Había estado preocupada de no llegar para el cumpleaños de Carolina, pero afortunadamente los libros llegaron justo el día anterior.—¿Cómo supiste que llevaba tanto tiempo buscando esta colección? —preguntó Carolina, sosteniendo los libros con deleite.—Lo has mencionado tantas veces —Lucía arqueó una ceja—, que hubiera sido difícil no saberlo.—Hmph, eso te pasa por no venir a casa en tanto tiempo... —Carolina hizo una pausa—. Pero gracias, mi amor, me encanta este regalo.La abrazó con cariño, mirándola con ternura mientras le acariciaba el cabello: —Recuerdo que siempre llevabas el pelo largo, ¿por qué te lo cortaste?—¿No me queda bien corto? —preguntó Lucía, acurrucándose contra ella.—¡Te queda precioso! ¡A mi hija todo le queda bien! —declaró Carolina con orgullo.Lucía sonrió y se acurrucó aún más cerca.—Ya pasaste el examen escrito, pronto será la entrevista, ¿verdad? —comentó Carolina—. ¿Significa que debes volver a Puerto Celeste?Lucía hizo una pausa antes de asentir suav
Ni ella misma tenía una idea clara de qué esperar.—Los ojos oscuros de Daniel brillaron con un destello de diversión—. Como tú dijiste, es solo un "tal vez", y yo confío en las probabilidades más altas.—Entonces tomaré eso como un buen augurio —respondió Lucía con una sonrisa....La segunda ronda de entrevistas en la Universidad Borealis estaba programada para principios de marzo.Lucía eligió cuidadosamente un traje formal y lo combinó con zapatos negros de tacón bajo.Un atuendo conservador: ni destacaba demasiado, ni desentonaba.Antes de salir, después de pensarlo un momento, tomó una bufanda de seda con estampado naranja y verde y se la puso.Ese simple detalle le dio vida al conjunto que de otro modo hubiera sido demasiado sobrio.La noche anterior había llovido, dejando el suelo húmedo y un aire denso y pegajoso.Era como si el mundo entero estuviera envuelto en una bolsa de plástico.Lucía observaba el ir y venir de gente en la sala de espera - algunos suspirando con pesadez
—Ejem... sí y no —respondió alguien.—¿Qué son los quasi-crystals?—Son cuasicristales. Es una estructura cristalina donde los átomos no siguen un patrón de simetría periódica repetitiva. Su disposición está entre un cristal y un no cristal. Los descubrió Daniel Shechtman, quien ganó el Premio Nobel de Química en 2011 por este hallazgo.—Ah, ya veo... ¡Espera! ¿Premio Nobel de qué?—De Química.—¡Un momento! ¿No estamos entrevistando para el posgrado en Biología?¿Cómo habían llegado a preguntas de física y química?—El profesor Medina ya advirtió que sus preguntas no se limitarían a la biología.—Uf, honestamente, esta pregunta es demasiado difícil para un estudiante de pregrado.—Respondió muy bien las preguntas anteriores, pero tuvo mala suerte de que Daniel se fijara en ella...—¿Te parece muy difícil? —intervino Daniel con tono neutral—. Por supuesto, puedes optar por no responder.Lucía levantó la mirada y lo enfrentó directamente—: ¿Tienen un pizarrón y marcadores?La clave esta
Lucía relajó los puños que había mantenido apretados, hizo una educada reverencia y se retiró.Cuando ella se fue, otro evaluador comentó medio en broma—: Daniel, ¿no fuiste demasiado duro con esta estudiante? Esa pregunta ni siquiera muchos estudiantes de doctorado podrían responderla.—Los estudiantes excepcionales te hacen querer descubrir sus límites —respondió Daniel con calma.Y ella había demostrado tener aún más potencial del que él imaginaba....Al salir del examen, Lucía recibió un WhatsApp de Paula.Habían quedado hace una semana en celebrar después de la entrevista en su restaurante francés favorito.Lucía estaba por abrir la aplicación de mapas para pedir un auto cuando escuchó una voz familiar tras ella.—¿Lucía? Sí eres tú.Carmen también venía a su entrevista de segunda ronda, pero en la tarde.Había llegado temprano para familiarizarse con el ambiente y calmar los nervios, pero no esperaba encontrarse con Lucía.—¿Tú estás...? —Carmen la examinó de arriba abajo.—En m
