*—Shanna:
Ahora si se sentía apartada, pensó Shanna. Lo que había pensado antes no se comparaba a este peso en el corazón que sentía en aquel momento.
Shanna McKay sonrió mientras aplaudía feliz por su hermana, la cual se había comprometido hace unos segundos. Shanna miró a su hermana gemela que estaba tan feliz que sus mejillas estaban teñidas de rojo y movía las manos con nerviosismo mientras todos en aquella sala se acercaban para darle la enhorabuena a su novio y a ella.
No era envidia. No, para nada, se alegraba mucho por su hermana. Esta había luchado mucho por ese amor que había sido correspondido al fin, Shanna siempre la estuvo apoyando. Solo era...
Se mordió el labio inferior mientras pensaba en que era lo que sentía en ese momento. Se sentía apartada, eso era verdad. Sus hermanas, jóvenes y hermosas estaban atadas a unos hombres increíbles y tan guapos que a veces Shanna se preguntaba si era verdad que ellas estaban con estos tipejos mientras que ella no estaba junto a nadie, estaba sola.
Shanna miró como su hermana menor Cassie y su esposo Chris se acercaban a la pareja recién comprometida. Todos estaban tan unidos y enamorados, ella era la única que no tenía pareja y aunque tuviese a su jefe persiguiendo su trasero eso no se comparaba con lo que sus hermanas tenían. Ellas tenían a unos hombres que lo darían todo por estas. Siempre había deseado ser amada incondicionalmente por un hombre, pero para su desgracia no tenía mucha suerte.
Desde su adolescencia no había tenido suerte. Su primer amor acabó en una confesión desastrosa y siendo ella la burla de algunos compañeros en el instituto, desde entonces no había intentado de tener algo serio. Quizás siempre fue la chica fácil y la que tonteaba con cualquiera ya que no había creído mucho en el amor, pero al ver a sus padres y a sus hermanas siendo tan felices con sus parejas pensó que quizás el amor no era tan malo y que podía intentarlo una vez más.
Shanna se puso de pie y con los brazos cruzados por encima del pecho, caminó hacia la pareja. Era su turno. Mientras caminaba hacia ellos pensó que debería intentarlo. Soltó una risita, quizás podía intentarlo con algún familiar del prometido de su hermana, porque a pesar de que los hombres Bryant actuaban como cretinos arrogantes se veía que eran fieles y amorosos una vez que sentaban la cabeza.
Se detuvo frente a la pareja y Shanna miró a Robert, el prometido de su hermana. Los ojos azules de este brillaron de emoción y Shanna pensó que su hermana era tan suertuda, este tipo frente a ella era un buen hombre y sabía que nunca lastimaría a su hermana gemela.
Shanna soltó un suspiro y movió la cabeza.
—Espero que cumplas con tu palabra—dijo Shanna recordándole a Robert la promesa que le había hecho, sobre conseguirle algún novio que fuera Bryant, ella quería uno de ellos, en verdad quería un tipo que fuera como ellos, lo deseaba.
—Claro que lo hare...—murmuró Robert mientras sonreía con una sonrisa tan resplandeciente que Shanna tuvo que parpadear. Este tipo era grandioso.
Robert levantó una mano hacia ella para estrechar la suya como si fuera un trato de negocios pero Shanna abofeteó la mano y se acercó a su cuñado. Le pasó los brazos por el cuello y lo abrazó. Él era tan grande y cálido, tan apapachable. Ahora entendía porque su hermana vivía siempre entre los brazos de Robert.
—Si no cumples con tu palabra Robert—le dijo refiriéndose a su promesa—Voy a hacerte pagar por ello.
Robert soltó una risita juguetona.
—¿Qué traman?—escuchó que Brianna preguntaba.
Bueno, no era un secreto del pueblo. Robert y Shanna se separaron y la última tomó su distancia, Robert era como un imán, tan atrayente y olía tan bien, no era que estuviese queriendo o deseando al hombre de su hermana, pero había que admitir que el tipo se veía demasiado bien.
—Le dije que le iba a conseguir novio—le informó Robert a su prometida dándole tal mirada que Shanna se quedó sorprendida. Era una mirada llena de amor.
Brianna miro a Shanna.
