Anakin.

Camino con la seguridad y con la presencia que siempre muestro en este lugar las personas a su alrededor solo bajan la cabeza, algunos me observan con envidia y las mujeres con deleite siempre es lo mismo, que no daría yo porque Lea me diera una de esas miradas, que no daría yo porque de nuevo me viera como en muchos años atrás ella me observara con aquel deseo en sus ojos, con aquel deseo de ser suyo, ya no hay nada en ello, solo hay confusión en su mirada, confusión y mucha intriga, pero no de la buena, una intriga que yo sé muy bien de qué trata.

Se trata de una completa y llana desconfianza, Lea, no cree para nada en mí, de hecho lo vi en todos estos días, todo en ella se veía incómoda mientras preparábamos la boda y yo le prometía una y otra vez de que me encargaría de hablar con su padre, que él estaría allí para el mejor día de su vida, mientras que ella solamente bajaba la cabeza y el cacareo interminable de sus amigos o ayudantes no lo sé muy bien, era cosa de cada se