Qin Lianyi se acostó.

Zhuo Qianyun le pidió a su madre que cuidara la tienda mientras ella se subía al coche de Ling Yiran.

Ling Yiran conducía mientras Zhuo Qianyun llamaba a Bai Tingxin. "¿Bai Tingxin? A Lianyi se le rompió la fuente. La estamos llevando al hospital...".

"¿Cómo está Lianyi?", preguntó Bai Tingxin con urgencia.

"Ella... Ella está bastante tranquila ahora", dijo Zhuo Qianyun mientras ponía el teléfono frente a Qin Lianyi.

Por teléfono, Qin Lianyi dijo mientras respiraba profundamente: "Tingxin... El... El bebé y yo estaremos bien. No... No te preocupes. No... No entres en pánico cuando vayas al hospital. No conduzcas tú mismo. Ven con el conductor...".

Ella no se olvidó de advertirle. Tenía miedo de que tuviera un accidente si conducía solo y se distraía.

"Está bien, entiendo. No tengas miedo. ¡No tengas miedo! Me tienes a mí", dijo Bai Tingxin, pero su voz temblorosa sonaba más asustada que la de Qin Lianyi.

Una vez que terminó la llamada, Qin Lianyi continuó