—Pero estas con...—empezó a decir Brianna pero Shanna se acercó a su hermana y colocó un dedo sobre los labios de la chica. Ella no iba a decir ese nombre. ¿Por qué no entendían que el tipo aquel lo único que deseaba de ella era su vagina? Nada de amor. Ella no quería eso.
—No digas su nombre—dijo Shanna mientras entrecerraba los ojos.
Su hermana abrió los ojos y luego asintió. Shanna sonrió feliz y dejó caer la mano. ¡Qué bueno que lo entendía! Algún día iba a tener una súper mega conversación con su hermana sobre ella, quería que entendiese que lo único que Nicholas O'Brien deseaba, su jefe, era su cuerpo y nada de una relación seria.
Shanna se cruzó de brazos y volvió al tema principal.
—De todos modos, me debe algunos favores—dijo Shanna recordando las veces que ayudó a Robert y Brianna se quedó mirándola como queriendo saber cuáles eran esos dichos favores que Robert le debía. Shanna sonrió—Fui yo la que le dije lo que pasaba contigo cuando te alejaste de él por el episodio de Marle metiéndose entre ustedes—dijo Shanna recordando a la perra de cabello naranja que se había atrevido a meterse entre Robert y su hermana, había querido matar a la tal Marle esa pero Brianna la había detenido y por eso lo dejo pasar pero eso no significaba que le caía bien, Shanna seguía odiando a esa chica con cabello zanahoria, aunque la perra se había regresado el pelo a su color original que era rubio, pero seguía siendo una perra.
—Sí, recuerdo eso—dijo Robert haciendo una mueca—También me ha dado un par de consejos—continuó Robert diciéndole a su novia lo que Shanna había hecho por él. Robert siguió—Además de ello, el día de nuestra cita, fue ella quien te puso tan hermosa—murmuró Robert y Shanna alzó el mentón orgullosa de sus actos, debían de agradecerle mucho.
—Técnicamente fueron las estilistas—murmuró Brianna sonriendo y Shanna fulminó a su hermana. ¿Estilistas? Ella fue la que dio el vistazo bueno y le dijo a las estilista que hacer con su hermana, además de que había sido la proveedora de la ropa que esta había tenido ese día y la que llevaba hoy. Esa ingrata.
—No seas cretina—dijo Shanna y se señaló a si misma—Fui yo—dijo orgullosa—Y además de eso—Shanna se acercó a su hermana y tomó la mano izquierda de esta entre las suyas. Shanna miró el diamante incrustado en la banda de oro platino que yacía alrededor del dedo anular de su hermana—¿Quién crees que le dio tu medida a Robert?—le preguntó ella a su hermana.
Robert había estado molestándola con esto desde hace un tiempo, preguntándole si sabía su talla en anillos. Shanna se la había dado rápidamente porque si él estaba preguntando por ella era porque Robert deseaba comprarle un anillo a Brianna. Luego él le había dicho que había comprado el anillo pero no se lo enseñó, solo le dio una breve descripción de este y que se lo entregaría el día de hoy y pediría otra vez la mano de su hermana.
Dios, en verdad Brianna era una suertuda.
—Gracias—murmuró Brianna feliz y ruborizaba.
Si, lo era. Shanna sonrió y se alegró por su hermana.
—Así que...—comenzó diciendo Shanna y dejo caer la mano de Brianna para acercarse a Robert. Él tenía que conseguirle lo que ella deseaba. Un Bryant. Ella enterró un dedo en el pecho cubierto por una camisa oscura de Robert y lo amenazó—Si no me consigues lo que quiero voy a córtate El Junior, Robert...—bromeó Shanna y la frente de Robert se sombreó, no era verdad, solo bromeaba, seria duro para su hermanita estar sin este semental a cien.
—Más bien es un Senior—escuchó que Brianna decía con una risita.
¡¿Qué?! Shanna se giró hacia su hermana y la miró con las cejas levantadas. Vaya, no había esperado esto venir pero recordó que su hermana últimamente se había convertido en una pervertida.
—¿Brianna hablando de tamaños?—preguntó Shanna con una risita. Pero si ella decía que Robert era un Senior entonces debía de tener un buen paquete ahí delante, de todos modos no le interesaba esto mucho, con tal de que su Bryant tuviera un paquete Senior todo estaba bien.
Vio cómo su hermana gemela se tapaba la boca con las manos y se ponía roja como un tomate para después mirar hacia donde estaban sus padres con los Bryant. Shanna se rio. ¡Esto era divertido!
