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Capitulo 3

capitulo 3

Punto de vista de Ellen.

Sara me habló del mejor amigo de Erick hace mucho tiempo, pero nunca lo había conocido antes de esa noche. Y a decir verdad, no me tentó, no es mi mundo para nada. Pensé que era mucho más hablador, pero aparentemente no lo es. Se permitió hacer reflexiones o responder cuando lo deseaba. Solo juzgo por mí misma, al principio mi opinión fue neutra en relación a él para pasar al disgusto, terminando con el sentimiento de gusto por él. Este chico es un verdadero misterio por sí mismo y me gusta, Por primera vez en mi vida alguien me embruja, lo escucharía hablar durante horas sin cansarme, de eso estoy segura.

Es famoso, lo sé: lo he visto en revistas y en todas las noticias por sus muchas escapadas en particular, especialmente hace un mes. Pero no soy de las que siguen a los medios de comunicación, ni a ese tipo de personas. Escucho las canciones sin importarme realmente quién las canta. Sea famoso o no, realmente no importa. Nunca lo hará en realidad, es solo un tipo hablando frente a un micrófono. Él no salva vidas, no, él canta, Axel hace sonreír a la gente y para mí eso ciertamente no es lo que cambió mi opinión sobre él antes de conocerlo.

Axel es un encuentro especial porque tengo la mala o buena sensación de que va a cambiar algo en mi vida. Tuve la fuerte impresión de cometer un error si no le daba mi número y, sin embargo, nunca había sentido tales emociones en tan poco tiempo.

Probablemente porque conozco muy bien eso de las relaciones, siempre he tenido una vida amorosa catastrófica, veo a mejor amiga casada y no lo sé, es raro lo que siento, tengo 23 años y ella tiene 24 años, yo acabo de terminar mis estudios en Harvard y oficialmente soy una abogada, sé que no debo tener prisa, pero aún así, siento que me falta algo, veo a todos a mi alrededor triunfar, y yo, a pesar de triunfar, me siento como una verdadera fracasada, todo esto me deja un sabor muy amargo.

Nunca tuve muchos amigos. En el pasado yo no era particularmente sexy o bonita, en realidad mi atención no estaba en eso. Yo era normal, y mis brackets y mis anteojos me recordaron que yo era, y sigo siendo, la nerd a los ojos de todos. Creo que conocer a Sara me cambió: fue la primera persona en mi vida que no se detuvo en mi físico adolescente o mejor dicho, preadolescente, sino que me conoció. Y debo decir que ahora me siento mucho mejor conmigo misma, y mi pubertad ha terminado. No me transformé como todas esas chicas con poderes mágicos. Mis anteojos acaban de ser reemplazados por lentes de contacto y mis brackets me han dado paso a unos dientes hermosos. Mi inteligencia sigue ahí a pesar de todo y a veces me avergüenzo terriblemente. Muy a menudo voy en contra de los pensamientos de otras personas porque lo que dicen está mal. Es mejor para mí no hacer alarde de mis conocimientos.

Salgo de la oficina y Paul está a mi lado. Tuvo la amabilidad de recogerme hoy para comer. Vamos a un restaurante y estoy bastante emocionada. Su presencia es tan reconfortante y protectora que envenena mi corazón, siento que tengo un verdadero escudo de amor y seguridad para mí. Su sonrisa es comunicativa y en una sola mirada logramos entendernos. Sus chistes siempre me hacen reír. La conexión que tengo con él es única e incomparable.

Decidimos ir a cenar porque él dijo que tenía algo importante para decirme y eso me hace sentir un poco ansiosa.

He sido amiga de Paul desde hace muchos años, y aún seguimos unidos y aunque muchos creen que estamos juntos, Paul es solo mi mejor amigo, no me interesa de otra forma. Además, Paul ha estado en una relación durante más de 3 años y hace poco se comprometió con ella, oh y claro, no olvidemos que está embarazada y tendré la dicha de ser la madrina de ese bebé.

Me siento en la silla del restaurante con un mal presentimiento. El mesero nos entrega un menú a cada uno y yo le agradezco, observando a mi amigo que no parece tan estresado, ni dispuesto a revelar el motivo de la reunión.

—¿Qué tienes que decirme?

— Prefiero que ordenemos antes. — Mis cejas se arquean, desconcertada. ¿Por qué está actuando de esa forma? Por lo general, me cuenta todo, y con una velocidad ejemplar.

Pedimos nuestros platos y bajo los brazos de la mesa antes de jugar con los cubiertos.

—¿Ya vas a decirme que es eso que tanto ocultas? — insistí.

Paul se muerde el labio por unos segundos antes de mirar hacía abajo, mi corazón late con mucha velocidad. Me imagino lo peor como lo mejor, y la espera es insoportable.

¿rompió con julia? ¿Fue despedido? ¡No sé!

—Dime que no es nada grave.

— No. Todo está bien. Yo... yo ni siquiera sé por dónde comenzar — un silencio se apodera y doy un profundo respiro. Tengo que prepararme mentalmente para lo que sea que saldrá de la boca de Paul — Fui convocado por el General ayer por la mañana. Mañana partiremos a Afganistán… La verdad es que llevamos un mes en preparación solo que no había querido decírtelo porque no tenía la fecha exacta y no podía decir mucho porque es algo secreto.

Todo mi mundo se derrumbó en un segundo, sentí como el suelo se abría en dos y yo solo caía y caía. ¿Esto es en serio? ¿Esto es real? Paul se irá mañana a Afganistán.

