Ella puso los ojos en blanco. "¿Qué piensas? Lo sabrás cuando te muerdan".

Él dijo: "Claro. Si realmente quieres morderme, hazlo".

Qin Lianyi abrió los ojos por la sorpresa. 'De ninguna manera. ¿Él me está dejando morderlo?’.

Sin embargo, si ella realmente tenía que morderlo, parecía que... ¡no podría hacerlo! Qin Lianyi miró la cara que tenía frente a ella y que casi se podría llamarse hermosa.

Su apariencia siempre había sido más neutral pero no femenina. Sus finos rasgos se hicieron más notorios ahora que ella lo miró a una distancia tan cercana. Incluso podía contar sus pestañas que se movían levemente. ¡Él era... tan seductor!

Qin Lianyi no pudo evitar abalanzarse sobre él, besarlo y lamerlo.

Ella era reacia a morderlo, ¡así que esta era la única manera de proceder!

Bai Tingxin tembló. Sus delgados labios se separaron levemente y su voz ronca dijo: "¿No me vas a morder?".

"¡Eres tan bello, no podría soportar hacerlo!", dijo Qin Lianyi mientras estaba casi encima de él, bes