•Un frío que quema• Respiró profundo tomando el cierre de su maleta para jalar hacía el otro extremo. Se mordió el labio inferior. Ir a un lugar desconocido con dos mujeres desconocidas y que, aparentemente se alimentaban de sangre humana. Le causaba escalofríos. Sabía que jamás me harían algo sabiendo que era amigo de Alderin. Pero joder que esas gemelas le ponían los bellos de punta. Detrás sintió como el chico de cabellos castaños y ojos cafés le abrazaba. —No tienes que ir si no quieres—. Comentó en voz baja Austin. Logan se dió la vuelta sonriéndole. — Alde es como nuestra hermana. A parte, tendremos algo que presumir en instagram—. Ambos rieron negando con la cabeza. Logan amaba inmensamente al chico rizado. Desde que se conocieron en el instituto, quedó embobado con su manía forma de meterse en problemas. Mientras que él, dos años mayor, jugador del equipo de lacrosse, se volvió rutinario ir en su ayuda. A menudo pasaba sus horarios de descanso acompañado de una niña, A
•Entonces pasó• . La pelinegra se bajó del avión a lado de los otros dos chicos. Su hermano Keyder y el amigo de la Luna Alderin, Austin. Estaba de cierta forma emocionada, le era tan satisfactorio salir de la manada un poco E ir a un lugar cercano al lugar de origen de su madre, parecía agradable. Aunque no pudo deshacerse de su hermano mayor, a veces le molestaba su sobre protección. —Al fin, ya era tiempo de que salieramos ha algún lugar sin tu querido Manu—. Y allí iba de nuevo. Delary rodó los ojos, le fastidiaba tanto sus celos, desde que ella cumplió 16 y supo que Manuel sería su pareja de vida, la idea no le encantó al futuro Alpha de la manada Winter. —Por qué tú no hayas encontrado aún a tu luna, no quiere decir que jodas mi relación con Manuel—. Le respondió. Detrás el chico castaño con rizos sonrió de lado. «Oh si» pensó. El amor podía hacer cosas totalmente extrañas a las personas. Estar un poco separado de Logan le hacía sentir menos. —¿Y bien? ¿Qué sigue?— Key
•No somos eternos• Dos años después. Miré fijamente el blanco, tomé una pequeña respiración antes de soltar la flecha. ⎯Justo en el centro Alderin, tal y como las demás—. Comentó Daysi. Ella se había encargado de entrenarme estos años. De hacerme una con el arco. Decir que las cosas habían sido fáciles todo este tiempo sería una gran mentira. Pero el hecho de saber que Elián regresaría a mí de cierta forma... lo hacía más llevadero. Por otro lado la familia de la manada Aertom no la estaba pasando bien. Amara había perdido parte de su memoria después de despertar de su transe. Han intentado cualquier tipo de magia, remedio e incluso tratamiento humano pero no parece haber mejora. No recuerda lo que sucedió esa noche. Ni días atrás, más todos sus otros recuerdos siguen intactos. Regresé a la mansión, mi padre empezó a vivir aquí hace año y medio, sus sentimientos habían mejorado, pues parecía ser que últimamente había abierto estos a Milena. Nada era oficial pero, una mirada de
•El aullido del Alpha•⎯Eres una maldita— Susurré con lágrimas en los ojos. —Que gran halago me haz dado. Sabes, no estaba en mis planes todo esto— hace un ademán con sus manos. —Iba a dejarte vivir un poco más, después alguna enfermedad humana te mataría pero, decidiste buscar a mi hermano y esas estúpidas reliquias. Pero ahora todo será más fácil. — Estás enferma— Cuestionó Amara. — Morirían todos aquí dentro. Y yo seré la única que salga con vida. Seré la nueva luna de la manada Deep shine, sin nadie que pueda impedirlo. —No será así. Porque lucharemos contra ti y contra todos. Tu padre impedirá todo. Al igual que los Alphas supremos— Amara tomaba su espalda con furia. —¿Mi padre?, Me deshice de él hace tiempo. Jamás estuvo con ninguna humana. Ahora su cadáver si es que queda algún hueso, debe estar enterrado en alguna parte del océano—. Me cubrí la boca con una de mis manos. — ¿Por qué?— Susurré. —Por que tú no sabes lo que es vivir siendo la sombra de tu familia. —Te eq
