CAPÍTULO 15: LA NUEVA PROMETIDA NikolaiMis ojos se tornan rojos mientras me miro al espejo en mi habitación. La noche que acabo de pasar con Gaia ha sido mucho más de lo que esperaba, nunca había sentido una conexión tan fuerte y un llamado tan intenso para tener a una loba entre mis brazos como con ella. No sé ni cómo pude controlar a mi lobo para evitar que saliera, la luna llena influjo demasiado en mí y ella estaba en celo, tampoco pudo resistirse a mí.A pesar de eso, creo genuinamente que Gaia no tiene idea de lo que es, pero tampoco pienso decírselo.“Nikolai, no puedes ignorar lo que sientes por ella, es una lubina, sabes que no se transformará hasta que despierte a su loba”, habla Maheegan en mi mente. —No digas estupideces Maheegan, no puede ser que después de ciento cincuenta años, la diosa luna me haya dado una Mate en una loba que ni siquiera sabe lo que es. ¿Quién sabe cuál será su linaje?, además, debe ser una Omega. Un Rey como yo jamás podría tener de Mate a una Om
CAPÍTULO 16: LA DESGRACIA ME PERSIGUEGaiaEstaba segura de que Nikolai vendría de nuevo como esa noche para forzarme, sin embargo, no ha vuelto en al menos tres días. ¿Será que ya se aburrió tan rápido de mi cuerpo? Karine es el único contacto que tengo con el mundo exterior. Me trajo ropa nueva y comida, pero, a diferencia de la primera vez, no ha vuelto a dirigirme la palabra.Hoy en particular me ha traído un espejo y un balde con agua para que pueda bañarme. En silencio y con cuidado me ayuda a deshacerme de la ropa para limpiarme con una esponja. Tenía varios días sin ver mi rostro en el espejo y pensé que me vería demacrada y débil, pero en lugar de eso, parezco más radiante que nunca. De pronto, mis ojos vuelven a tornarse azules. La impresión me hace retroceder y por accidente un jarrón de la habitación se cae haciéndose trizas en el suelo.—¡Oh, no! —exclamo. —No se preocupe señorita Gaia, yo lo limpiaré —dice Karine.—Pensé que no volverías a hablarme nunca más —respondo
CAPÍTULO 17: SALVAJENikolaiAdmito que no me esperaba esta reacción de su parte. Gaia me amenaza con un pedazo de cerámica en el cuello, segura de que con eso podrá acabar con mi vida. Tengo que darle un punto por ello, porque ese nivel de osadía para enfrentarme no se lo había visto nunca a nadie.Levanto las manos para hacerle creer que me tiene dominado, doy un paso hacia atrás y espero que ella avance junto a mí todavía con el arma improvisada en las manos. Sus ojos se desvían por un breve segundo hacia la puerta que dejé entreabierta, pero solo esa fracción de segundo basta para que yo cambie las reglas del juego por completo.Tomo su mano que sostiene el pedazo de cerámica y la giro detrás de su espalda, sujetándola firmemente por el cuello, pegando su espalda a la mía y evitando que se mueva. Ahora es ella quien siente el arma rozando su piel.—Muy astuta, pequeña lubina, pero este pedazo de cerámica no me hará más que cosquillas —susurro en su oído.Gaia intenta liberarse, p
CAPÍTULO 18: ESCAPAR DEL INFIERNOGaiaEstá loco. Nikolai está completamente loco. La noche anterior no sé qué fue lo que sucedió conmigo, en un momento estaba amenazándolo de muerte, y al otro, el roce de sus dedos en mi cuello, su aliento en mi oreja… mi mente se nubló y es como si algo más dentro de mí hubiera tomado el control. En ese momento quería permitir que me poseyera, a pesar de mi desprecio hacia él no pude evitar sentirme así; y lo odio, odio con todo mi ser sentirme tan vulnerable ante este hombre que no ha hecho más que tratarme como poco menos que un animal.Pero lo que me hace pensar que está mal de la cabeza no es eso, sino su reacción tan repentina y extraña. Parecía hablar con alguien más, aunque era evidente que no había nadie en la habitación además de mí. Sé que esas respuestas no eran conmigo y su repentino enojo de la nada me deja claro que es más inestable de lo que pensé. Ahora con más prisa que nunca debo salir de aquí. Karine siempre llega puntual en la
