El acuerdo con Italia se había cerrado. Zabdiel, Zahir y Nael, viajaron a Roma para cerrar personalmente las negociaciones. Aquello había servido para que Nael cambiara de aires y dejara de sentirse asfixiado en su propia casa.
-Aunque asumes con valentía tus decisiones, me duele tanto ver esa infinita tristeza en tus ojos.- le había dicho Zabdiel, durante el viaje. -La extraño demasiado- suspiró - a veces quisiera saber qué hace, si me piensa. Sé que sufre padre, y saber que soy el motivo me desgarra el alma. Sé que hago lo mejor para el pueblo, aunque mi corazón este deshecho. -¿Crees que con los años puedas llegar a amar a tu futura esposa?- lo miró directamente a los ojos. -¡Jamás!- respondió sin siquiera dudarlo- nunca podré amarle, nunca habrá espacio en mi corazón para eLa noche era fría, oscura y lúgubre, quizas iba acorde con su estado de ánimo.Su vista se perdía en la terrible oscuridad frente a sus ojos.-¿Tampoco puedes dormir?- cerró los ojos al escuchar su voz. Tan ronca... profunda... tan amada. Se giró para verlo, se enfrentó a aquellos oscuros ojos, a su hermoso rostro que estaban sumido en parciales penumbras.-No- le dijo sincera para luego suspirar- se me hace imposible- Nael, terminó de llegar a ella.-Me sucede lo mismo- Reconoció- Vanessa, lamento tanto todo el daño que te he causado- sonaba realmente triste y avergonzado.-Que nos has causado- le corrigió- no me has lastimado sólo a mí, sé que sufres. Lo veo en tus ojos, Nael.-Mi sufrimiento es lo que menos importa- respondió- pero quisiera tener otra vida.-Yo también lo quisiera- dijo y un silencio incómodo los abrumo por algunos minutos- quiero que sepas que no
Haleine, nunca había tenido tantos deseos de asesinar a alguien, su corazón latió con violencia a la vez que su pulso se aceleraba. La cara de su madre estaba enrojecida por la vergüenza, así como se había endurecido en rostro de su padre.Esa estúpida rubia no arruinaría su boda.-Así es señores- elevó su tono de voz- un matrimonio muy conveniente para ambas naciones, que mejor manera de estrechar lazos que mi ahora adorado esposo y yo unieramos nuestras vidas por el sagrado lazo del matrimonio. Repartan champagne para todos, que todos eleven su copa para acompañarnos en un brindis especial-y así se hizo- un brindis que marca una nueva vida para Nael y para mi, además de una nueva etapa para nuestros países. Después de todo- sonrió- no son tan malas las conveniencias en un matrimonio- los presentes comenzaron a asentir y Nael se sorprendió la facilidad con que Haleine manejaba y manipulaba las situaciones a su favor-¡Por la unión de Francia y Norusak
Helaine, contempló al galeno con una mirada triste y ojos cristalizados.-¡Tres meses!-gimió-¡ Tres meses han pasado y no he podido quedar embarazada!-Alteza- el hombre suspiró- le he dicho que físicamente no posee ningún empedimento para concebir. Es usted fuerte y muy saludable.-¿Entonces qué sucede?- las lágrimas se deslizaron por sus mejillas- quiero darle a mi esposo la felicidad de ser padre. Tengo tres meses; noventa días de casada y nada sucede. ¿Esta seguro que todo está bien conmigo?-Perfectamente seguro. Sus exámenes, así como los del Príncipe han dado claros resultados de que ambos son aptos para concebir, no hay ningún problema con ninguno de los dos. Pienso que quizás el estrés al que se esta sometiendo este generando esta extraña imposibilidad. Solo debe relajarse un poco, quedará embarazada Alteza, sólo tomelo con calma.Volvió devastada emocionalmente a Palacio. Didier la contemplaba con tristeza