Extra | Destino. (Lean la nota del final) Cerré el libro que estaba leyendo. Era uno de los que más me había encantado encontrar en la biblioteca personal de Elián. Aunque ya hubiesen pasado tres años desde su muerte, sentía que hubiese sido ayer. Le respondí el mensaje a mis amigos. Querían saber si este fin de semana iría a Canadá para pasar un rato con ellos. Sin embargo me había apuntado en un taller de arte. Salí del despacho bajando las escaleras, sonreí al ver qué Nayamar se encontraba jugando a lado de Mantequilla. Mi pequeña hermanita tenía un cierto parecido a mí. Adoraba a los conejos. Tenía unos enormes ojos y claro, dos peques alas de murciélago. —¿Ya tienes la ficha de inscripción?— me preguntó William entrando con unos papeles a mi oficina. Asentí con la cabeza quitándome mis anteojos para leer. —Si, mañana empiezan mis clases. —¿Por qué elegiste el horario nocturno? —Tengo una manada que dirigir William. A parte debemos organizarnos para la reunión con el Alp
Me parece irreal escribir estos capítulos extra. Pero sé que Alderin los merece. Y ustedes también. ••••••••••••••••🌜🌚••••••••••••••••••Después de un corazón roto. •Delicado Otoño• Una emoción extraña recorría mi cuerpo de pies a cabeza. Hoy era mi primer día en la universidad, y sí, estaba emocionada como todo una Adolescente hormonal. — Vamos a verlo Bander. *Lo sé mi niña* Me coloqué un vestido naranja bastante mono y caliente. El otoño había llegado, lluvias truenos y centellas están por aparecer en el territorio. Cerré el cierre de mis botas cafés, hoy quería verme realmente bien. Acomodé mi cabello el cual decidí cortar hasta el cuello apenas hace unos días. Mi hermoso mechón plateado resaltaba entre las pequeñas ondas que me había hecho con unas tenazas al frente. Detrás todo seguía siendo liso, brilloso y suave. Me coloqué un brillo labial rosado, pinté mis ojos tratando de que se viesen más profundos. *Te ves hermosa* Bander se encargaba de darme mensajes bellos c
“No olvides regalarme un voto y comentario”•••••••••••••••••🌜🌚•••••••••••••••••••Intervención•Mi plan había salido mucho mejor de lo que pensaba. A pesar de haberlo ideado en segundos. Por suerte logré evadir el hospital una vez bajamos de la ambulancia. Puesto que yo no tenía ni un solo rasguño. Después de una semana en la que fuí la chica millonaria que caía de tres metros de altura. Todo pareció olvidarse, gracias a la Luna. Tuve dos días para reponerme del supuesto accidente, y cuando volví, un par de días luego, un chico golpeó a un maestro. Digamos que me fue bien. Las cosas en la manada estaban de lo más tranquila. En un mes tendría una reunión en Alemania. Estaba ansiosa, William y Amara estaban yendo y viniendo. Aunque ahora que Milena no estaba, teníamos que usar aviones y autos para transportarnos. Hoy sería un día distinto, tenía que ser así, ya no soportaba estar lejos de Jayden. Verlo en los pasillos o quedarme segundos a saludarlo ya no me satisfacía. No faltab
Eres hermosa, eres flor, eres luna y estrella. Ese es tu valor. •••••••••••••••• 🦋🦋••••••••••••••••Lo miré moverse lentamente sobre mi cama. Estaba en mi habitación, aquí lo habían traído mis guerreros. Una parte de mí — La egoísta quizás— estaba completamente entusiasmada por tener a mi compañero aquí. Sabía que él no sería Alpha jamás. Más sin embargo podría convertirlo en un lobo de rango Beta. Incluso cuando empezó a amanecer me negaba a separarme de él. Había cambiado mis ropas manchadas de sangre por unos jeans negros, una camisa azul de cuadros y zapatillas deportivas. Los rayos del sol se colaban por la ventana, sonreí al notar que sus párpados se abrieron, parecía confundido por un momento. Pareció entender lo que sucedió, me miró, y me hubiera gustado ver algo más que sorpresa y enojo en su mirada.—¿En dónde estoy?— Levantó una ceja poniéndose de pie. Le había quitado los zapatos y la chaqueta que llevaba puesta la noche anterior.—Buenos días Jayden. Estás en mi casa.