Cuando era niño, me educaron para odiar a los ángeles y humanos.
Nunca entendí porque odiar a todos, digo... Dentro de mi lógica yo sabía que no todos los humanos o ángeles eran malos, generalizar no es lo mío. Pero aun así, nunca los cuestione, creía en lo que me decían, así que solo obedecía como si fuera solo una marioneta cegada por el rencor y odio injustificado que me obligaron a sentir. todos los nephilims con los que crecí estaban de acuerdo en una cosa...
Los ángeles y humanos, son las verdaderas bestias.
Y yo, siendo un niño tonto e ingenuo, les creí.
Claro que cuando se es niño uno ignora muchas cosas. Sobre todo desconocía lo que ocultaban detrás de esa extraña puerta de cuarzo, podría ser un salón principal o el dormitorio de alguien, después de todo esa mansión era enorme y podría esconder cualquier cosa esa puerta. Pero cuando preguntaba a mi padre, quien todos los días entraba allí, este me daba golpes amistosos en la nuca y respondía con su característica voz suave:
"cuando crezcas entrarás allí y lo verás tú mismo"
Esa habitación me llamaba en silencio, picaba mi curiosidad y era imposible luchar contra ella, ahora solo quisiera no haberlo descubierto de esa manera. Era tan obvio, jamás noté su inquietud cuando fisgoneaba por el rabillo de la puerta y me regañaba sin contemplaciones. Ahora sé que todos sus secretos giraban en torno a mí. Entonces esa puerta, mi padre... Y el ángel de alas negras ya no son más un misterio.
Ese ángel... Debí haberle frenado cuando tuve oportunidad, si de alguien es la culpa de que todos estemos a punto de morir, de que la vida en este mundo se desvanezca, es mía. Pero hoy por eso estamos aquí, para terminar con todo.
Estamos cara a cara... Él sostiene su espada con firmeza, un arma tan imponente como su mismo portador, extendiendo sus alas color ébano, eran tan hermosas, tan grandes y fuertes, características de un ángel exiliado del cielo. Y yo, al otro extremo del gran salón hecho de cristales azules.
Al igual que él, permito que mis alas salgan de mi espalda, pero al hacerlo el dolor se apodera de mis sentidos, hago un esfuerzo por relajar mis músculos, sobre todo los de mi cara, no quiero ser muy obvio con mí sufrir. La primera ala sale de mi dorso, desgarrándome la piel y provocando así una leve hemorragia, lo mismo con el otro extremo de mi espalda, revelando dos alas de color azul celeste, hechas de intimidantes cuchillas. El dolor se va poco a poco y retiro una cuchilla de mis alas como si se tratara de una pluma, con la intención de usarla como espada.
Esperando a que el duelo comience me percato como él reprime una pequeña sonrisa burlona, aquello me hace enojar.
—Me recuerdas a alguien... Si, con esas alas y esa mirada llena de rabia —hace una pausa y exhala secamente—. Luces igual a tu padre cuando nos vimos por última vez y...
— ¡CÁLLATE! —vociferé con repentina violencia, evitando que termine la frase.- no he venido a charlar—. Me acomodo en posición de ataque, sin desviar mi atención de él, al pendiente de sus próximos movimientos.— No permitiré que sigas haciendo daño a este mundo.
— Chico, a mí en realidad no me interesa qué le pase a este mundo de miserables,- explica aún con esa sonrisa en su rostro, agregando indiferencia a sus palabras—. Lo único que quiero, es ascender al reino sagrado. Sé inteligente y únete a mí, tú y yo podemos ser dioses.
Dioses... ¿de qué? todo quedará hecho polvo si accedo, sería el genocidio más brutal que pueda haber, y sería mi culpa.
—Sé que quieres volver a ser el ángel que fuiste, pero si conseguir lo que tanto anhelas le costará la vida a los que quiero... Tendré que...
— ¿Matarme? —al preguntar, pega una risotada que resuena como eco en todo el salón, como si mi indignación le resultara un chiste—. ¿Y crees que podrás? sigues siendo el mismo niño ingenuo de siempre. Si de verdad eres tan fuerte como se supone que es un Alas Celestes, harás valer tus palabras.
¡Ya me cansé de escucharlo! lo hice por mucho tiempo y de verdad me arrepiento de haberlo hecho, sin embargo de nada sirve reprochar, puedo hacer algo ahora, puedo cambiar las cosas. Intento mantener mi cabeza fría, solo de ese modo lograré salir de aquí con vida para llevar a cabo mi labor, se lo debo a mis amigos, a mis aliados, a todos lo que me ayudaron a llegar hasta aquí.
