En aquel entonces en prisión, Ling Yiran estaba sola. Si Lianyi no la hubiera visitado con frecuencia para animarla y correr alrededor haciendo cosas por ella, Ling Yiran podría no haber salido viva de la prisión.

Fue Lianyi quien le había brindado su apoyo durante los últimos tres años difíciles.

"¿El pitillo que salva vidas...?" Los ojos de Yi Jinli brillaron. Qin Lianyi parecía ocupar un lugar especial en el corazón de Ling Yiran. Yi Jinli preguntó: "Aunque, ¿no te parece gracioso tratar a una persona como una pajilla que salva vidas? ¿Qué pasa si el pitillo que salva vidas te abandona? ¿No sentirás desesperación?"

"Lianyi no haría eso", Ling Yiran respondió con confianza, mostrando su confianza absoluta en Qin Lianyi.

Yi Jinli no tenía idea de por qué se sentía incómodo. No le gustaba la idea de que Ling Yiran confiara en alguien más. Parecía estar dispuesta a hacer cualquier cosa por esa persona.

...

Durante los próximos días, la carga de trabajo de Ling Yiran aumentó enormemente, ya que el personal de administración del Centro de Servicios de Saneamiento vendría para su inspección. Había veces donde tuvo que trabajar horas extras.

Afortunadamente, cuando regresó a la casa, Jin había preparado la cena, esperándola, y eso le calentó el corazón.

Anteriormente, ella ya le había dicho a Jin que siguiera adelante y cenara si regresaba tarde a casa. Sin embargo, insistió en esperarla para cenar juntos.

A veces, sentía que los dos vivían en un pequeño apartamento de alquiler deteriorado, dependiendo el uno del otro. Tenía que ser así como uno se sentía cuando tenía un hermano menor.

Temprano en la mañana, después de limpiar las calles que le asignaron, Ling Yiran regresó al Centro de Servicios de Saneamiento. Después de guardar las herramientas, se paró en el césped frente a la entrada.

Al cabo de un rato llegaron los inspectores de la Oficina de Gestión Urbana. Todos los que estaban a cargo de barrer las calles se pararon en el pasto para dar la bienvenida a los inspectores, haciéndolo conveniente para la presentación de informes.

El cuerpo delgado de Ling Yiran se destacó entre el grupo de mujeres de mediana edad.

"¡Yiran, eres Ling Yiran!" Cuando los inspectores llegaron al Centro de Servicios de Saneamiento, una mujer de unos 28 años gritó al ver a Ling Yiran.

Ling Yiran levantó la cabeza y vio a una mujer con un traje de color azul claro. Llevaba el cabello recogido en un moño, y tenía una cara redonda y ojos rasgados. Se veía normal, pero su maquillaje la hacía lucir bien.

Ling Yiran se sorprendió por un tiempo antes de reconocer a su compañera de secundaria, Miao Jiayu.

"¡Eres tú!" Miao Jiayu miró a Ling Yiran con asombro cuando le preguntó: "¿Por qué estás aquí? ¿Ahora eres... una trabajadora sanitaria? "

"Sí, estoy trabajando aquí", respondió Ling Yiran. No apartó los ojos de la mirada de Miao Jiayu. Después de todo, era inevitable que uno se encontrara con sus viejos amigos. No importa cuán vergonzoso fuera eso, tenía que enfrentarlo.

"Jiayu, ¿se conocen?" preguntó colega de Miao Jiayu que había venido con ella.

"Así es. ¡En aquel entonces, Yiran era la chica más bonita de la clase y una súper estudiante! Ella siempre sobresalía en la clase. A muchos chicos en nuestra clase les gustaba y querían cortejarla. Sin embargo, a Yiran no le gustaba ninguno de ellos, "Miao Jiayu le dijo a su colega. Ella deliberadamente elogió a Ling Yiran a los cielos.

Cuanto más hacía eso, más mostraba el contraste con la situación en la que se encontraba Ling Yiran actualmente.

Como era de esperar, el colega frunció el ceño y comentó: "¿Era la chica más bonita de la clase? ¡Debes estar bromeando!".

Miao Jiayu sonrió levemente, sintiéndose complacida. En ese entonces, en clase, muchos estudiantes tenían envidia de Ling Yiran, ya que era como un cisne. Como Miao Jiayu era un patito feo, nadie se fijó en ella.

