La familia Salvatore y el beta de la manada, salieron por fin del territorio Luna de Plata, Isabella, iba muy contenta admirando todo el paisaje, Luciano, conducía, ella lo miraba de vez en vez, se miraba tan apuesto, él por supuesto sentía su mirada sobre él, eso le gustaba Los cachorros iban atrás con él tío Camilo, ellos lo observaban detenidamente, así eran ellos, un poco extraños — ¿Qué pasa cachorros? ¿por qué se me quedan viendo así? seguro que algo les está pasando por su pequeña maquiavélica mente — Tío Camilo, ¿trajiste algo para comer? tenemos hambre, queremos una golosina — ¿Qué no tienen padres? es a ellos a quienes tienen que pedirles de comer, yo solamente soy su tío y el beta de su padre — ¿Pero... traes comida? — Landers, siguió insistiendo, podía oler algo en la maleta de mano del lobo — Ahss... está bien, aquí traigo unos sandwiches de pavo y unas gaseosas A los cachorros les brillaron los ojos, esa ave les gustaba mucho, era de sus favoritas, Camilo, les dió
Isabella, entró a la habitación principal del castillo, en ella Valentina, se encontraba en cama, había dado recién a luz, la cachorra tenía un mes de nacida, más el Alfa Lizandro, no la quería fuera de la cama hasta que el médico la diera de alta — ¡Isabella, que sorpresa, mira nada más esa bella barriga! con que el Alfa Salvatore, te volvió a hacer un cachorro, ¿eh? — Valentina, amiga, me da tanto gusto verte, déjame conocer a tu cachorrita! — Isabella, fue hasta el moisés, en dónde la lobezna se encontraba — Ella está despierta, acaba de comer pero no se durmió, es muy aguerrida — !Es hermosa, y mira, tiene los ojos de su padre y también tiene el color de tu cabello como Violeta! tienes que apartarmela para uno de mis hijos — Por la diosa, Isabella, si se la aparto a Landers, se la come y si se la aparto a Lucian, ese cachorro es muy frío, no quiero que mi pequeña sufra por amor — Bueno... quizás tengas razón, apartamela solo si ellos mejoran, sabes, estoy muy incómoda, no le
La supervisora se quedó sorprendida de que alguien la reprendiera — Solo estamos jugando, no pasa nada, ¿cierto, Aneli? — Si pasa, no voy a seguir tolerando este mal trato, he dicho que renuncio, voy a denunciarla ante los jefes, esta injusticia no se va a quedar así — la jóven loba no se iba a quedar callada — ¿Dime dónde están los jefes para denunciar este maltrato laboral — pidió el beta — No es necesario, ella dijo que ya se va de la empresa, es solo una empleada más, es lo mejor, ella solo venía a coquetearle a los lobos — ¡Eso no es verdad, ella miente, me está acusando de algo que no es cierto, es su novio quien siempre me acosa! está loba a acusado a otras chicas de lo mismo, pero es su novio el pervertido — ¡Cállate, no difames a un hombre inocente! — ¿Qué está pasando aquí, Rosalía? ¿por qué esos gritos? — Su supervisora estaba maltratando físicamente a esta señorita, me acerqué para defenderla, no sabía que en este reino había tiendas que ejercían el malt
Camilo, llegaba al hospital junto a su mate, llevaba todas las cosas que podría ocupar un recién nacido, dentro, en la sala de expulsión, Isabella, hacía todo lo que podía para ayudar a nacer a su cachorro — Tu puedes, cariño, solo un poco más — Luciano, ya no tengo más fuerzas, he estado pujando desde hace mucho pero el cachorro no nace, ya no puedo más — La reina pegaba su frente a la de su Alfa, estaba completamente agotada y muy dolorida por las contracciones — Solo un poco más, mi amor, si yo pudiera pasaría por esto en tu lugar, pero no puedo... ¡Doctor! ¿por qué el cachorro no termina de nacer? ¡mi luna no puede más! — Ya estamos en la última etapa, se puede ver la cabeza del lobezno, tiene que pujar en la próxima contratación, luna, ayudemos juntos a nacer a la criatura — Anda, mi amor, una última vez, tu puedes hacerlo — en el nacimiento de sus gemelos, Luciano, no estuvo, fué Paolo Masherano, quien los recibió en su lugar, ahora en este nacimiento si estaba pero
