"Brandon". La voz de Asher contenía una advertencia bajo su fachada tranquila, al igual que sus ojos, que en ese momento estaban clavados en el lugar donde se encontraba su hermano. “Ay, relájate. Estás demasiado tenso teniendo en cuenta que el gran secreto ya se ha revelado. ¿Cuál era ese dicho? Oh, si. ‘La verdad os hará libres’. ¿Te sientes libre, hermano?”. Brandon sostenía una botella de cerveza en la mano, y la condensación todavía corría por los lados en finos goteos. Con Asher y Brandon parados frente a mí, sin camisa y en traje de baño, era fácil ver las similitudes entre los dos. El cabello de Asher era un poco más oscuro, pero ambos tenían la misma forma de mandíbula y hombros anchos, y el casi enorme cuerpo atlético. Donde Asher era tacaño con sus expresiones faciales, Brandon no retenía absolutamente nada, incluso cuando debería. “¿Cómo puedo sentirme libre, Brandon? Soy el Alfa de la manada más grande del país y tú eres mi hermano”. Debo admitir que contuve la res
Después de casi una hora, sentí un par de brazos alrededor de mi cintura. A diferencia de cuando Brandon me tocó, no tuve ningún presentimiento diciéndome que ese toque estaba mal. Me di la vuelta y le sonreí a Asher, luego coloqué mis manos sobre sus hombros mientras me balanceaba arriba y abajo. Las puntas de los dedos de mis pies rozaron levemente el limo en el fondo del lago. “Debería haberte puesto flotadores en los brazos”. Sus labios se torcieron para formar una sonrisa y sus ojos se entrecerraron juguetonamente. Le lancé una mirada ofendida y fruncí el ceño. “Soy pequeña, eso no significa que me voy a ahogar. Igual, sé nadar. Además, si tuviera flotadores puestos, entonces no necesitaría hacer esto”. Envolví mis brazos alrededor de su cuello y dejé que mis dedos se enredaran en los rebeldes mechones de su cabello. Él estaba empezando a necesitar un corte de cabello, lo que me dio mucho a lo que agarrarme. Sentí su reacción en el momento en que deslicé mis piernas alrededo
Aunque al principio había estado buscando a Asher, no había sido mi intención ir corriendo hacia él, refunfuñando sobre la falta de control de su hermano menor y su respeto básico por las mujeres. Aplasté la parte de mí que se preguntaba por qué Brandon era tan idiota, especialmente con su hermano mayor, y me recordé que no era mi trabajo descifrarlo. Había cosas mucho más preocupantes que ocupaban mi atención, como brujas asesinas y vampiros conspiradores. ‘Deberías haberme dejado salir’, me dijo con molestia Maya por tercera vez, pues su sed de sangre no estaba del todo saciada. Se sintió bien dejarlo gimiendo en la arena, con su cerveza regada y olvidada. La versión de justicia de Maya tenía la crueldad de una Luna. ‘Una horrible cicatriz... o perder una mano, eso le daría una lección. Nunca más nos tocaría’. 'No seré conocida como la Luna que arranca manos', le dije deliberadamente, pero resoplé cuando chasqueó los dientes. "Vaya, hola, su majestad". “Cuidado, Zeke. Ya
Llegué al medio de la playa cuando una serie de vítores y gritos llenaron el aire, seguidos de risas y pies estruendosos. Había al menos un centenar de hombres y mujeres corriendo por la playa hacia las hojas esmeralda del bosque, ensombrecidas por la oscuridad pero aún hermosas bajo la luz de la luna. Unos cuantos se transformaron prematuramente, destrozando sus trajes de baño y bañadores mientras les brotaba pelaje de los brazos, el cuello y el torso. Para muchos la transformación fue instantánea, como un animal que se libera de su prisión de dos patas. Las grandes patas se clavaron en la arena, lo cual luego manchó a los que aún no se habían transformado. Algunos gritaron y gimieron, mientras que otros rieron e intentaron que no les entrara en los ojos. "¡Cacería! ¡Cacería!", coreaban algunos tipos, dispersos entre la multitud. Sus voces casi ni se escuchaban por las risas y los vítores. Sin embargo, la palabra no trajo más que confusión. ‘¿No es la caza como el escondite de l
