’Después de todo, hoy en día, hay muchas Cenicientas que desprecian el dinero de los presidentes dominantes y prefieren vivir una vida miserable mientras salen con ellos’.

La colega pensaba que este podría ser el caso. Más temprano, varios de ellos se reunieron y hablaron sobre quién pagó exactamente la cuenta anoche.

"No". Ling Yiran lo negó. “Una vez lo fue, pero ya no”'.

"¿Eh? ¿No?". La colega parecía sorprendida, no esperaba que Ling Yiran lo negara tan directamente. "Pero Guan Lili dijo...".

"¿Mi novio tiene que ser quien ella diga?", preguntó Ling Yiran.

La otra mujer estaba sorprendida, sin saber cómo continuar la conversación.

Ling Yiran se fue de la despensa con un vaso de agua en la mano. Regresó a su puesto y comenzó a trabajar.

Tener citas formaban parte del pasado ahora. Todo lo que ella quería hacer ahora era trabajar bien y trabajar duro en esta ciudad... ¡para volver a ser abogada!

¡Solo de esta manera ella podía ser digna de los que la querían!

...

Qin Lianyi