Entonces, Qin Lianyi salió con su teléfono al pasillo fuera de la oficina y le dijo a su madre: "Mamá, yo misma puedo encontrar un novio. No te preocupes por eso. Y deja de hacerme citas a ciegas. Ya me has arreglado muchas".

"¡Así que sabes que han sido muchas! Han pasado varios años. Ya no tienes 28 sino 33 años ahora. Dentro de poco, serás una mujer mayor. ¡Las mujeres mayores de 35 años usualmente tienen problemas para encontrar pareja!". La Señora Qin trataba de persuadirla con seriedad.

Los ojos de Qin Lianyi se estrecharon. Comprendía las preocupaciones y la ansiedad que sentía su madre. Tenía miedo de que se quedara sola y sin nadie que la cuidara después de su muerte. Si llegaba a superar el rango de edad ideal para tener hijos, se quedaría sin ellos.

Sin embargo, Qin Lianyi no se consideraba incapaz de vivir sola.

Podía vivir una buena vida sola. En el peor de los casos, tendría que encontrar un hogar de ancianos cuando fuera mayor.

Sin embargo, quería que sus padres dej