Siento que mi corazón se quiere salir de mi pecho, está tan apretado, es como si estuviese dentro de una caja tan diminuta que está apunto de explotar por su gran tamaño, y no puedo combatir con eso, la caja explota y mi corazón sale a revolcones de allí.

—Por favor, dime que es una broma — Le pido en un susurro. Tengo lágrimas en mis ojos. Por supuesto, él es un soldado, pero nunca hubiera imaginado que se iría a otro país a la guerra. Siempre se encargó de hacer misiones sencillas, casi sin riesgos....

Paul no está hecho para el campo, al menos no para mí, me cuesta mucho creerlo.

— Soy primero de mi promoción, y al parecer, eso fue lo que me eligió. no puedo hacer nada. Debo ir.

—¿Cuánto tiempo? — Intento que no se note, pero en mi cabeza ya es la Tercera Guerra Mundial.

— Mínimo seis meses puede ser más o menos. yo… Lo siento pero...

—Es tu trabajo, lo sé — confirmé tratando de permanecer impasible.

Decirme que mi mejor amigo podría no regresar se siente como una daga en mi corazón. Que horrible...

— Ellen, volveré, no te preocupes. Estamos preparados para esto.

—¿Julia lo sabe?

— Sí, ella sabía que iba a pasar. ¡Yo voy a regresar para mi boda de todos modos, no quiero perderme verla con un vestido y luego voy a tener una niña pronto! — Trato de recuperarme de mis emociones atreviéndome a reír.

Paul volverá, es fuerte, y nunca dejará sola a su novia.

Terminamos de comer tranquilamente, charlamos de algunas cosas random y nos contamos otras cosas, todo era de cierta forma normal, pero, de todas formas yo sentía que algo dentro de mí estaba mal, mi habitual alegría ya no estaba dentro de mí y seguía sintiendo esa opresión en el pecho.

Hay personas que tienen un gran espacio dentro de nuestros corazones, en mi caso Paul está en casi el 90% de mi corazón; Sé también que hay personas que conocemos y al poco tiempo se vuelven todo para nosotros, pero este no es el caso. Paul y yo somos amigos desde muy pequeños, crecimos juntos, aprendimos muchas cosas juntos, maduramos juntos, fallamos juntos… Es una amistad que va mucho más allá.

Nos conocimos cuando vivíamos en Australia pero él se mudo a esta ciudad mucho antes que yo debido a que su padre había aceptado un nuevo puesto de trabajo, por mi parte, solo me mude a la ciudad por estudio, nada más.

***

Veo los aviones despegar uno por uno, con el corazón roto. Dejé a Paul hace diez minutos y observo su avión, pensando que está adentro y que lo volveré a ver en unos meses. Me sentí obligado a venir a despedirlo, también vino Julia, estos dos se aman hasta la muerte y espero algún día poder amar a alguien de la misma manera.

No es un vuelo directo por lo que no lo veo vestido para pelear. Lo único que me dijo fue que volvería al menos una vez durante estos seis meses para un descanso muy pequeño, pero luego se iría de nuevo.

seis meses. Podría enviarle cartas, pero saber que tal vez nunca lleguen me preocupa más que cualquier otra cosa.

Cuando su avión despega, respiro hondo antes de darme la vuelta sin decir una palabra, dejando que Julia observe la vista. Camino sola y lentamente por el aeropuerto antes de volver a mi auto y partir. Al mismo tiempo recibo una llamada y contesto sin mirar realmente quién está al otro lado de la línea.

—¿Ellen?

—Ujumm… — Mi voz es poco entusiasta, todavía estoy molesta. Ya extraño a Paul.

—Así que este es tu número.

— Te lo di, ¿en serio pensaste que era falso? — Tenerlo al teléfono me hace sonreír extrañamente, su voz es tan única. Parece que no le importa nada pero al mismo tiempo trata de hacer lo mejor que puede. Ha pasado casi una semana desde que le di mi número y finalmente decidió llamarme.

—Quería preguntarte si querías salir conmigo está noche…

—Cuidado, le estás pidiendo algo a una persona del sexo opuesto.

— Es en serio, te paso a buscar a las ocho. Iremos a comer y luego tengo algo planeado. Sé qué te gustará.

—No puedo esperar para verlo.

Odio las citas cliché, las comidas con flores y champán. Todo esto no soy yo. Sobre todo cuando estás en la mesa y no tienes nada que decir, es el peor malestar que puede existir. Aprendo más sobre una persona riéndome con ella en una actividad, en lugar de frente a una comida. Pero me gusta comer solo una vez que conozco un poco a la persona, porque un poco de romance nunca mata a nadie.

— ¿Estás de acuerdo?

—Si, te enviaré mi dirección por mensaje.

— No pensé que pedir una cita fuera tan fácil.

— ¿Es la primera vez que haces esto o qué?

— ¡Claro que no! Una cosa más, antes de que cuelgues. Cuando vayamos a comer habrá gente, mucha gente. Deberías ponerte algo para que no te reconozcan fácilmente, mañana estarás en todas partes.

No sé qué decir, eso es algo que se me olvidó. No va a ninguna parte, cuando quiere... Está constantemente rodeado de guardaespaldas, fans o incluso fotógrafos. ¡Una verdadera pesadilla! Escalofríos me recorren pensando en lo que estaba a punto de suceder. Seguramente es un error mostrarte al mundo así...

— Está bien.

— Le pedí a dos guardaespaldas que vinieran, de todos modos. Yo prefiero algo más privado, pero es lo único que conseguí.

Guardaespaldas, ¿en serio? ¿En qué más me he metido?

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