El agua de la ducha caía suavemente sobre su escultural cuerpo, delineando cada músculo, mientras su afilada mirada gris se posaba en la distancia, inmerso en sus pensamientos. Alfa Rezef recordaba las palabras de su prometida, Tabitha, tras concluir su entrenamiento matutino. Con un giro suave, cerró el grifo y abandonó el baño, envolviéndose en una toalla blanca que rodeó su cintura con discreción; fue en ese momento, cuando uno de sus lobos le llamó con súplica, por su enlace mental. « ¡¡¡ALFA!!! » Escuchó la voz de ese hombre lobo, Conrad, el cual andaba en una misión. « ¿Qué pasó? » , le preguntó Rezef de inmediato. « ¡Alfa, intento acercarme los más posible a nuestro territorio para poder contactarme con usted!. Escuche con atención, Alfa. Estoy herido y no sé si pueda llegar vivo a la manada. Pero cumplí mi misión. » Tras la explicación de Conrad, Alfa Rezef se sorprendió en gran manera. Podía sentir en las palabras de ese hombre lobo que realmente estaba grave
Esa misma madrugada. En el territorio de la manada "Cielo Esmeralda". Imponente frente a la entrada de tal ciudad, Alfa Rezef ingresó junto a Tabitha y Beta Aiden. ¡De inmediato captaron la atención de los miembros de la manada y visitantes! Ese Alfa ni siquiera intentó ocultar su presencia. ¿Con qué motivo?, se decía que "Cielo Esmeralda" era una manada libre y neutral, y él quería comprobarlo. En caso de problemas. Estaba seguro que lograría salir con vida. Mientras avanzaban descaradamente por las calles, algo confundió a ese Alfa… ¡NO ERA LA AROMA DE SUS ENEMIGOS! Rezef conocía perfectamente el olor de esos lobos pelirrojos que fueron sus enemigos por años. Esos hombres lobos, no tenían la pelicular aroma de los miembros de la manada "Noche Carmesí". ¿Cómo podían ser ellos? ¿Conrad mintió? Esas preguntas cruzaron por la mente de ese confundido Alfa. —¡Soy Alfa Rezef, Rey de Luna Plateada! Exijo ver a tu Reina, vengo a negociar con ella —dijo a los guardias
La mirada de ese Alfa siguió a la Reina hasta que ella tomó asiento. "Es hermosa, pero… ¡Ella no es Maray!" Pensó ese Alfa suspirando con decepción. « ¿No puedes sentirla tampoco, cierto, Ray? » , le preguntó Rezef a su lobo. « Ella no es nuestra Mate. Esto es una pérdida de tiempo, Rezef » , gruñó ese lobo internamente. « Lo sé. No se parece físicamente, no percibo su aroma, su esencia, nada… Absolutamente… Nada » , comentó a su lobo, Rezef molesto. « Sin embargo. ¿No nos pasó lo mismo la primera vez que la conocimos?, creíamos que era humana. » , preguntó el lobo. « Cierto. Pero creímos que era humana, esa Reina, huele a loba, pero es extraño. No es un aroma conocida… ¿Qué está pasando? » La confusión de Rezef iba en aumento mientras esa Reina Alfa, se presentaba usando un nombre falso. ……. Minutos más tarde. —Luna Plateada, es una manada con la que definitivamente nos gustaría tener una relación amistosa y de tratados, dar y recibir~ —comentó Maray sonriendo
¡Connie comenzó a bajar las escaleras a toda prisa! La presencia de ese imponente hombre lobo no le causaba temor alguno. Alfa Rezef detuvo sus pasos, él en compañía de su Beta y prometida, volvieron a ver en dirección a esa niña que se acercaba casi corriendo. "¿Ese señor… Es familia…?" Pensó Connie confundida. El aroma de ese Alfa le daba un cálido sentimiento familiar y no le asustaba en lo absoluto. Como si su corazón le dijera que él era su hogar. La fría mirada de Rezef, veía a la niña sin ni una pizca de emoción, antes de que Connie se acerque, Tabitha se puso delante. —¡Aléjate niña! ¡No te atrevas a acercarte más a mi Rey Alfa! —le advirtió esa mujer, amenazante. —¡Princesa, no debe acercarse así a los visitantes! —exclamó un guardián que se acercó a Connie y la retuvo del brazo. —Lamentamos la molestia. Pueden continuar su camino —dijo otro de los hombres lobos de Cielo Esmeralda. "¿Princesa?" Pensó ese Alfa de Luna Plateada dándose cuenta que esa niña
