Aún así, Hao Qirong todavía parecía humilde.

"Eso no es necesario. No creo que quiera verlos", dijo Yi Jinli a la ligera.

Hao Yimeng y Lyu Zhixue parecían aliviadas. Era mejor para ellos no disculparse en persona. Al menos podrían sentirse menos humillados.

Después de todo, era difícil para ellos disculparse con la persona que solían percibir como una hormiga, especialmente cuando esa persona era la asesina de su hija. Para Hao Yimeng, fue una vez su rival en el amor.

Sin embargo, Hao Qirong no suspiró aliviado. En cambio, sus cejas se fruncieron aún más. Un presentimiento recorrió su corazón. Temía que esto no fuera tan fácil como pensaba.

"En ese caso, no te molestaremos, Jinli. Adiós”. Lyu Zhixue hizo una seña a Hao Qirong con sus ojos para que se fuera rápidamente.

Lyu Zhixue solo se había levantado cuando la voz de Yi Jinli sonó, "Por cierto, deberían pagar lo que deben antes de irse".

"¿Qué debemos?". Lyu Zhixue parecía desconcertada, preguntándose a qué se refería Yi Jinl