Los días se convirtieron en semanas y las semanas en nuevos meses. Su relación con Zac, estaba muy bien. Salían mucho, eran muy unidos y todo marchaba de maravilla entre ellos.Las noticias anunciaban los grandes progresos que se lograban en Norusakistan, y sinceramente se alegraba de que el pueblo estuviese bien. Sus primas la visitaban cuando podían y ella lo agradecía, porque desde que salió aquella vez de aquel país, no había vuelto a poner un pie en él. No le daría el gusto a la nueva "Alteza" de echarla de Palacio, además sabía que lo mejor era mantener las distancias con Nael.Su tía Ivette, había viajado un par de veces para verlos, era maravilloso volver a tenerla en Londres. Lamentablemente no había vuelto a ver a la tía Isabella en aquellos largos siete meses. En la última conversación telefónica que habían tenido La Reina Norusakistana, le había prometido que de ser posible la semana próxima viajaría para estar con ella.De
Zac, extendió las manos buscando a Vanessa en la cama pero no la encontró. Entonces escuchó su suave risa y abrió los ojos. Ella vestía una ancha camiseta y unas lindas bragas rosa, su rubio cabello caía suelto sobre su espalda.-Muchas gracias. Gracias por alegrarte, te quiero mucho. Bien, hablamos luego. Yo también.La vió cortar la comunicación telefónica y girarse.-Hola, hermosa.-Hola- le sonrió- lamento haberte despertado- terminó de llegar a la cama y dejó un fugaz beso en sus labios.-No me despertaste- la abrazó de la cintura y tiró de ella hacia la cama. Vanessa rio feliz- ¿Con quien hablabas?-Con Isabdiella, le estaba dando la noticia de nuestro compromiso. Se ha puesto muy contenta y nos envía sus felicitaciones y cariño.-Un lindo gesto de su
-¿Crees que me veo poca atractiva?- preguntó Haleine acariciando su abultado vientre.-Para nada, tesoro- respondió su madre. Era bueno tenerlos de visita en Palacio. Llegó hasta ella y acarició su redondez- eres de las embarazadas más hermosas que he visto- le sonrió con dulzura- sin lugar a dudas el embarazo te ha sentado de maravilla, tus ojos tienen un brillo tan hermoso.-Me siento dichosa, mi bebe me ha dado nuevas razones. Mi relación con Nael no es ni de cerca; un buen matrimonio, pero en medio de todo estoy tan agradecida- sonrió- ser madre es tan hermoso, sentir este bebe dentro de mi, sus desesperados movimientos... es sencillamente perfecto.-Deja que crezca un poco más- besó la mejilla de su hija- ¿Cuando verán el sexo?-Mañana- sonrió- estoy segura de que Nael lo amará, madre. No ha podido acompañarme a los controles por viajes políticos y compromisos reales, pero mañana cuando vea la primera imagen de éste bebé, sé que algo en é
Nael sostenía su mano intentando brindarle su fuerza y apoyo absoluto. Haleine tenía el cuerpo perlado en sudor debido al enorme esfuerzo que hacia por traer a su hijo al mundo.-¡No puedo más!- gimió entre lágrimas- No puedo mas Nael, estoy muy agotada.-Debes hacerlo, Haleine. Tú puedes, tú puedes.-Me duele mucho- lo miró con ojos cristalizados, su hermoso cabello ahora húmedo estaba debajo de un gorro azul, aún así largos mechones se escapaban pegándose a su frente- ya llevo mucho intentándolo. No puedo Nael, perdóname.-Puede hacerlo, Alteza- le dijo el galeno - concéntrese en respirar y pujar cuando yo lo indique, necesito que me ayude, Ayúdame a traer a su hijo al mundo.Nael, limpio el sudor de su frente. Se sentía un poco culpable, Haleine parecía sufrir mu
El grito que nació en sus entrañas y brotó a través de su garganta fue la máxima expresión de dolor, el amargo llanto de alguien que se ahoga en la agonía de haber perdido el amor más grande de su vida.Sintió que alguien la rodeaba en un abrazo y no supo quien era pero se aferró con fuerza al apoyo que le brindaba. Sus desgarradores lamentos inundaban el hospital, mientras buscaba desahogar el dolor que amenazaba con asfixiarla o, lo mejor seria dejarse arrastrar por ese dolor y dormirse para siempre como lo había hecho su adorado Namir.Su hijo, su pequeño hijo. Aquel que tanto había anhelado, el que había esperado con tanto deseo, aquel que casi le costaba la vida traerlo al mundo, aquel que la había mirado con sus hermosos y pequeños ojos. Su bebe... su amado bebe.Sindrome de muerte súbita del lactante (S