Los días se convirtieron en semanas y las semanas en nuevos meses. Su relación con Zac, estaba muy bien. Salían mucho, eran muy unidos y todo marchaba de maravilla entre ellos.
Las noticias anunciaban los grandes progresos que se lograban en Norusakistan, y sinceramente se alegraba de que el pueblo estuviese bien. Sus primas la visitaban cuando podían y ella lo agradecía, porque desde que salió aquella vez de aquel país, no había vuelto a poner un pie en él. No le daría el gusto a la nueva "Alteza" de echarla de Palacio, además sabía que lo mejor era mantener las distancias con Nael. Su tía Ivette, había viajado un par de veces para verlos, era maravilloso volver a tenerla en Londres. Lamentablemente no había vuelto a ver a la tía Isabella en aquellos largos siete meses. En la última conversación telefónica que habían tenido La Reina Norusakistana, le había prometido que de ser posible la semana próxima viajaría para estar con ella. DeZac, extendió las manos buscando a Vanessa en la cama pero no la encontró. Entonces escuchó su suave risa y abrió los ojos. Ella vestía una ancha camiseta y unas lindas bragas rosa, su rubio cabello caía suelto sobre su espalda.-Muchas gracias. Gracias por alegrarte, te quiero mucho. Bien, hablamos luego. Yo también.La vió cortar la comunicación telefónica y girarse.-Hola, hermosa.-Hola- le sonrió- lamento haberte despertado- terminó de llegar a la cama y dejó un fugaz beso en sus labios.-No me despertaste- la abrazó de la cintura y tiró de ella hacia la cama. Vanessa rio feliz- ¿Con quien hablabas?-Con Isabdiella, le estaba dando la noticia de nuestro compromiso. Se ha puesto muy contenta y nos envía sus felicitaciones y cariño.-Un lindo gesto de su
-¿Crees que me veo poca atractiva?- preguntó Haleine acariciando su abultado vientre.-Para nada, tesoro- respondió su madre. Era bueno tenerlos de visita en Palacio. Llegó hasta ella y acarició su redondez- eres de las embarazadas más hermosas que he visto- le sonrió con dulzura- sin lugar a dudas el embarazo te ha sentado de maravilla, tus ojos tienen un brillo tan hermoso.-Me siento dichosa, mi bebe me ha dado nuevas razones. Mi relación con Nael no es ni de cerca; un buen matrimonio, pero en medio de todo estoy tan agradecida- sonrió- ser madre es tan hermoso, sentir este bebe dentro de mi, sus desesperados movimientos... es sencillamente perfecto.-Deja que crezca un poco más- besó la mejilla de su hija- ¿Cuando verán el sexo?-Mañana- sonrió- estoy segura de que Nael lo amará, madre. No ha podido acompañarme a los controles por viajes políticos y compromisos reales, pero mañana cuando vea la primera imagen de éste bebé, sé que algo en é
Nael sostenía su mano intentando brindarle su fuerza y apoyo absoluto. Haleine tenía el cuerpo perlado en sudor debido al enorme esfuerzo que hacia por traer a su hijo al mundo.-¡No puedo más!- gimió entre lágrimas- No puedo mas Nael, estoy muy agotada.-Debes hacerlo, Haleine. Tú puedes, tú puedes.-Me duele mucho- lo miró con ojos cristalizados, su hermoso cabello ahora húmedo estaba debajo de un gorro azul, aún así largos mechones se escapaban pegándose a su frente- ya llevo mucho intentándolo. No puedo Nael, perdóname.-Puede hacerlo, Alteza- le dijo el galeno - concéntrese en respirar y pujar cuando yo lo indique, necesito que me ayude, Ayúdame a traer a su hijo al mundo.Nael, limpio el sudor de su frente. Se sentía un poco culpable, Haleine parecía sufrir mu
El grito que nació en sus entrañas y brotó a través de su garganta fue la máxima expresión de dolor, el amargo llanto de alguien que se ahoga en la agonía de haber perdido el amor más grande de su vida.Sintió que alguien la rodeaba en un abrazo y no supo quien era pero se aferró con fuerza al apoyo que le brindaba. Sus desgarradores lamentos inundaban el hospital, mientras buscaba desahogar el dolor que amenazaba con asfixiarla o, lo mejor seria dejarse arrastrar por ese dolor y dormirse para siempre como lo había hecho su adorado Namir.Su hijo, su pequeño hijo. Aquel que tanto había anhelado, el que había esperado con tanto deseo, aquel que casi le costaba la vida traerlo al mundo, aquel que la había mirado con sus hermosos y pequeños ojos. Su bebe... su amado bebe.Sindrome de muerte súbita del lactante (S
