UNA PEQUEÑA DISCULPAMAURIZZIOCuando al fin terminó de atacarme, de lanzar sus palabras semejantes a dardos venenosos que se incrustaban en mi cerebro y corazón, las sentí así, por qué con ellas me atacaba de la forma más certera, pues ponían entre dicho mí actuar, no lo puedo negar, es que todo eso que había dicho era la verdad, era como yo estaba actuando, de la misma manera como ella lo estaba diciendo, de algún modo era igual que esos tipos a los que mencionaba, tal vez lo soy, soy igual a ellos, pues haría, más bien estoy haciendo lo que cualquier inescrupuloso, lleno de avaricia, capaz de hacer lo más bajo por cumplir sus caprichos.A lo mejor a mi me mueve otras cosas diferentes a las de ese tipo de personas, aunque quizás que mis motivos reales no eran como los que de esas personas a las qué ella detestaba, o por qué a lo mejor yo me quisiera creer más que ellos, y tampoco uno de los motivos era por qué tenía dinero e influencia, pero en cierto modo esos dardos me hicieron se
ROMPIENDO EL HIELO MAURIZZIO Cuando le pregunté lo que sabía sobre mi persona, me miró sorprendida, de buena fuente «Me refiero a Enzo, por supuesto, aparte del investigador privado que la sigue», sé que no ha podido atar cabos entre ese hombre con el que tuvo el tropezón meses atrás y conmigo.Parece algo inverosímil, más es cierto, lo que no sé si es por qué es demasiado desconfiada como para abrirse a alguien o por qué no le interesa mezclar el trabajo con su vida personal, según mi fuente experta, ella prefiere mantener separada ambas vidas, aun así tengo mis dudas al respecto, yo sé en qué mundo me muevo y sé que mis chicas, mis modelos hablan de mi engreída personalidad detrás de bambalinas, en sus camerinos yo soy más que un jefe, no es por qué me creo demasiado importante por mi dinero, como ella me lo dio a entender.Soy un interesante y un buen tema de conversación para ellas, más que por ser su jefe, es por mi físico lo sé, y con esto que les digo no es que sea todo un p
LA APUESTA AL RUEDOMAURIZZIOCuando cedió a tutearme sonreí en mis adentros por qué de a poco voy rompiendo el hielo con ella, ya Enzo me lo había advertido que no iba a ser fácil llegar a ella, que era una persona demasiado apática en cuanto hacer amistades se refería, como ya lo había dicho ella misma esa era una razón por la que solo venía aquí, solo realizaba su trabajo, después se iba a veces sin despedirse.La única interacción que hizo aparte de Enzo fue con Enid, la secretaria de Enzo, como no iba a ser así si por su avanzada edad y experiencia de la vida, Enid es considerada la mamá de todos aquí, ella es la única capaz de soportar el cambiante humor de Enzo y hasta el mío, los dos la tenemos en alta estima por qué fue la que comenzó con nosotros cuando decidimos emprender este negocio, el apoyo de ambos hizo que mis sueños se hicieran realidad; Poniendo un punto aparte de lo que estamos tratando Ambra y yo, les hablaré un poco de por qué soy dueño de esta casa de modas, si
CAÍDA DE UNA ILUSIÓN AMBRADesde el momento que comencé a hacerle preguntas al respecto de mis dudas para poder aclararlas y así saber cuan poderosas e importantes eran como para hacerme cambiar de decisión, el hecho de que en su mirada se notara decepción y algo más, su actitud cambió cuando mencionamos los grandes beneficios que yo obtendría.Él empezó a pugnar mi negativa haciéndome propuestas más elevadas, a cada mención que hacía de subirme los beneficios mi ego y orgullo se iba elevando junto con ello, estaba llena de coraje, pero lo que más me afectó fue la decepción, creí que era diferente, lo que más me confunde es esta duda que me ha carcomido desde que soltó esa dichosa propuesta, ¿Por qué si tanto decía conocerme, que me entendía, que por eso me admiraba además que esa era la razón de hacerme esa absurda propuesta, entonces, «¿Por qué me hacía esto?, ¿Por qué me trataba de este modo?», al parecer todo lo que me dijo solo fueron palabras vacías y sin sentido, tan inútil y
