"Eso podría ser suficiente para convencer a la otra gente... pero Zhehan no se dejará convencer tan fácilmente", dijo Xia Huan con preocupación.

"¿Y qué si él incluso lo sospecha y descubre la verdad? ¿Puede investigarlo? ¿Renunciará a su familia o incluso a la mitad de su carrera por Xia Xi, quien ha estado viviendo una vida de pura miseria?". El Señor Xia no estaba satisfecho con el comportamiento de su hija. Ella se comportaba como si el cielo estuviera a punto de caerse. "No olvides que tienes un hijo con Su Zhehan".

Los ojos de Xia Huan se iluminaron al instante. Sí, ella todavía tenía a Ruiheng. Ruiheng era el único nieto de la familia Su. ¡Incluso si Zhehan todavía sintiera algo por Xia Xi, no metería en problemas a la familia Xia ni a ella por el bien de Ruiheng!

"Por cierto, ¿Ruiheng todavía sigue en el extranjero?", preguntó el Señor Xia.

"Sí, está con sus abuelos. Dijeron que quieren que pase un tiempo en el extranjero antes de que comience la escuela", dijo Xia Huan.

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