Sin embargo, ¡el cisne terminó barriendo las calles!

Cuando los colegas de Ling Yiran escucharon lo que Miao Jiayu había dicho, se voltearon para mirar a Ling Yiran con diferentes expresiones en sus rostros. Algunos parecían sorprendidos, otros la miraban con simpatía y algunos se burlaban de ella.

Al día siguiente, después de que Ling Yiran terminó de barrer las calles y regresó para devolver las herramientas, una chica del Departamento de Herramientas le preguntó con curiosidad: "Yiran, ¿eras la chica más bonita de la clase y la súper erudita cuando estabas en la escuela?"

Ling Yiran no respondió. Fang Qianqian, otra mujer del Departamento de Herramientas, resopló: "¿De qué sirve ser la chica más bonita de la clase y súper erudita? Si fuera capaz, se habría conseguido otro trabajo".

La chica que le había hecho la pregunta a Ling Yiran miró a Ling Yiran con vergüenza, pero Ling Yiran simplemente bajó la cabeza. Después de haber firmado su nombre en el libro de registro logístico, se dio la vuelta para irse.

La hermana Xu la alcanzó y le dio una palmada en el hombro, diciendo: "No te tomes en serio las palabras de Fang Qianqian. Ella está desahogando su enojo contigo porque le gusta Guo de la flota".

Ling Yiran parecía desconcertada, ya que no tenía idea de a quién se refería la hermana Xu y qué tenía que ver Guo con ella.

"Guo es uno de nuestros conductores y parece estar interesado en ti. Siempre te saluda", respondió la hermana Xu. Ella estaba realmente preocupada por Ling Yiran cuando dijo: "Guo es un buen tipo, y el Centro tiene planes para él. Sus padres también le compraron una casa para su matrimonio. Tal vez desees considerar aceptarlo".

Ling Yiran negó con la cabeza y respondió: "No, gracias. No tengo ninguna intención de estar en una relación".

"Ya tienes 27 años. A medida que una mujer envejece, será más difícil encontrar pareja".

"En ese caso, permaneceré soltera", respondió Ling Yiran. Después de salir de prisión, ya no albergaba esperanzas en las relaciones.

En ese entonces, Xiao Ziqi le había hecho varias promesas. Sin embargo, al final, presenció cómo le arrancaban las 10 uñas en prisión y ni siquiera pestañeó. Simplemente comentó que ella lo había pedido.

Desde entonces, todos los sentimientos que tenía por él se habían ido por completo.

Había soñado con esa escena en particular varias veces y siempre terminaba despertando empapada de sudor.

Muchas veces, cada vez que sentía dolor en los dedos, se decía a sí misma que el amor era cruel.

Ya no tenía el deseo de entrar en una relación.

Además, era una ex convicta. No había sido fácil para ella conseguir un trabajo, ¡y mucho menos un marido! ¿A quién no le importaría que tuviera antecedentes penales?

Cuando Ling Yiran hizo ese comentario, de repente pensó en Jin. Podría conseguirle un móvil a Jin tan pronto que recibiera su salario en unos días más.

"Ay... Tú..." La hermana Xu suspiró y no continuó.

El día de pago, Ling Yiran llevó a Yi Jinli al bazar para comprar un móvil.

"Está bien que no tenga un móvil", dijo Yi Jinli. No había esperado que Ling Yiran le consiguiera uno.

"Hoy en día, todo el mundo tiene un móvil. Será más conveniente que las empresas se pongan en contacto contigo cuando solicites un empleo. No puedes estar distribuyendo folletos toda tu vida", dijo Ling Yiran. "Por otra parte, si tienes un móvil, será más fácil para que nos informemos si llegamos tarde a casa".

Los dos llegaron a un puesto en el bazar que vendía teléfonos móviles. Había diferentes modelos, pero Ling Yiran solo podía pagar alrededor de 1,500. Ella había visto en Internet y seleccionó algunos modelos. Pronto, tomó los pocos modelos que había seleccionado y le pidió a Yi Jinli que eligiera el modelo que le gustaba.

"Solo puedo pagar estos modelos viejos. Sin embargo, verifiqué estos modelos y encontré que tienen una buena relación calidad-precio. Las configuraciones también son buenas. Usa esto primero. Cuando pueda ganar más dinero, yo voy a..."