Parte 1...— ¿Tienes más cosas que guardar? - preguntó Alana.Aline miró a su hermana con el ceño fruncido, parecía disgustada. Desde antes estaba así.— ¿Por qué pareces enfadada conmigo?— No lo sé. A lo mejor es porque ha ido a ver a papá, o a lo mejor es porque ya ha visto muchas cosas que le ha dado Igor. - se encogió de hombros.— Te juro que a veces me dan ganas de pegarte -cerró el bolso— Inténtalo - ella soltó una risita — Siempre has sido blanda.— Estoy haciendo lo que me pediste, ¿recuerdas? O mejor dicho, me obligaste. Ni siquiera puedo decir la verdad y seguir corriendo el riesgo de una demanda.— Y lo estás disfrutando - le tiró del pelo — Ya estás viendo las ventajas de un hombre rico.— Oh... Estoy muerta de miedo, eso es lo que estoy. No sé cómo puedes mantener la calma. Si quiere puede meternos en la cárcel.— Simple. Piensa en el lado positivo. - gesticula — No pierdas el tiempo centrándote en algo que no puedes cambiar.— ¿Dinero? ¿Eso que dices es lo bueno? - f
Parte 2...Él calló cuando el conductor regresó. El coche se movió y ella volvió la cara, conteniendo el fuerte impulso de abrir la puerta y correr hacia su madre. Ya no había vuelta atrás. Pensó en su hermana y en lo que estaría haciendo ahora mientras se dirigía al aeropuerto con su marido. Sería la primera vez que volaría en un jet privado. Como él no quería hablar, ella se concentró en disfrutar de las ventajas, como le había dicho Alana.Todos estaban muy atentos a ella. Igor habló con los pilotos y pronto vino a sentarse cerca de ella, pero seguía callado. Al cabo de unos minutos aceptó la comida que le ofreció la azafata y se distrajo comiendo mientras veía una película. En cierto modo hasta era bueno que él no le hablara, lo que le daba tiempo para pensar cómo actuar. A partir de ahora estaría sola con él, en su mundo, y tendría que tener cuidado. No sabía exactamente cómo era ese hombre.Alana la había metido en este lío, pero ella misma debía encontrar la mejor manera de s
Parte 1...Llegaron a Roma a primera hora de la tarde. Una de las ventajas de tener tu propio avión privado es que no pierdes el tiempo. Roma era un museo al aire libre y eso la distrajo de su situación actual y de los problemas que podían surgir. Estaba encantada con todo lo que veía, no sabía hacia dónde mirar de tantas cosas diferentes, clásicas y bellas. Las calles estaban llenas de gente y el ruido era diferente al que estaba acostumbrada.— Esta es la Via Nazionale - la cogió de la mano mientras el coche avanzaba — Tendrás la oportunidad de pasear por los maravillosos lugares de la ciudad.— La ciudad eterna - dijo ella con un suspiro.— ¿Conoces la historia de Roma? - se sorprendió y se alegró por el comentario.— Un poco. ¿Podré salir siempre que quiera?Estaba emocionada por lo que veía y le encantaría poder pasear por aquellos lugares, conocer más, visitar museos.— No eres una prisionera - él frunció el ceño — Eres mi esposa. Claro que serás libre de hacer lo que quieras.
