Sin embargo, si ella dependiera demasiado de él, quizás poco a poco se convertiría en un hábito...

Se inclinó y besó suavemente su mejilla que todavía estaba hinchada. El beso fue tan suave, fue como la caricia de una pluma. "Entonces depende de mí. Es justamente lo que deseo".

Él quería que ella dependiera tanto de él que no pudiera dejarlo...

Aproximadamente media hora después, el médico de familia llegó a la Residencia Yi. Echó un vistazo a las mejillas hinchadas de Ling Yiran y le recetó un medicamento para reducir la hinchazón.

Después de que el médico se fue, Ling Yiran estaba a punto de aplicar el medicamento cuando Yi Jinli se lo quitó. "Lo haré por ti”.

"Está bien", respondió ella.

Hundió sus largos dedos en el ungüento y extendió suavemente el aceite por su mejilla. Sus movimientos eran muy suaves. Con la frescura del ungüento, ya no le ardía la mejilla.

"Eres un verdadero dolor de cabeza. Siempre te estás lastimando", susurró. Todavía le estaba aplicando el ungüento.