DISGUSTOMAURIZZIOCuando salí de mi oficina, lo hice con prisas, pues cuando le hablé de la propuesta matrimonial le vi en sus ojos una gran duda que me hizo pensar que en cualquier momento se levantaría y saldría sin darme la oportunidad de explicarle el por qué de ella.En las afueras de mi oficina sentí que el reloj corría lento, ya que estaba tan impaciente en espera de la respuesta que quería escuchar de sus hermosos labios, si acepta mi propuesta ese sueño de poseerlos estaba cada vez más cerca, caminaba de aquí para allá por el pasillo de la oficina esperando que me diera aviso que ya estaba segura de su respuesta.—Tome señor D’amico, creo lo calmará un poco—, miré distraído y asentí, cuando Betzy me entregó un vaso de Brandy—, no se preocupe, ella aceptará—, me dijo.La quedé mirando un poco extrañado y confundido la verdad, acaso sabía lo de mis planes reales, es mi secretaria y es discreta, le tengo casi la misma confianza que a Enzo, pero no recuerdo haberle mencionado e
UNA ESPERA QUE MATAMAURIZZIO Al estar mirando ese espectáculo de la naturaleza doy un gran suspiro y devuelvo mi vista hacia la puerta de mi oficina a ver si ya salió Betzy, me pregunto que tanto hace ahí adentro, por qué siento que ha demorado un siglo, de pronto la puerta se abre y sale mi secretaria con una media sonrisa en su boca.Cuando Betzy salió ofreciéndome esa hermosa sonrisa, me hizo pensar positivo, con ella me decía muchas cosas, ahora las quiero oír de sus labios.—La señorita Felline, le mandó un recado—, me miró y asentí—, Le manda a decir que le diera de diez a veinte minutos más, que solo necesita ese tiempo para considerar los pro y contras de su propuesta, para pensar y así poder darle una respuesta como usted le había dicho, con mucha cabeza fría—, dijo.Al terminar su recado pasó sobre mi dando una disculpa con sus ojos y siguió hacia el cuarto privado donde prepara mi café, además de mi trago y el de mis invitados cuando llegan a la oficina a visitarme o par
MI CONCIENCIA EN PUGNAAMBRAYa se los había dicho desde que abrí mis ojos y comenzó mi día, sabía que este iba a ser un día para echar al olvido, las cosas no pueden ir de mal en peor por qué no se puede, mi mal presentimiento no podía ser peor, no podía ponerse peor, pensé que había llegado a su fin cuando entré a la oficina del supuesto gran jefe, y me di por enterada que mi rico bizcocho era mi verdadero jefe, pensé por un instante que mi día había mejorado, pero eso solo me dejó más con esa sensación de mal sabor, tal vez no sabía quién era él pero por todo lo que me dijo él si sabía se mi que supo todos estos meses quien era yo realmente, lo que me hizo entrar en duda sobre las razones del dichoso contrato matrimonial, sin contar que cuando estuve sola y analizando cada detalle del contrato mismo y de todo lo que había dicho, mi mal presentimiento se incrementó, mis padres me habían educado con unos valores morales y éticos muy elevados por encima del que se maneja en la ciudad,
UNA NEGATIVA NO DESEADAAMBRA Después de hablar con Betzy, la secretaria de mi jefe, mis dudas y curiosidad creció mucho más, por qué lo poco que pude intuir de esa conversación es que mi jefe es de armas tomar, por encima se nota que él es de esos hombres que obtienen lo que desean, sin importarle el costo económico que tenga que invertir en sus planes, este mismo contrato así me lo asegura, y sé que es decepcionante conocer esa parte de él, o no se si me estoy equivocando al respecto.No quiero creer que para mí hermoso bombón sea más importante obtener su propia satisfacción, sin que tenga en cuenta el sentir de la contraparte incluida en eso que él desea, es por eso que aceptar este contrato matrimonial es poco viable para mí, en primer lugar por qué no sé aún por qué me quiere a mi en especial, y segundo porque sé qué va en contra de mis propios valores.Es por eso que a partir del mismo momento en que accedí a darle mi respuesta al señor D’amico, ese maravilloso y delicioso pec
