— Los días habían pasado la Manada Fuego de Luna se encontraba en una situación crítica, todos los indicios llevaba a que Alya dio la orden de que atacarán a la manada.

— La noche estaba tan fría y silenciosa, la lluvia golpeaba fuertemente el tejado y el viento retumbaba desde afuera, Edan se encontraba frustrado, una parte de él no aceptaba que Alya en realidad haya hecho eso, no entendía cuál era la razón que su hija tenía para abandonar la manada.

— Por otro lado, Alizon ha estado bastante rara, se la pasaba todo el día leyendo libros y se alejó más de su abuela. Anastasia DuPont se había quejado de que la niña había abandonado sus clases.

— Siena también estaba actuando de una forma bastante rara, incluso parecía ser indiferente con Edan, el Alfa podría soportar todo, pero no estaba soportando estar lejos de Alya esa niña era su otra mitad, así que decidió salir, las gotas de lluvia golpearon su rostro caminando hasta la colina más alta lugar donde Alya también adoraba estar Edan