Parte 2...— Ven aquí - la atrajo hacia sí para besarla y sintió un ligero temblor en su cuerpo. No fue un beso largo — Sé que no estás de humor, pero pareces virgen.Ella abrió los ojos. Se sentía incómoda con la situación.— El matrimonio es para complacer a tu familia, ¿no?— Además - frunció el ceño.— En realidad no tiene por qué haber ninguna relación sexual entre nosotros - dijo ella nerviosa — Si todo es una actuación para quedar bien, también podemos fingir esa parte y ya está.Él soltó una sonora carcajada y se levantó.— Quieres rendirte, ¿verdad?Si fuera posible". Pero ella sabía que no lo era. Alana ya había gastado parte del dinero.— Sé que no puedo, no es eso.— ¿No prestaste la debida atención al contrato? - se cruzó de brazos.— Lo hice... Un poco - ella mintió nerviosa, apretando los dedos-.— Hay algo que quieres decirme y tienes miedo. Lo comprendo.De verdad que lo entiendo. Pero, ¿cómo puedo decirte toda la verdad? — Nunca... Nunca he tenido relaciones sexual
Parte 3...Sólo era un acuerdo comercial en el que se había metido por culpa de su hermana. Era puro sexo, sin implicación emocional. Estaba enfadada por haberse dejado llevar por el momento y haber olvidado que en realidad no eran pareja, no había amor. Se levantó rápidamente de la cama y fue al baño. Le oyó reír.— ¿Por qué tanta prisa? - le preguntó.— Quiero darme una ducha.— Buena idea, te acompaño -entró en el cuarto de baño y ella estaba envuelta en la gran toalla blanca y mullida — ¿Te escondes ahora? Ya he visto lo que tenía que ver - rió.— Quiero ducharme - repitió ella.— Yo también quiero - tiró de la toalla y ella intentó ocultar su cuerpo con las manos — Eres una sorpresa tras otra. Todavía estoy caliente y tú te escondes. Eso hace que sienta aún más curiosidad por tus secretos - se acercó más y le sujetó la cara — ¿Qué tal una primera vez en la ducha?Ella se avergonzó.— ¿Podemos hacerlo otro día? Estoy dolorida - se justificó.Se sintió ridículo. Excitado como un c
Parte 1...El día pasó rápida y agradablemente y ella charló mucho con sus abuelos y ni siquiera tuvo que esforzarse por agradar. Se quedaron en la casa con ellos hasta la hora de comer y luego tomaron el camino de vuelta.A la hora de la despedida ambos se mostraron muy cariñosos con ella y esto hizo que Aline se emocionara de nuevo un poco.— ¿Hemos venido por aquí? - pensó. Encontró un camino diferente.— No vamos a volver a Roma. Vamos a mi villa de la Toscana.— ¿La Toscana? - sonrió sorprendida. Había visto docenas de películas sobre la Toscana y todas eran maravillosas. Era un lugar precioso, lleno de magia y romanticismo. Al menos así lo había visto en las películas. Desde pequeña había sido romántica y había visto muchas películas de ese estilo. También había leído dos novelas ambientadas allí y, por supuesto, ambas eran estupendas.— Nos quedaremos allí como residencia principal, pero siempre que viaje irás conmigo, a menos que te encuentres mal.Ella no entendía muy bien a
Parte 2...Igor se alegró de que le gustara. Esta propiedad era la que más le agradaba, la que consideraba su verdadero hogar. Había decidido que allí pasaría la mayor parte de su tiempo libre y también quería que su hijo sintiera por el lugar el mismo amor que él.— Me alegro de que te guste. Tengo la intención de criar aquí a mi hijo.Aline no prestó atención a lo que decía. Era normal que quisiera tener hijos algún día. Un hombre tan rico y aún joven para ser padre.— Sin duda es un lugar maravilloso para que crezca un niño.— Haré que nos preparen la cena.— Gracias. Disfrutaré del jacuzzi. Cuando él se marchó ella aún estuvo un rato curioseando por todos los rincones de la habitación, pensando que si no fuera por las locuras de su hermana nunca estaría allí. Estaba extasiada con el lujo y la organización del lugar. Realmente parecía estar en una revista de decoración donde todo era perfecto y estaba allí para agradar a los ojos. Cada cosa organizada en su lugar y función.Se me
Parte 3...— Domino cinco más - se sentó a su lado — Sólo uso traductor en contadas ocasiones - le pasó un dedo por el brazo, notando que tenía pecas en su tersa piel y bajó hasta la mano, entrelazando los dedos — Tus manos son pequeñas - se las llevó a los labios y les dio un ligero beso. Ahora podía ver que realmente parecía más joven que en las fotos. Estaba más suelta, sin maquillaje. Nunca había visto a Katiana así.— Tú eres el grande - respondió ella, consciente de su mirada lujuriosa. Un agradable escalofrío le recorrió la espalda.— Y no hablas mucho - comentó él.— Siempre es mejor escuchar que hablar - sonrió ella.— Hay algo mejor que eso - se inclinó sobre ella.— E... ¿Qué es? - ella respiró hondo.Entonces Igor la besó, haciendo que se tumbara y le subió el jersey azul real que llevaba, descubriéndole los pechos. Ella jadeó y enhebró los dedos en su pelo, tirando lentamente y él sonrió, llevándose uno a la boca. Las caricias comenzaron sin demora. Ambos lo deseaban. Él