Haleine, llegó a Palacio con pasos débiles y sintiéndose deshecha en plenitud. Su cuerpo, estaba dolorido por los estragos del largo y agotador parto. Además de los puntos que le tomaron gracias al desgarre ocasionado por el tamaño de su bebe.Su alma, estaba devastada por la perdida del ser que más amaba.Su espíritu, estaba abatido por la inmensa pena que lo aquejaba.Con esfuerzo y ayuda de Nael y sus padres, se acomodó en la recámara que compartía con su esposo. El médico le había recetado calmantes y unos sedantes muy suaves para los momentos en los que entrara en crisis, ya que el galeno auguró que serían muchos. Era necesario atacar el estado en el que ella estaba cayendo, brindarle su apoyo para evitar una grave depresión post- parto.Nael, aseguró que todos en Palacio se encargarían de cuidarla y hacer que tomara los medicamentos recetados.Sus gritos eran constantes y las crisis tardaban en cesar, solos conseguí
Nael estaba sumamente nervioso. Lo último que quería era que Haleine muriera, no se merecía algo como aquello, habían sufrido mucho por la pérdida de Namir, además la culpa lo está calcomiendo, no la había cuidado como ameritaba, ahora ella se encontraba en semejante situación.Caminaba de un lado a otro de la sala de espera del hospital, aguardando con angustia las noticias, que rogaba a Alá, fuesen buenas.El médico llegó hasta él y lo miró con rostro muy serio, para luego negar. Su corazón se detuvo...¿Hasta cuando tantas tragedias?¡Por Ala!-¿Murió?- pregunto con voz estrangulada.-No Alteza, que Alá no lo permita. Lo que tiene es un severo cuadro de deshidratacion, ademas de la insolación, afortunadamente el golpe no fue nada que lamentar, lo que si tiene son hematomas ocasionados por la caída. Además de su cuadro depresivo.-Pero se pondrá bien, ¿Cierto?- preguntó Didier lleno de angustia.
Nael la contempló estupefacto, sin comprender a ciencia cierta el sentido de sus palabras.-Yo... No...-Sé que esto debe sorprenderte mucho Nael, que debes pensar que me he vuelto loca, que si iba a tomar esta decisión ¿por qué me casé? Pero te aseguro que no es uno más de mis tontos caprichos. Este año juntos ha sido tan doloroso para todos.-No lo comprendo.- negó vigorosamente.-He sido tan tonta, Nael- lo miró con dolor- aprendí a amarte, lo único que he deseado es brindarte un poco de felicidad, pero no lo he logrado ni de cerca, has sido tan desdichado a mi lado- Nael quiso hablar pero ella le interrumpió- no te esfuerces en negarlo. Sé que nunca podrás amarme, eso duele, pero duele más saber que solo te he causado lágrimas y sufrimientos. Sé que solo podrás amar a Vanessa. Lo lamento tanto- lloró - Lamento haber arruinado tu vida separandote del ser que amas.¡Fíjate!- dijo con tono amargo- la vida los ha vengado, sepa
Haleine contempló su imagen en el ámplio espejo. Era una ironía; su matrimonio se acababa y ella parecía más radiante que nunca. Sus ojos desprendían un hermoso e inigualable brillo, su corazón latía rápidamente, ansioso del momento en el que se produjera aquel esperado anuncio.-No pareces una mujer que esta a punto de divorciarse.-Parezco una mujer que esta a punto de iniciar una nueva etapa de su vida, Didier- le sonrió.-¿Puedo besarte?- preguntó suplicante.-No- le dijo con una enorme sonrisa- aún no soy libre- colocó un dedo en su boca- ya te lo he dicho, Didier. No le fallaré a Nael. Nada de besos, nada de sexo mientras sea su esposa.-Pero no se quieren- hizo un puchero- has asumido que me amas, después de tanto esfurzo, debo añadir, y que estás dispuesta a que empecemos desde cero. ¿Por qué no puedo darte un inocente beso?-Porque aún estoy casada- le sonrió- ya lo hemos hablado, cariño.