JUNTOS, PERO NO REVUELTOSAMBRA Cuando el señor Enzo me dijo esto, no les niego que me sorprendió, no dejaba de preguntarme que es lo que quería el gran Jefe, era la primera vez que me iba a presentar ante él, ya que desde que trabajo en este lugar no lo he visto jamás, «¡ni siquiera lo conozco!, ¿Pueden creerlo?», si, es cierto que he oído hablar de él y no las mejores referencias, por cierto. Ese hecho de no conocer al jefe ha sido bueno, ya que por ese lado creo que para mi ha sido una gran ventaja entenderme solo con el Señor Enzo, es que en realidad no conozco ni su apariencia, «¿pueden creerlo?», sí, así que no sé cómo es, pero por lo que le oído decir a las otras chicas que lo conocen y que lo han tratado, dicen que es un hombre en todo el sentido de la palabra, y sé que más de una de ellas bota las babas por él.Se los digo por qué cuando he visto y escuchado a una que otra de las modelos delirar y suspirar por él, como si se tratara de algunos de los modelos de póster, no l
UN ENCUENTRO DE INFARTOAMBRA No quería parecer indecisa, y mucho menos demostrar la tormenta interior en la que tenía en mi cabeza, así que mientras trataba de admirar la belleza de lujo que se exhibía frente mis ojos, y de tratar de enfocarme a lo que la secretaria decía, iba caminando a pasos lentos hacia su escritorio.—No se preocupe señor D’amico, su agenda la cancelé totalmente, si necesita algo más estaré acá afuera esperando sus instrucciones—, La escuché decir, después me miró mostrando una sonrisa en su rostro dándome una confianza que no esperaba, pues me hizo sentir que nada malo podía pasar, traté de devolverle la sonrisa mientras que ella me hacía esperar la autorización de mi entrada a la oficina del señor D’amico.—Señorita Felline, el señor D’amico la esta esperando, así que puede pasar—, Me dijo mientras colgaba el teléfono, yo asentí.Volví a mirar a mi alrededor, más bien a la iluminación que brindaba aquel gran ventanal para tomar fuerzas y seguir hacia mi mayor
UNA RIDÍCULA CONVERSACIÓN AMBRALo ocurrido ese día fue tan extraño no solo como empezó mi día, sino como terminó, al estar sentada frente a él y escuchar su conversación sin sentido, fue un gran dilema para mí, porque al descubrir quién era en realidad el delicioso bombón de mis sueños, no lograba concentrarme en lo que él me decía, cuando trataba de tomarle el sentido de sus palabras, y de escuchar lo que más podía, era poco lo que lograba entender.Al oírlo hablar, al principio me pareció un poco inseguro, así que por dentro me desilusioné un poco, pero mi parte racional me hizo dejar atrás ese sentimiento, por qué ya tratando de hallar la razón de sus palabras fue cuando se me vino a la mente lo que me dijo su audaz secretaria.Creo que en este punto entendí la semi advertencia que ella me dio antes de que yo entrara a la oficina, esa en la que me dijo de no tratar de discutir con él o si me veía en la necesidad de hacerlo, lo hiciera sutilmente, así que eso hice, mientras él ha
UNA DIFÍCIL DECISIÓNAMBRAPese a mi confusión a todo lo que me dijo, a esta propuesta ilógica que me acaba de poner entre mis manos, sumado a la sinceridad en su voz, no dejé de admirar a ese encanto de hombre, su altura, porte, complexión y hasta su modo de caminar me hizo desear agarrarlo, tocarlo para ver si todo esto que el exhibía era real, si él era real.Cuando salió dejándome sola, me quedé por unos instantes mirando el increíble panorama de la ciudad que se divisaba tras el gran ventanal de la oficina, recuerdo que cuando entré el estaba admirándolo, pues estaba de espaldas a la puerta, «¿Acaso estaba pensando en la forma de decirme está locura?», pensé, a lo mejor necesitaba encontrar paz o valor para decírmelo, lo pienso así por qué eso es lo que ese hermoso espectáculo me brindaba en este momento, suspiré y observé el portafolio que había dejado en mis manos.Al abrir el portafolio la primera hoja del documento que lo conforma me volvió a la realidad puesto que estaba en
