Beta Aeron la alcanzó y derribó, encimando a esa mujer pelirroja (ya que el hechizo perdió su efecto). Maray quedó tumbada sobre la tierra, entre hojas seca
✧✧✧ Minutos atrás. ✧✧✧ —¿Quién es usted? —preguntó uno de los guardianes en la entrada de la mansión de Alfa Rezef. "Me juré que nunca más volvería a pisar este lugar a no ser que fuera para matarte… Rezef…" Pensó Maray soportando su furia. —Soy la Alfa Reina de Cielo Esmeralda y solicito una audiencia de inmediato con tu Rey Alfa. El hombre lobo sorprendido volvió a ver a otro y asintió. Este otro, se marchó a avisar a Alfa Rezef. —Venga conmigo, la llevaré a un salón de espera. Maray hizo tal como le indicó ese guardián y unos minutos después, regresó el mensajero, diciéndole que Alfa Rezef aceptó verla. La Reina Alfa, que nuevamente había utilizado su hechizo para ocultar su identidad, estaba únicamente acompañada de Beta Aeron que también ocultaba su identidad. Ella se levantó del sofá donde esperaba y Beta también, pero Maray se detuvo y volvió a verlo seriamente. —Tú no. Iré sola. ¡Beta se sorprendió en gran manera! « Reina. Tenga mucho cuidado, si algo p
Maray le dió un empujón a ese Alfa en ese momento, aunque ella lo hizo con fuerza, fue como si apenas le tocará y él retrocedió un paso, sonriendo altivo, la veía como si ella fuera poca cosa. —¿Tan debilitada te dejó el combate con Dalton? —le preguntó Alfa Rezef. Maray frunció el ceño, viéndolo sin titubeo. —No vine a hablar de esa batalla —le recalcó ella con firmeza. —Ya estoy maldito, una maldición más no hará la diferencia para mí —dijo con aburrimiento ese Alfa—. Estoy dispuesto a firmar tu extraño pergamino… PERO, lamentablemente tú no tienes nada qué ofrecerme~ tu ejército de lobos ni siquiera es tan bueno como se decía si no pudiste contra los guerreros de Garra Dorada~ —añadió Rezef burlista. Maray hizo sus manos en puños, soportando las ganas que tenía de darle un golpe a ese Alfa. En ese momento, él cepillo con su mano su oscura cabellera semi larga, viendo ahora altivo a Maray. —Sin embargo. Parece que sabes de hechicería y tienes conocimientos de otras r
—¡¿ESTÁS LOCO?! —alzó la voz, Maray, frunciendo el ceño— ¡Escuché que ya tienes una prometida! ¿Por qué querrías una "Luna temporal"? Alfa Rezef hizo una expresión de aburrimiento y posó su mirada en dirección a las ventanas. —La verdad, es que ella es mi última opción —soltó esas palabras con tal frialdad que sorprendió a Maray. Esa Reina Alfa sintió por un instante, una pequeña emoción en su interior. Rápidamente se reprendió a sí misma, luchando contra ese poderoso instinto que la ligaba a Rezef como mates. —Tabitha. Ella es mi pareja —continuó hablando Alfa Rezef—. Sin embargo, cuando mi mate huyó… Supe que despertó un don que realmente me interesa. La quiero de regreso, después de todo, ella es mía —expresó él seriamente. —No… —Maray tragó saliva con nerviosismo, intentando calmarse— No tiene sentido, ¿con qué propósito aceptaría ser tu Luna temporalmente? —Será únicamente "temporal" no exageres, todo terminará cuando acabemos con Dalton y me encargaré de que recup