—Dejar a Mateo será la peor decisión de tu vida. ¡Sin él no eres nada! —Carmen sonrió con frialdad—. No te creas tanto, ser la primera en el examen escrito no garantiza que entres. ¡Ya veremos!Dicho esto, enderezó la espalda y se alejó a grandes pasos.La expresión de Lucía no cambió. Tranquilamente volvió a su tarea de pedir un auto.Cuando Paula escuchó la historia, casi explota de rabia—: ¿Por qué no le diste su merecido? ¡¿Cómo pudiste dejarla ir así sin decir nada?!—No, mientras más lo pienso, más me enfada. ¿Carmen todavía está en la Universidad Borealis? Voy ahora mismo a darle una lección por ti.Lucía rio suavemente—: Tranquilízate. Solo fueron algunas provocaciones sin importancia. He escuchado esas palabras tantas veces que ya perdí la cuenta.Mientras hablaba, cortaba su filete con calma y se llevaba un bocado a la boca.La carne estaba perfectamente cocida, jugosa y con un delicioso sabor a mantequilla.Tan delicioso como siempre.Paula estaba perpleja—: ¿Eres una tortug
Sus desvaríos le provocaban dolor de cabeza a Mateo.Especialmente cuando mencionó a "Lucía" - su cuerpo se tensó inconscientemente.Desde su regreso de Maldivas, Mateo le había enviado innumerables mensajes desde diferentes números, pero todos quedaron sin respuesta.Solo podía ir a buscarla donde vivía, una, dos, tres veces...Esa frustración de no poder encontrar a alguien en todo el mundo lo tenía inquieto.Y ahora, escuchaba noticias de ella por boca de Carmen...—¿Qué dijiste? ¿Qué tiene que ver Lucía con esto?—¡Por supuesto que tiene que ver! ¡Quedó en primer lugar! ¿Entiendes? ¡PRIMERA! ¡Ana solo acepta tres estudiantes este año y yo quedé en cuarto lugar!Si no fuera por Lucía, ella habría subido un puesto.Esa sensación de haber caminado 99 pasos y fallar en el último la llenaba de frustración y resentimiento, transformándose en odio y rencor.Mateo se quedó paralizado—: ¿Dices que... ella fue aceptada?—¡Sí! ¡Y con excelentes calificaciones! ¿Estás satisfecho? No solo le va
Sus ojos, antes llenos de furia, brillaron repentinamente.¡Ajá!¡Así que era eso!Con razón quedó primera en la entrevista.Carmen inmediatamente sacó su teléfono y tomó varias fotos de sus espaldas.Al revisarlas, notó que Daniel iba medio paso detrás de Lucía, su figura alta proyectando una sombra sobre la silueta delgada de ella.Desde ese ángulo, parecía como si el hombre estuviera abrazando a la mujer.Este viaje no había sido en vano.Carmen entrecerró los ojos. No era que ella fuera cruel, pero Lucía se lo había buscado al competir contra ella.Volvió a su auto y, ansiosa, sacó su laptop y abrió la página web de la Universidad Borealis.Rápidamente encontró un correo de denuncias en la página principal.Subió las fotos y redactó un texto pomposo: "...Para preservar la reputación y moral de la Universidad Borealis, y evitar dar un mal ejemplo a los estudiantes, ruego a las autoridades reconsiderar la admisión de Lucía."Finalmente hizo clic en "Enviar anónimamente" y el correo s
Le tomó un largo momento procesar aquellas palabras antes de responder con voz ronca—: ...Estoy bien.—Los trolls de internet hablan sin pensar, creen cualquier rumor. No lo leas ni te preocupes. Nadie sabe mejor que yo lo mucho que te ha costado llegar hasta aquí. No permitiré que te difamen, y Daniel tampoco se quedará de brazos cruzados. No te preocupes.Las palabras de Paula consolaron enormemente a Lucía.—Gracias, Paula.Apenas terminó esa llamada, Daniel la llamó.—Ya me enteré de lo del foro —fue directo al grano—. Alguien tomó fotos a propósito para crear controversia y confundir a la gente. Probablemente está relacionado con tus calificaciones del examen.Lucía se mordió el labio, sin responder.Daniel notó su silencio y tras una pausa, dijo—: La universidad también recibió la denuncia y ya formó un equipo de investigación. Pronto darán una respuesta oficial. La universidad no permitirá que se acuse injustamente a una buena estudiante, ni dejará impune a los culpables.Despué