—No, gracias. Me he estado quedando en casa de Diana. ¡Puedo arreglármelas sola!

Bianca terminó la llamada abruptamente, dejando el otro lado en completo silencio.

No era común que alguien colgara el teléfono a Dave, y ella fue la primera en hacerlo. Dave suspiró con frustración, sintiéndose perdido.

Era un titán en el mundo de los negocios, pero los asuntos del corazón eran un territorio desconocido para él. Bianca era su primer amor real, y ni siquiera había tenido una amiga cercana antes que ella.

Había estado leyendo libros sobre relaciones, tratando de entender qué hacía felices a las mujeres, pero llevar la teoría a la práctica resultaba ser más difícil de lo esperado.

Entonces, se le ocurrió una idea. Tomó su teléfono nuevamente y marcó el número de Michael.

—Mencionaste una reunión con Brandon hace poco. En realidad, tengo algo de tiempo libre esta noche.

—Genial, nos vemos en Champs Le Bar a las 8 PM —respondió Michael.

Bianca no intentaba ignorar a Dave a propósito, pero su