UNA NUEVA PERSPECTIVAAMBRACuando le insinué que si me obligaría a tomar esa decisión, aunque su reacción me hizo sentir tan baja no me iba a disculpar por soltar lo que pienso, más al mirarlo sus ojos tenían un extraño mirar que me hizo dudar de mi y mis palabras, creo que di en un punto sensible, pues su mirada parecía como si hubiera recibido una estocada con golpe de espada, al verlo así quise devolver lo dicho, no sé si es por ese sofocante toque, esa sensible caricia que me dio que me hace querer seguir viviendo y creyendo en esa hermosa ilusión que me había hecho de él, realmente no sabía por qué me sentí culpable de haberlo herido, si él me atacó del peor modo.Ahora tengo mi mente dividida entre aquel presuntuoso hombre que me lastimó, y este hombre que tengo frente a mi con mirada dolida y pidiendo disculpas, una sincera disculpa, de manera que no sé si aceptar a este nuevo reflejo que estoy conociendo de él, en realidad el señor D’amico, este delicioso bombón me tenía mu
COMPARTIENDO OPINIONESAMBRAEste hombre sabe cómo llamar mi atención para mantenerme aquí como tonta escuchando, es que después de decirme lo que me dijo, por tanto de hacerme saber lo que piensa de mi persona, no entiendo del porque yo permanecía aún aquí en esta oficina sentada mientras él está a pocos centímetros de mi, ya que se encuentra recostado semi sentado en su escritorio, posando ante mi su espectacular cuerpo y por tanto la maravilla vista de su entrepierna.Tal vez esa sea la razón de por qué acepté escuchar, mi yo perverso no quiere dejar de contemplar semejante visión, pero por otro lado reconozco que con cada pregunta que salía de su deliciosa boca, me ponía más que nerviosa, muy nerviosa, pero muy curiosa, «¿Cuál es su afán por querer saber lo que pienso o lo que sé sobre él?», era lo que me calaba en el cerebro, «¿Qué le importaba a él mi opinión de su persona, si ya se lo grité a la cara sin ningún tipo de remordimiento?», .La verdad no sé porque lo hace, si lo h
LO VEO CON NUEVOS OJOS AMBRACuando me volvió a pedir que lo tuteara y más por la manera en que me lo pidió, con una gentileza que no pensé que tenía, cedí a su petición, pues la súplica en su voz mostraba un hombre capaz de aceptar sus errores y que hace lo posible por enmendarlo, «¿será que sí me equivocado con este papacito, y es mucho mejor persona de la que imaginé?», pensé.Por un lado creía que mi pensamientos perversos se querían imponer para hacerme ver este nuevo hombre que estoy contemplando, pero muy adentro de mí, mi intuición, mi sexto sentido me decía que debía confiar en él, que en el fondo él es mucho más ser humano de lo que enseña y de lo que dicen las malas lenguas de las modelos, por tanto accedí a su petición, pero aún así lo hice con cautela, de manera que le hice saber que se apresurara en darme la tan anhelada razón de peso que tiene para que yo acepte su absurda propuesta matrimonial.Al principio vagó un poco en decirme el por qué, pues primero me agradeció
¿SERÁ UN SÍ?MAURIZZIODespués de mi último movimiento para que aceptará mi propuesta, solo podía contener el aliento, es que su silencio me tenía a mil el corazón, verla contemplar ese mismo paisaje que muchas veces me recibía mi, hace que el brillo que desplegaba de sus bellos ojos casi amarillos me brindaban una esperanza, o es lo que quería suponer, así que me mantuve a la expectativa de lo que estaba por decirme, estaba en ascuas y quería acabar el tormento que fluía por su silencio.En donde me encuentro sentado sobre mi escritorio y a escasos pasos de su silla, solo podía notar su nerviosismo por el movimiento inconsciente que realizaba con su pierna izquierda y el leve roce que hacían sus manos una sobre otra, les digo que estaba tan desesperado o tal vez más que ella, en mi caso el desespero me tenía al punto del colapso por qué estaba anhelante de conocer esa respuesta que sobresale en sus ojos, tenía tantas ganas de levantarme y acercarme a ella para abrazarla y de esta ma