Zhuo Qianyun apretó los labios. Sabía lo que le preocupaba a su madre, pero... "Mamá, ahorraré suficiente dinero para mi jubilación. El Pequeño Yan también es un niño filial. Él me cuidará cuando sea vieja, así que no tienes nada de que preocuparte".

"Qianyun, dime la verdad. ¿Tú... todavía sientes algo por Ye Wenming? ¿Él es la razón por la que no puedes seguir adelante?", preguntó la Señora Zhuo.

Zhuo Qianyun se quedó en silencio. Ye Wenming era como una marca permanente para ella. Aunque ahora no sentía nada por Ye Wenming, todavía no podía olvidarlo.

Después de todo, él fue una parte muy importante de su vida. ¡Él fue incluso quien hizo que no pudiera amar a alguien!

Ella no se atrevía a iniciar una nueva relación. ¡Un gato escaldado del agua fría huye!

"Mamá, es cierto que no puedo olvidar lo que sucedió en el pasado, pero ya no amo a Ye Wenming. Eso lo sé mejor que nadie. ¡Manejar un pequeño negocio como este y estar contigo y el Pequeño Yan es la vida que quiero!".

La Seño