Esa calurosa mañana en la entrada del castillo de "Cielo Esmeralda". Maray de pie junto a su Beta y otros de sus hombres lobos, veían llegar al Alfa Dalton, Rey lobo de la manada "Garra Dorada". Ella, utilizando el mismo hechizo logró camuflar su apariencia física, así mismo su Beta. En cuanto a los lobos de su manada, una poción que ingerían 1 vez a la semana, ayudaba a ocultar sus esencias, y cambiar el tono de color de su cabellera. Algo que tenía confundidos a los visitantes que llegaban creyendo que era la manada "Noche Carmesí", que misteriosamente desapareció, luego de la caída de Alfa Ginne. No podía revelarles a posibles enemigos su verdadera identidad. Como Alfa y madre soltera, Maray debía proteger a los suyos. ……. Un hombre lobo bastante alto, de cabellera semi larga rubia, un rubio como el oro, que brillaba flamante resaltando con la luz del sol. Sus ojos afiliados de un dorado miel hermoso, una piel semi bronceada. Vistiendo un traje en tonos claros. Ese
Una bestia enorme, tan oscura como la noche y el reflejo de la maldad en ella. Ojos dorados, un brillante amarillento que le causó un escalofríos en ese entonces. Ese enorme lobo que mordía ferozmente a su padre Douglas, 5 años atrás. Mismo que la loba de Maray mordió en una pata. ¡Las manos de Maray se hicieron en puños! « No hay error… Es él… Reconozco mi mordida, tu sangre híbrida dejó una marca como quemaduras » , le dijo la loba Arin a Maray internamente. Maray soportó el peso abrumador de los recuerdos desgarradores… Esos de cuando su vida cambió, de cuando lo perdió todo. Veía a ese Beta de la manada "Garra Dorada". ¡¿Hacer un trato con los asesinos de su padre?! ¡ALGO IMPOSIBLE! El Rey Alfa Dalton, continuaba hablando de los términos de su trato. Pero las palabras se desvanecían para Maray en el aire. Ella bajo la elegante y larga mesa del salón, apretaba sus temblorosos puños. « Aeron… Me has dicho que viste a ese Beta luchando en el pasado, ¿cómo es físicam
•••••••••• En el territorio de la manada Cielo Esmeralda. Maray de brazos cruzados, se quedó de pie, viendo hacia la larga ventana frente a ella que la bañaba con los rayos del sol que se filtraban. —Aeron… —¿Si, Reina? —preguntó ese Beta de Cielo Esmeralda, que estaba en la habitación junto a su Alfa Reina. Él manteniendo la distancia. Maray volvió a ver hacia atrás por encima de su hombro, haciendo contacto visual con ese Beta. —Voy a rechazar el trato del Alfa de Garra Dorada. ¡Beta Aeron se sorprendió! —¿Realmente lo hará?, él prácticamente nos amenazó. Nos dejó claro que será nuestro enemigo. —¡Ese Beta mató a mi padre y probablemente fue por órdenes de su Alfa! ¡No voy a negociar con esos monstruos! —exclamó furiosa Maray, que se acercó hacia su Beta deteniéndose a unos dos pasos de distancia de él—. Dime, ¿cómo fue la relación de mi madre, Ginne y Dalton, qué tipo de negocios hacían? —Alfa Ginne. Ella… Prácticamente no tenía elección. Alfa Dalton no es un lobo
•••••••••• —Que rápido nos volvemos a ver, Reina Dayan~ —sonrió malicioso Alfa Dalton que se encontraba varios metros a distancia frente a Maray. Esa Reina Alfa, hizo sus manos en puños, mostrando sus colmillos, veía furiosa a Dalton de Garra Dorada. —¡ERES UN MALDITO! ¡ATACAR DE ESA MANERA TAN BAJA! —gruñó furiosa la mujer que con el hechizo lucía diferente en aspectos físico, así mismo su Beta que estaba de pie a su lado. « ¡Aeron, ve de inmediato por mis cachorros!, los dejé con Allan, pero no logro contactarlo y temo que algo haya sucedido » , le dijo Maray por medio de su enlace mental a ese Beta. « ¡Pero Reina, no puedo dejarla sola! ¡Usted no conoce a Dalton, será peligroso! » , se negaba tercamente ese Beta, preocupado por su Reina. « ¡HÁZLO! ¡Es una orden como tu Alfa! ¡Mis cachorros son lo más importante en este momento, no mi seguridad! » Ante la orden de su Alfa, Beta se marchó rápidamente. Dalton que aún permanecía en su forma humana, se cruzó de brazos.