"Solo haz lo que creas que debes hacer. No te molestes con el resto", dijo la Señora Zhuo.

Su hija había considerado tantas cosas que llegó a esconder su miseria en su corazón y sufrió en silencio.

Ella solo quería que su hija fuera feliz.

Mirando a Zhuo Qianyun y a la Señora Zhuo frente a ella, Ling Yiran no pudo evitar tener un destello de envidia en sus ojos.

Tenía envidia de que la Señora Zhuo siempre estaría al lado de la Hermana Zhuo sin importar lo que sucediera. Ella no tenía muchos recuerdos de su madre. ¡El álbum de fotos que dejó su madre también estaba medio quemado!

Sin embargo, tal vez su madre se alegraría por ella si todavía estuviera viva y supiera de su vida actual.

Ling Yiran salió en silencio de la tienda para que Zhuo Qianyun y la Señora Zhuo pudieran pasar un tiempo a solas. Llegó a la entrada de la escuela primaria. Era casi la hora de que terminara la escuela, por lo tanto los padres habían comenzado a reunirse en la entrada.

Ling Yiran se unió al grupo d