—Robert me ha pegado su perversión—Brianna le echó la culpa a Robert.
Robert abrió la boca.
—¿Ahora soy la mala influencia?—preguntó Robert con una media sonrisa.
Brianna soltó una risita.
—Sí, lo eres, cariño—murmuró Brianna acercándose a su novio y besándolo brevemente.
Shanna sonrió mientras veía la pareja tontear y mirarse profundamente. Esto era hermoso. Shanna paso la mirada por su hermana mayor Antonella quien estaba igual de tortolita con su esposo Max, luego miro hacia Cassie y Chris, estaban de la misma forma y nada que decir de sus padres y de los Bryant. Todos en los brazos de cupido, dándose amor y mucho cariño.
Este ya no era su ambiente. Lo había dicho antes, se sentía ahora más apartada ahora que Robert y Brianna lo habían hecho oficial. ¿Con quién chismearía sobre hombres? Bueno, no era que lo hacía mucho pero Brianna y ella siempre estuvieron juntas como hermanas gemelas que eran, pero ahora su hermana tiene otras prioridades.
Shanna bajó la cabeza mientras escuchaba a Robert despedirse de todos. Ellos de seguro iban a divertirse esta noche juntos, en verdad todos en aquella sala iban a divertirse junto a sus parejas mientras que ella se ahogaría en la soledad de su cuarto ya que ni amigas tenia. Era algo patética.
Shanna suspiró y miró hacia el techo. Solo esperaba que conociera a ese ser especial que le alegraría la vida muy pronto.
*—Shanna:Era una de las esas personas que odiaba los lunes. Antes, cuando iba al instituto, los amaba. Era su día favorito de la semana. Comienzo de semana, la gente tiene pilas nuevas, eran geniales para ella, pero desde que salió de este y luego duro un tiempo vagueando en casa, se dio cuenta de que había estado tan equivocada y después cuando empezó a trabajar para uno de los más jóvenes y reconocidos abogados de la ciudad, Nicholas O’Brien, comenzó a tener otra idea peor que estar equivocada.Era un infierno.Si le preguntaban a Shanna McKay si era divertido trabajar para su jefe, iba a decir que prefería comerse una caja de tachuelas oxidadas antes de admitir eso. El hombre era un ogro, peor que Shrek, parecía como si su madre cuando iba a dar a luz de él, hubiese hecho un pacto con alguien para dejar de sentir el dolor de salir de cuentas, porque su j
*—Shanna:El día había terminado.Shanna guardó sus cosas en su bolso y miró la hora en su reloj. Solo eran las 4 de la tarde y ya se iba, eso se debía a que su jefe le había permitido irse antes de tiempo. Shanna miró hacia la puerta cerrada de la oficina de su jefe. Hoy estaba demasiado extraño. Había pasado el día encerrado en el lugar y las veces que salió, Nick no la miró como normalmente la miraba, con deseo, solo la observó con tristeza. ¿Qué mierda le pasaba?Ayer había estado todo molestoso y sonriente mientras que hoy estaba tan encerrado en sí mismo. En verdad que su jefe era bipolar. Bueno, Shanna se puso de pie y se caló el bolso en el hombro, eso ya no le importaba. Iba a aprovechar que la haya dejado irse antes. Se alejó del amplio escritorio y comenzó a caminar hacia el as
*—Shanna:¿Qué vestido debería escoger?Shanna miró hacia los vestidos de gala que había seleccionado. El primero era un vestido rojo intenso, como si fuera una túnica griega, largo y de una tela suave. El segundo era de color blanco con encaje dorado y el estilo era parecido al anterior, tenía una amplia falda media transparente que se abría por toda la pierna izquierda hasta la cadera revelando una corta falda. Le gustaba, si pero el tercer vestido también le encanta, este era de un tono pastel cremoso que iba cambiando de tonalidad después de las caderas a un tono rosa pastel. Este último vestido pegaba más en Brianna ya que era demasiado rescatado.Umm… Shanna se acarició la barbilla y miró hacia el probador, Brianna estaba dentro de él midiéndose un vestido azul oscuro. En ese momento, su hermana gemela
