"Pero...". Incluso el Capitán Wang estaba empezando a pensar que Xia Xi no tenía una enfermedad mental.

"Sin peros. Soy la tutora de mi hermana. ¡Mi hermana ha sido vilmente secuestrada y quiero rescatarla! El experto de la ciudad confirmó la enfermedad mental de mi hermana. ¿Cómo podría ser falso solo porque otros lo dicen? ¿Quién va a asumir la responsabilidad cuando pase algo?", gritó Xia Huan.

Justo cuando el Capitán Wang estaba a punto de entrar corriendo a la habitación donde el doctor estaba diagnosticando a Xia Xi, de repente sonó una voz. "Suficiente. Deja que el doctor termine de diagnosticar a Xia Xi".

"¿Qué?". Xia Huan se sorprendió cuando miró a la persona a su lado con incredulidad. Quien habló fue su esposo, Su Zhehan.

Los demás también se congelaron.

"Zhehan, ¿qué estás diciendo? ¡Debemos llevarnos a mi Hermana y terminar con esta broma!", susurró Xia Huan.

Sin embargo, Su Zhehan solo miró directamente a la enorme pantalla electrónica y luego a los ojos de Xia Xi