DISGUSTOMAURIZZIOCuando salí de mi oficina, lo hice con prisas, pues cuando le hablé de la propuesta matrimonial le vi en sus ojos una gran duda que me hizo pensar que en cualquier momento se levantaría y saldría sin darme la oportunidad de explicarle el por qué de ella.En las afueras de mi oficina sentí que el reloj corría lento, ya que estaba tan impaciente en espera de la respuesta que quería escuchar de sus hermosos labios, si acepta mi propuesta ese sueño de poseerlos estaba cada vez más cerca, caminaba de aquí para allá por el pasillo de la oficina esperando que me diera aviso que ya estaba segura de su respuesta.—Tome señor D’amico, creo lo calmará un poco—, miré distraído y asentí, cuando Betzy me entregó un vaso de Brandy—, no se preocupe, ella aceptará—, me dijo.La quedé mirando un poco extrañado y confundido la verdad, acaso sabía lo de mis planes reales, es mi secretaria y es discreta, le tengo casi la misma confianza que a Enzo, pero no recuerdo haberle mencionado e
UNA ESPERA QUE MATAMAURIZZIO Al estar mirando ese espectáculo de la naturaleza doy un gran suspiro y devuelvo mi vista hacia la puerta de mi oficina a ver si ya salió Betzy, me pregunto que tanto hace ahí adentro, por qué siento que ha demorado un siglo, de pronto la puerta se abre y sale mi secretaria con una media sonrisa en su boca.Cuando Betzy salió ofreciéndome esa hermosa sonrisa, me hizo pensar positivo, con ella me decía muchas cosas, ahora las quiero oír de sus labios.—La señorita Felline, le mandó un recado—, me miró y asentí—, Le manda a decir que le diera de diez a veinte minutos más, que solo necesita ese tiempo para considerar los pro y contras de su propuesta, para pensar y así poder darle una respuesta como usted le había dicho, con mucha cabeza fría—, dijo.Al terminar su recado pasó sobre mi dando una disculpa con sus ojos y siguió hacia el cuarto privado donde prepara mi café, además de mi trago y el de mis invitados cuando llegan a la oficina a visitarme o par
MI CONCIENCIA EN PUGNAAMBRAYa se los había dicho desde que abrí mis ojos y comenzó mi día, sabía que este iba a ser un día para echar al olvido, las cosas no pueden ir de mal en peor por qué no se puede, mi mal presentimiento no podía ser peor, no podía ponerse peor, pensé que había llegado a su fin cuando entré a la oficina del supuesto gran jefe, y me di por enterada que mi rico bizcocho era mi verdadero jefe, pensé por un instante que mi día había mejorado, pero eso solo me dejó más con esa sensación de mal sabor, tal vez no sabía quién era él pero por todo lo que me dijo él si sabía se mi que supo todos estos meses quien era yo realmente, lo que me hizo entrar en duda sobre las razones del dichoso contrato matrimonial, sin contar que cuando estuve sola y analizando cada detalle del contrato mismo y de todo lo que había dicho, mi mal presentimiento se incrementó, mis padres me habían educado con unos valores morales y éticos muy elevados por encima del que se maneja en la ciudad,
UNA NEGATIVA NO DESEADAAMBRA Después de hablar con Betzy, la secretaria de mi jefe, mis dudas y curiosidad creció mucho más, por qué lo poco que pude intuir de esa conversación es que mi jefe es de armas tomar, por encima se nota que él es de esos hombres que obtienen lo que desean, sin importarle el costo económico que tenga que invertir en sus planes, este mismo contrato así me lo asegura, y sé que es decepcionante conocer esa parte de él, o no se si me estoy equivocando al respecto.No quiero creer que para mí hermoso bombón sea más importante obtener su propia satisfacción, sin que tenga en cuenta el sentir de la contraparte incluida en eso que él desea, es por eso que aceptar este contrato matrimonial es poco viable para mí, en primer lugar por qué no sé aún por qué me quiere a mi en especial, y segundo porque sé qué va en contra de mis propios valores.Es por eso que a partir del mismo momento en que accedí a darle mi respuesta al señor D’amico, ese maravilloso y delicioso pec