Justo cuando pensé que Asher me sacaría de mi miseria, se puso rígido sobre mí. Incluso su respiración se detuvo, rozando justo por debajo de mi clavícula. Inclinó la cabeza hacia un lado y dijo con una voz mortalmente tranquila. "¿Por qué está el olor de mi hermano en ti?". Me congelé bajo él y mi mente tardó unos segundos en procesar su pregunta. Olfateé la sudadera que llevaba y capté restos de arena mojada, agua fresca y crema solar. El olor de Asher se había mezclado con el mío cuando completamos nuestro vínculo, pero oculto bajo todo ello, él podía oler claramente el aroma a menta y cerveza barata de Brandon. No me había dado cuenta, y él tampoco hasta entonces. "No, Asher", le advertí mientras me incorporaba cuando se apoyó en sus rodillas. Sin camiseta y bañado por la luz de la luna, parecía un Dios vengativo, con los ojos llenos de motas de oro. "Me está utilizando para conseguir una reacción de ti. Créeme, no lo dejé salirse con la suya". "Muéstrame", gruñó él con ira
Asher llegó minutos después de que yo había aceptado la ayuda de Cordelia y entró en silencio por la puerta principal con mucho más sigilo del que debería tener para alguien de su tamaño. Divisé su forma imponente desde el otro lado de la habitación, el pliegue entre sus cejas y la tensión en sus hombros fueron de las primeras cosas que noté. "¿Está todo bien con la patrulla?", pregunté, atraída a su lado. Me pasó un brazo por la cintura y dejó que su mano se posara a unos centímetros de mi trasero. Pude sentir la ira que estaba conteniendo y le dirigí una mirada obstinada. Dejé que mis pensamientos se mezclaran con los suyos para que él fuera el único espectador de lo que dije a continuación: 'Ya no diriges esta manada tú solo, Asher. Puedes contarme cosas’. "Las patrullas están funcionando sin problemas. Solo hay silencio ahí fuera". Asher se aclaró la garganta, lo que desvió mi atención hacia sus labios suaves y sus ojos de miel fundida. Su pulgar rozó mi pulso, y esos labios
Solo estaba parcialmente despierta cuando oí que se abría la puerta del dormitorio. La fría corriente de aire del vestíbulo entró, esparciendo el aroma de Asher por toda la habitación. Mi nariz se movió, e incluso en mi sueño supe cuando él estaba cerca. Unos dedos me rozaron la mejilla. Solo dos, siguiendo lentamente hasta la línea de mi mandíbula. Las chispas, que a veces podían ser abrumadoras, se volvieron sutiles y tranquilizadoras. Su mano se detuvo gradualmente mientras bajaba y rozaba mi cuello y mi hombro. Ya no sentía sus dedos deslizándose por mi piel, sino que ya sabía dónde se posaban. Durante meses fingí que la marca carmesí de mi piel no existía, que era una pesadilla de la que hacía tiempo había despertado. Tristan lo estaba intentando, trabajando para compensar sus errores y preservar a su pueblo, pero yo siempre tendría el recordatorio físico del bando en el que él había estado una vez. Incluso sin su marca, como su reina, siempre tendría esa débil conexión co
"Muy bien, así que tal vez él puede utilizarme para conseguir algo de Asher". Suspiré levemente y luego hice una mueca de dolor cuando el puño de Brandon golpeó la mandíbula de Asher. Mi pareja recibió el golpe con la cara seria. Sus ojos dorados tenían una mirada llena de ira mientras agarraba a su hermano por el cuello y lo empujaba hacia atrás. Brandon, tan engreído como siempre a pesar de la enorme resaca que tenía, recuperó rápidamente el equilibrio. Su pelo oscuro estaba desordenado y carecía del encanto de un pelo despeinado de forma natural. Él entrecerró los ojos enrojecidos, le gruñó a su hermano mayor y embistió hacia delante con la fuerza suficiente para hacer caer a un hombre adulto. Estaba claro que Brandon era un adicto al castigo. Sabía que Asher lo atraparía después de lo que hizo la noche anterior, especialmente después de ponerme una mano encima. Él salió a trompicones de la casa de una hermandad que yo no conocía, justo enfrente de la fiesta de remate a la que