CAPÍTULO 19: TALAGaiaNunca he sentido tanto miedo en mi vida. Esos ojos amarillos se fijan en mí y sé que si no logro huir de aquí, mi vida habrá terminado más pronto de lo que pensé. Me pongo de pie, aunque mi cuerpo actúa casi en automático, y salgo corriendo en dirección opuesta, sin embargo, el rugido que escucho detrás de mí aviva mi terror. No sé qué es lo que ocurre, pero algo me dice que esos guardias no son normales.De pronto el rugido se transforma en varios, escucho las fuertes pisadas detrás de mí. No puedo ver por donde voy, me golpeo varias partes del cuerpo contra las ramas que sobresalen de los árboles, algunas de ellas acaban por cortar mi piel, pero el ardor que me produce es insignificante ante el miedo que me embarga en este momento. Cometo el error de voltear y entonces alcanzo a ver enormes sombras oscuras pisándome los talones. El frío me corta la respiración y mis pulmones arden al quedarse sin aire mientras no paro de correr. Mi descuido me hace tropezar
CAPÍTULO 20: UN MOMENTO DE DEBILIDADNikolaiTomo a Gaia entre mis brazos mientras la llevo de vuelta a la torre norte del castillo. Todavía no puedo creer que haya escapado hasta este punto, y de no ser por mis lobos, probablemente habría estado en el reino de Sunwood para el amanecer. Supongo que ese era el lugar al que intentaba llegar.Está muy malherida, aunque su poder de loba ya ha comenzado a sanarla por sí sola. Nunca me había sentido así. Maheegan estaba tan alterado que casi no podía escuchar la irritante voz de mi prometida, cuando de pronto sentí el miedo más angustiante del mundo. La sensación era tan abrumadora que por un instante pensé que me estaban atacando a mí, pero cuando escuché su grito, salí corriendo desesperado hacia el bosque porque sabía que Gaia estaba en peligro, y no me equivoqué.“Te lo dije, ella pudo haber muerto por tu estupidez”, reclama Maheegan.—Silencio, lobo. No es mi culpa que ella haya decidido escapar.“Claro que es tu culpa, pero eres dema
CAPÍTULO 21: ACEPTO SER TU CONCUBINAGaiaAbro los ojos con los primeros rayos del sol. Por un momento creo que me levantaré con el cuerpo adolorido y lleno de heridas, pero cuando me siento en la cama descubro que no hay nada de eso. Todos mis raspones y rasguños han sanado, incluso la herida de mi pie también. “Es una de las ventajas de ser una loba, Gaia. Mi poder te da curación acelerada”. Todavía no me acostumbro a escuchar la voz en mi cabeza y saber que le pertenece a otro ser, que al mismo tiempo es parte de mí.—¿Por qué no podía escucharte con tanta claridad antes? Pensaba que estaba loca, o que eras mi conciencia.“En parte, eso soy. Tú y yo somos dos caras de la misma moneda. Cuando nos transformamos nos volvemos una”. —No lo entiendo, ¿por qué soy una loba? Antes no había manifestado ninguna señal.“Las lobas desarrollamos nuestro máximo potencial al cumplir los dieciocho años, pero al no saber de mí, fue más difícil despertar. Anoche estabas en peligro de muerte, lo q
CAPÍTULO 22: ¿QUÉ OCULTAS, REY?ParisaPensé que al venir aquí y desplazar a mi molesta hermana todo se resolvería. Creí que el Rey y yo tendríamos una conexión rápida y que nos casaríamos de inmediato. Sin embargo nada de eso ha sucedido. En cambio, Nikolai no podría ser más indiferente conmigo, su tema de conversación más recurrente es preguntar sobre mi hermana y eso no me gusta en lo absoluto.¿Por qué un Rey como él estaría tan interesado en saber el pasado de una sirvienta a la que además ya han desterrado?Tal vez sea una princesa de otro reino, pero no soy tonta. Sé que algo extraño sucede en este lugar. Desde que en las noches me han prohibido salir de mi habitación, o que los sirvientes de este palacio me miran de forma extraña. No sé qué pasa, pero estoy segura de que Nikolai esconde algo.A pesar de la prohibición de salir en las noches, me he escabullido varias veces a su habitación o en los alrededores. Los aullidos que se escuchan en la madrugada; en especial cuando hay