Sus delgados labios estaban presionados juntos en una línea recta, y la miraba en silencio.

"Jin, yo... ya no quiero pensar más en ti. Ya no pensaré más en ti de ahora en adelante...", ella siguió murmurando como si estuviera expresando las palabras que estaban enterradas en su corazón a través de su estado de ebriedad.

"Resulta que... es muy fácil para ti no amar a alguien”.

"Dime. ¿Quién de nosotros... Ehh... ha traicionado al otro?”.

"También debería agradecerte... por hoy. Gracias por salvarme... y pagar la cuenta por mí... pero... yo... no tengo nada que ofrecerte…”.

"No, yo... puedo darte algo a cambio... y eso es... salir de tu vida. No te preocupes. No soy... no soy alguien que no deja de molestar a los demás...".

Ella balbuceaba, sin darse cuenta de que cada palabra que decía lo estaba lastimando.

Había una opresión en su pecho que lo hacía sentir incómodo.

‘Hemos terminado. Ya no la amo, pero ¿por qué... ella parece estar controlando todas mis emociones?’.

Sus palabr