Camilo, eres el beta de un rey lobo, eso es... impresionante, nunca esperé que mi mate tuviera un puesto tan importante, los betas son parte fundamental en una manada, la mano derecha de su Alfa — Aneli, seguía sorprendida — Aunque me halagas, también me ofendes, más después vamos a aclarar eso, querías poder cargar a la cachorra, ¿cierto? — la bella loba castaña se puso roja de la vergüenza, su mate la estaba echando de cabeza — Oh, sostenla, es bueno que se vayan familiarizando con los cachorros para cuando lleguen los suyos — Apenas Luciano, mencionó lo de tener lobeznos, Aneli, se sonrojó — Qui...quizás en unos años, estoy estudiando para médico en la universidad de la manada, apenas voy en mi tercer año, ha sido bastante difícil por qué entre la escuela, las prácticas y el trabajo, termino agotada — Que interesante, medicina es una carrera muy entregada y loable — Si, las guardias son bastante largas, a veces hasta treinta y seis horas, cuarenta y ocho, o setenta y d
Los cachorros fueron regresados al castillo Masherano, por Camilo, él y su mate no se habían separado desde que se encontraron, pero debían darle paso a que ella hablara con su novio, el lobo la estaba esperando en casa Así los dos emprendieron camino al departamento, él se encontraba cocinando algo para cuando ella llegara del trabajo, la castaña abrió con su llave, en menos fe nada ya estaban dentro ella y el beta — Hola Ariel, yo... tengo algo que decirte — Por fin llegas, ya me estaba preocupando, estoy preparando algo para cenar... pero... ¿quién es ese lobo que viene contigo? ¿es... un compañero del trabajo? — el lobo de cabellos azulados y ojos negros, esperó la respuesta — No, él... he encontrado a mi mate, Ariel, no quiero lastimarte, sabes que te tengo mucho cariño, pero la diosa me ha puesto en el camino a mi pareja destinada y no puedo hacer nada contra eso — ¿Tú... tú pareja destinada? ¿estás segura? — Si, estamos seguros, Aneli es la pareja que llevo muchos
La castaña no podía tener los ojos más abiertos, los cachorritos si se lo proponían podían ser intimidantes — No cachorros, no me he comido a su tío Camilo, bueno... no literalmente, no me dí cuenta a qué horas salió de la habitación — Ahh... ¿a ti te gustan los cachorros? miranos bien — Claro, son hermosos, ¿por qué no me gustarían? denme un momento para darme una ducha y vestirme, estoy hecha una vagabunda — Bueno, te esperaremos para bajar a desayunar, apresúrate que ya tengo hambre — Landers, como siempre era el más glotón Veinte minutos más tarde, Aneli, bajaba de la mano de los lobeznos, ellos le hacían conversación mientras que en el gran comedor, ya estaban los tres hermanos Masherano, Anastasia, Rocío, Valentino, violeta, emmanuel y la pequeña Anie, la recién nacida de Many y Anastasia, Rocío, estaba ya muy embarazada y por dar a luz ,— Bu... buenos días a todos, disculpen la intromisión, los cachorros me trajeron casi a rastras al comedor, Alfa, le presento mis
El Alfa Salvatore, subió de prisa a acostar a su luna y dejarla cómoda con la cachorrita, pero bajó casi de inmediato a escuchar las palabras que ese Ángel tenía para decir, su manada también corría peligro si los vampiros los atacaban por sorpresa — Eso que dices es muy grave, no podemos permitir que los no muertos sigan en las sombras confabulando contra nosotros y las otras razas para matarnos — bajaba las escaleras el imponente Alfa Luciano — Pues es así como lo escuchas, estoy aquí para unir fuerzas, además he traído a mi familia conmigo Un bello y angelical niño de alrededor de cuatro años entró corriendo, buscó a su padre con la mirada y le estiró los brazos para que lo cargara, tenia los cabellos plateados, hermosos ojos verde mar, su piel era blanca como la nieve y sus labios rosados — ¿Quién es este niño, papá? él.... tiene un ligero aroma a... pollo — Landers y Lucian, llegaban también de estar jugando en el jardín — Les presento a mi hijo Avery, saluda a los l