"No puedo negarme, ¿verdad?" Preguntó ella.

Sus ojos brillaron levemente y la sonrisa de su rostro desapareció poco a poco. Luego se enderezó lentamente y la miró. "No, puedes negarte. Puedo darte el derecho a negarte, pero..."

Después de una pausa, la miró con una leve sonrisa. "Hermana, ¿estás segura de que quieres negarte?"

Ling Yiran sintió que el aire a su alrededor parecía estar congelado en ese momento. Si estaba de acuerdo, de hecho podría conseguir muchas cosas o incluso cambiar su propio destino.

Si hubiera sido alguien más quien le hubiera dicho estas palabras, tal vez ella hubiera estado de acuerdo.

Pero, Yi Jinli... Tenía una especie de miedo hacia este hombre. Era cierto que nunca había intentado realmente tratar con ella. Sin embargo, una sola frase suya le había causado mucho sufrimiento en prisión.

Durante los tres años de encarcelamiento e incluso la audiencia judicial, nadie se atrevió a aceptar su caso después de escuchar que era la prometida de Yi Jinli quien había