Él sujetó su muñeca antes de que pudiera tocarlo. "Estoy bien. Ya no me duele la cabeza".

"Eso es bueno". Ella sonrió y trató de retirar su mano, pero la mano de él todavía sostenía firmemente la suya.

"¿Jin?". Ella lo miró con curiosidad.

Él apretó los labios y dijo, casi como si sintiera mucho coraje: "¿Estás segura... de que no te fuiste porque ya no me amabas?".

"¿Por qué me preguntas esto de repente? Te lo dije antes, debí haberme ido... por otras razones. No puede ser que haya sido porque dejé de amarte. ¡Sé que te amo! Y eso no va a cambiar", afirmó Ling Yiran.

Le contaría todo si no fuera por el hecho de que decirle la verdad sobre su caída al mar sería demasiado para él.

"Nada, solo quiero... tenerlo claro. Después de todo, no tengo muchos recuerdos del pasado", dijo él.

Ling Yiran sonrió. "Entonces, con paciencia, te contaré todo sobre nuestro pasado. Tal vez recuperes tus recuerdos escuchándome contarlos".

Él la miró fijamente. "¿Quieres que recupere mis recuerdos?".