Ellos están dando todo su esfuerzo.
Siendo honesto no creo lograrlo, conozco a mi oponente y sé lo que es capaz de hacer con esa espada de casi mi tamaño y esas alas capaces de hacer volar mi cabeza de un golpe. No es que este asustado (quizás un poco) pero...
Si muero hoy, peleando por todos, por lo menos será dentro de este precioso salón.
Hay quienes dicen que los humanos son indiscutiblemente los amos del planeta. Son quienes deciden el destino de los demás seres solo por poseer un nivel de intelecto superior, a pesar de ser físicamente inferiores a la gran mayoría de criaturas en la tierra, por lo que, claro está, los primeros en la cadena alimenticia. Pero los más inteligentes afirman que quienes están por encima de los humanos, son los nephilims. Criaturas impuras nacidas de la lujuria de los ángeles que para vivir, devoran la carne humana con sus dientes afilados cual bestias. Se cree que nosotros los nephilims estamos en la cima de toda criatura mortal, pero lamentablemente eso no es verdad, pues para nuestra mala suerte, existen los ángeles, que por siglos, nos han cazado como moscas, y hasta el día de hoy, su mera presencia, impone terror a miles de los nuestros. Pero... ¿esto realmente es así? La verdad es que, pocos conocen la verdad. No se conocen muchos en existencia… más bien, se cree que
Por más que me le quede viendo no puedo creerlo aún, ¿de verdad es un ángel moribundo que yace aquí en el suelo? En efecto es verdad lo que se dice, aquí hay más avistamientos de ángeles que en otros lados de Estambul, pero nunca imaginé que me toparia con uno de esta manera ¿Debería llamar a mis compañeros? ¿Será prudente?Estudio la escena, veo su rostro el cual es oculto por su cabello casta&ntil
— ¿Acaso se han vuelto locos? —Exclamó mi padre y lo escuché golpear a lo que parece ser una mesa, intentando contener su desesperación.¿Cómo fue que llegué a esto? Jamás creí que llegaría a hacer algo tan infantil como escuchar conversaciones privadas a través de las puertas, estoy cerca de cumplir los 20 años y me estoy comportando como un crío. Cuando mi padre fue convocado a una reuni&oacu
Hoy volveré a intentarlo, ¡hoy voy a volar y mantenerme en el aire por más tiempo! Tengo que hacerlo, no puedo darme el lujo de desperdiciar mis alas.Aquí arriba parece todo como un sueño onírico, el cielo se ve hermoso con este arrebol naranja y rojizo que tiñe las nubes, este panorama me llena de tranquilidad, pero... Bajo la mirada y contemplo la monumental distancia que hay de la superficie firme y aquí, donde solo soy yo y esta roca fl
Los custodios empujan a los retenidos uno a uno hasta el centro del gran salón, de modo que la luz que atraviesa los cristales los ilumina, siendo el foco de atención. Las lanzas amenazadoras los rodean sin dejarles una mínima oportunidad de escapar, algunos de los nephilims más pequeños comienzan a llorar sucumbidos por el miedo.Rafael está detrás de mí, manteniendo una postura neutral; siempre que suceden problemas su semblante se transf
Hoy es un día muy importante. El sol brilla como nunca, mis compañeros de clase juegan a tirarse bolas de papel como un par de niños, Lucas compartiendo pupitre conmigo y jugando con sus lápices... y yo, mirando hacia la pizarra, tratando de dar orden a mis pensamientos y temores respecto a lo que pasara al terminar el día. Porque cuando ese momento llegue, cuando el sol se esconda entre los árboles, abandonare este nido al que puede que jamás regrese. Hoy es un día muy importante, porque es pr
Me aparto de golpe e intento recuperar la cordura, lleno lo más que puedo mis pulmones. ¿¡Qué demonios era eso!? ¿Será un intruso que entro a esa habitación? Todos estos años he pensado que lo que escondía mi padre allí eran cuerpos humanos o incluso armas, no... Debe ser mi imaginación, de seguro el hambre me hace alucinar. Si, debe ser eso.Pero como si mi exaltación no fuera suficiente, alguien me llama atrás mío.
Salí de la alcoba luego de tener esa conversación con mi padre, me siento con una profunda y gratificante sensación de paz. Pase lo que pase en esa misión, donde es probable que perezca en ella, me siento muy contento de volver a abrazarlo.Ahora tengo que buscar a Lucas, el también merece esa atención de mi parte antes de marcharme, el día está llegando a su fin y lo menos que puedo hacer por el después de portarse como un hermano conmigo, es decirle adiós