Ling Yiran tuvo un recuerdo de la escena en el hospital cuando le dijo a Gu Lichen que ella era la niña que le salvó la vida, pero Gu Lichen ya no la creía porque lo había negado tantas veces antes.

Todas sus negaciones fueron culpa de... ¡Yi Jinli, quien estaba justo frente a ella ahora!

La forma en que resultaron las cosas era casi como una ironía.

Tomando una respiración profunda, Ling Yiran dijo: "Yi Jinli, lo que está pasando entre Gu Lichen y yo es entre nosotros. Yo tampoco estoy aquí para verte. Pensé que ya lo habíamos dejado claro antes".

Sus ojos se tornaron más fríos, y sus dedos de repente agarraron su mandíbula.

"¡Ay!", exclamó Ling Yiran. Ella sintió una punzada de dolor en la mandíbula, y el rostro de él estaba tan cerca del de ella que las puntas de sus narices casi se tocaron. Estaban tan cerca que ella podía contar sus pestañas.

"Ling Yiran...". Su voz ronca sonó en sus oídos. "¿Alguna vez te has arrepentido? ¿Te arrepientes de pedirme que te dejara ir?".

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