UNA RESPUESTA ESPERADA MAURIZZIO Mis nervios por escuchar su respuesta me hizo sudar las manos, pues al tomar el picaporte mis manos resbalaron sobre el, al entrar en mi oficina y cerrar la puerta tras de mí, la encontré admirando el hermoso ocaso que aún se divisa por el ventanal, el portafolio estaba cerrado en mi escritorio, lo que me hizo temer lo peor, pues sé que sabe que ya estoy dentro, pero no se inmutó cuando me sintió entrar, ¿Qué estará pensando!?, ¿Qué hay dentro de esa hermosa cabecita?, Lo que es más ¿Si ya tiene una respuesta por qué no me la da y listo?.No les niego que me siento como un adolescente cuando se le declara por primera vez a la mujer que lo trae loco, y es cierto que ella me trae más que loco, pero no soy un adolescente, tengo treinta años, y sé bien lo que quiero en mi vida, y la quiero a ella.—¿Señorita Felline?—, pregunté con cautela, pues las palabras de mi secretaria resonaron en mi cabeza cuando capté que secaba una lágrima de sus ojos al mirarl
DUELO DE PALABRASMAURIZZIOA pesar que su negativa me había dejado en un shock momentáneo, debía comprobar lo que sabíamos de ella, lo que Enzo me hizo entrever en más de una ocasión, y lo que la gran intuición de Betzy pudo notar, de manera que debía poner en marcha el plan inicial para saber que tan buena persona era la mujer de mis sueños o para darme de bruces con la realidad, así que comencé mi gran actuación frente a ella, no solo para rectificar su valor moral, si no porque también quiero saber que tanto se sabe defender.—Señorita Felline, perdón por interrumpir su negativa, pero por sus palabras me hacen entender que necesito mejorar económicamente la oferta, y si es así por mi no hay problema, estoy más que dispuesto a hacerlo, ¡uuumm! ... .a ver qué tal si le aumentamos un diez por ciento al sueldo mensual y un quince por ciento más a la totalidad del sueldo durante el período laborado—, sus ojos echaron chispas, pero me hice el desentendido.—Tal vez se la puedo aumentar
UNA PEQUEÑA DISCULPAMAURIZZIOCuando al fin terminó de atacarme, de lanzar sus palabras semejantes a dardos venenosos que se incrustaban en mi cerebro y corazón, las sentí así, por qué con ellas me atacaba de la forma más certera, pues ponían entre dicho mí actuar, no lo puedo negar, es que todo eso que había dicho era la verdad, era como yo estaba actuando, de la misma manera como ella lo estaba diciendo, de algún modo era igual que esos tipos a los que mencionaba, tal vez lo soy, soy igual a ellos, pues haría, más bien estoy haciendo lo que cualquier inescrupuloso, lleno de avaricia, capaz de hacer lo más bajo por cumplir sus caprichos.A lo mejor a mi me mueve otras cosas diferentes a las de ese tipo de personas, aunque quizás que mis motivos reales no eran como los que de esas personas a las qué ella detestaba, o por qué a lo mejor yo me quisiera creer más que ellos, y tampoco uno de los motivos era por qué tenía dinero e influencia, pero en cierto modo esos dardos me hicieron se
ROMPIENDO EL HIELO MAURIZZIO Cuando le pregunté lo que sabía sobre mi persona, me miró sorprendida, de buena fuente «Me refiero a Enzo, por supuesto, aparte del investigador privado que la sigue», sé que no ha podido atar cabos entre ese hombre con el que tuvo el tropezón meses atrás y conmigo.Parece algo inverosímil, más es cierto, lo que no sé si es por qué es demasiado desconfiada como para abrirse a alguien o por qué no le interesa mezclar el trabajo con su vida personal, según mi fuente experta, ella prefiere mantener separada ambas vidas, aun así tengo mis dudas al respecto, yo sé en qué mundo me muevo y sé que mis chicas, mis modelos hablan de mi engreída personalidad detrás de bambalinas, en sus camerinos yo soy más que un jefe, no es por qué me creo demasiado importante por mi dinero, como ella me lo dio a entender.Soy un interesante y un buen tema de conversación para ellas, más que por ser su jefe, es por mi físico lo sé, y con esto que les digo no es que sea todo un p