*—Shanna: Se habían adentrado a la fiesta y ni bien lo hicieron se vieron rodeados por Chris y Cassie, la última comenzó a decirles lo muy hermosas que se veían esa noche y también se quejó de que le hubiese gustado vestirse así pero que su embarazo se lo impedía, pero, aun así, Shanna observó que su hermana se veía también muy hermosa, el embarazo a Cassie le sentaba muy bien. El grupo creció unos minutos después, ya que se agregaron Holly, la amiga de Cassie y su esposo Seth, quien era amigo de Chris, los dos parecían una pareja de Hollywood ya que estaban maravillosos. Hablaron un poco y Seth bromeó con Robert diciendo que la última vez que lo vio en un traje fue en la boda de Cassie, Robert se había ruborizado y le había dicho que olvidase eso, ya que para este era un mal recuerdo. Shanna se rio ante esto. Era cierto que era un mal recuerdo, pero él lo tenía que ver por el lado positivo, si no fuera porque paso lo que paso
*—Nick:Debía de estar borracho. Nick miró la copa de champan que tenía en la mano, esta estaba media vacía y era la sexta copa que tomaba… ¿o era la octava? No sabía, había perdido la cuenta ya. Nick soltó un suspiro y dejo la copa sobre la bandeja de un camarero que paso cerca. No más alcohol por hoy.Se llevó una mano a la corbata y se la aflojó un poco. Tenía calor. Miró por el salón. Buscando a la causa de su sufrimiento de aquella noche. La encontró. Esta vez ella estaba sola con aquel tipo que sería la desgracia de Nick. Se veía que Shanna estaba coqueteando con él y el tipo estaba haciendo lo mismo, ya que tenía una de esas sonrisas derrite mujeres que caracterizaban a los Bryant.Siempre las había odiado. Chasqueó la lengua.—Amigo—murmuró una voz
*—Nick:Sabía que se estaba arriesgando a que Shanna lo mandase a la mierda otra vez, pero no podía alejarse de ella. Era doloroso. Luego de escuchar el consejo de Cassie y tomar una decisión, partió hacia donde había visto salir a Shanna con el tal Jonathan. Tenía que arreglar las cosas. Sabía que estaba siendo insistente pero ahora que un nuevo rival había aparecido tenía que actuar algo más rápido que antes.Cuando salió del hotel hacia el jardín de este, buscó a Shanna con la mirada encontrándola en una mesa de hierro forjado con el primo de Chris, tomando y hablando muy amenamente. Se había mantenido observando el comportamiento de ambos para poder sacar algunas conclusiones de esto. Shanna había pasado todo el rato coqueteando con Jonathan y este devolviéndole los cumplidos.A pesar de que deseab
*—Shanna:Lo tensión se podía cortar con un cuchillo.Shanna levantó la mirada hacia su hermana quien estaba de espaldas a ella friendo beicon. Luego de la media discusión entre Nick y Brianna, esta última le había cerrado la puerta en las narices. Shanna aún estaba sorprendida. No sabía que su hermana era de esa manera. Después, Brianna la mandó a ducharse con un tono duro y así lo hizo ella, no iba a replicar, se veía que su hermana iba a lanzar fuego por su boca en cualquier momento.Ahora, luego de aquella ducha decidieron desayunar. Brianna había preparados unos deliciosos pancakes acompañados con beicon y huevos. Shanna aún tenía su plato lleno, pero Robert, sentado a su lado, ya estaba por el segundo. ¿Cómo podía comer tanto y seguir así?, se preguntó Shanna mirando
*—Shanna:Luego de un fin de semana magnifico (ignorando aquella escena con Nick de por medio), Shanna regresaba al trabajo disgustada. Saber que tenía que verle la cara a su jefe otra vez era un fastidio, pero bueno, por lo menos Johnny vendría a buscarla para el almuerzo y luego al final de la jornada.Había pasado el domingo completo a su lado. Fueron de compras, al cine, a algunos lugares que Johnny había querido ir y al final cenaron juntos. Fue un día maravilloso. Nunca pensó que las citas eran tan geniales. Ahora cambiaba completamente su concepto. Pero a pesar de que había deseado obtener un beso de buenas noches en la puerta de su casa, así como ponían en los libros románticos, se había conformado con uno en la mejilla.Shanna sonrió feliz y entró en la oficina cuando las puertas del ascensor se abrieron frente a ella. Se habían hecho