Cuando Claudine se fue, yo fui a la oficina de Darcy, me senté frente a él y lo quedé mirando.— Quiero que compres un bolso — Le dije.Darcy que estaba trabajando me miró.— ¿Que? — Me preguntó.— Un bolso Mini Kelly de Hermes — Le dije.Darcy empezó a reír.— esos bolsos prácticamente te compran a ti — Me dijo.Yo arrugue el entrecejo sin comprender.— ¿Quien te pidió comprar uno? ¿tu padre para tu futura esposa? — Me preguntó.— Es más fácil comprar un caballo pura sangre que uno de esos bolsos, mejor regálale un perro, así no se sentirá sola cuando tú te vayas a trabajar — Me dijo.— Me estás cabreando Darcy — Le advertí.— Lo digo enserio, para adquirir uno tienes que estar en una lista de espera, Y si estás de suerte te venden uno, por qué si no eres digno para llevar la marca no te lo van a vender — Me dijo.Yo respiré hondo, Claudine me las iba a pagar por esta broma de mal gusto.— ¿No se puede conseguir de otra manera? — Le pregunté.Él quedo pensativo por unos segundos y de
Al día siguiente cuando llegue a la empresa ya Claudine estaba allí, y en mi escritorio había un enorme ramo de rosas blancas.Claudine se levantó de su silla y corrió a mi, se puso de puntillas y me dió un beso en los labios.— ¿Te gustan? — Me preguntó emocionada.— Están preciosas — Le contesté.Ella se separó de mi y me presumió su bolso. yo me reí un poco.— Te queda precioso — Le dije.Hoy ella se veía más feliz, más resplandeciente más hermosa.— Deberías comprarme un Birkin, o otro Mini Kelly en un color diferente — Me sugirió.Yo volví a mirar el pequeño bolso negro y recordé todo lo que hice y lo que gaste por conseguirlo.— No, con ese es suficiente — Le dije.Ella volvió a acercarse a mi y me abrazo, me miró a los ojos y batió sus pestañas.— No vas a convencerme. no soy tu padre que te cumple cada uno de los caprichos — Le dije.Ella volvió a ponerse de puntillas y está vez lamió mis labios.Yo me quedé sorprendido por lo audaz de su movida, ¡pero me encantó!— Por favor,
Los días pasaron y Claudine cada vez se metía más en mis pensamientos, ahora todo se trataba de ella, cada pequeña cosa que hacía era para complacerla.— ¿Y si nos vamos a la playa? — Me preguntó sin más.Yo la quedé mirando.— Está semana tenemos mucho trabajo — Le dije.— El fin de semana, déjamelo todo a mi — Me dijo con una sonrisa.— Será muy romántico — Me aseguro.— Está bien, ¿entonces el domingo? — Le pregunté.Ella asintió de inmediato.— Tu no lleves nada que yo voy a llevarlo todo — Me dijo.Yo asentí con la cabeza.Ella me entrego un documento que le había pedido redactar, yo lo empecé a leer y habían algunas cosas mal.— Ven aquí — Le pedí.Ella se levanto de su silla y camino a mi, después se sentó en mis piernas y me miró.— ¿Está mal? — Me preguntó.Yo le di un suave beso en el hombro y después la mire.— No está bien, pero tampoco está mal, déjame ayudarte — Le dije.Claudine sonrió y acepto mi ayuda, yo empecé a explicarle lo pequeños errores que había cometido.— N
Cuando llegue a casa escuché a mi padre gritar, corri hasta la oficina de dónde provenían los gritos.— ¿Que pasa? — Pregunté apenas entre.Mi hermana estaba sentada frente al escritorio de mi padre y estaba llorando.— Se quiere divorciar — Me dijo él con enojo.Yo camine hasta mi hermana y me senté a su lado, ella levanto la cabeza y me miró.— ¿Estás segura? — Le pregunté.En el fondo me alegraba muchísimo su decisión, y lo primero que haría cuando papá me otorgue el título era llevarla lejos de ese infeliz, ella y Eli necesitaban estar juntas.— ¡Ella no puede traer más vergüenza a nuestra familia! Félix me hizo un favor al aceptarte y tú le pagas así — Volvió a gritar.En momentos como estos me gustaría tanto gritarle a mi padre, pero sabía que las represalias serían muy malas, no tanto para mí, si no para Paulina.— Le vas a parir un hijo pronto, no puedes separarte — le dijo papá.— Deberías pensarlo mejor — Le dije a mi hermana.Ella me miró con odio pero no contesto nada.— C
Cuando iba llegando a la casa de Claudine, me percate de que ella estaba en la esquina, así que aparque mi coche frente a ella y baje.— ¿Que haces aquí? ¿Y vestida de esa manera? — Le pregunté.Ella tenia una enorme sudadera con capucha, un tapabocas y gafas de sol.— Estoy camuflada, es que salí de casa sin que nadie me viera — Me contó.Yo me rei un poco, Claudine era como esa brisa fresca que sopla después de una tormenta.— Vamos, no quiero que tu padre nos encuentre y me de una golpiza por haber sacado a su angelito de casa a estas horas de la noche — Le dije.Claudine levanto una canasta que estaba a su lado en el suelo y empezó a caminar con ella al coche.— ¿Eso que es? — Le pregunté.Ella se detuvo y me miró.— Algunas cosas que empaque, no puede haber una salida romántica sin comida — Me dijo.Yo me subí al coche y espere a que ella también lo hiciera.— Ya he comido — Le dije.Ella me miró y respiro profundo.— Pues comes otra vez — Me dijo.— Ok, ¿y que has traído? — Le p
Claudine me miró con ojos de cachorro y después empezó a acariciar mi cabeza en la parte de atrás, ella me estaba seduciendo.— Relájate — Me dijo.Ella me empujó y yo cai, mire al cielo estrellado, tratando de distraerme en otra cosa. pero las suaves manos de Claudine me distraían y mi amigo estaba despertando poco a poco.— Siempre imaginé mi primera vez de esta manera — Me dijo mientras terminaba de desabrocharme la camisa.Yo detuve sus manos y me incorpore.— Puede ser mejor — Le dije.Pero ella nego con la cabeza y me quito la camisa del todo.— No creo que haya mejor momento que este — Me dijo.Ella me abrazo, pegando su pecho al mío y empezó a besarme el cuello.— Claudine por favor — Le pedí.— No quiero escucharte, solo besame por favor — Me pidió.Yo la pegue más a mi y empecé a besar su garganta. ya no podía aguantar más, la necesitaba demasiado como para apartarla de mi.Metí mis manos en sus pantalones cortos y me lleve la sorpresa que no tenía ropa interior.— ¿Esto era
La luz del sol me despertó, yo abrí los ojos lentamente y mire a Domenic que estaba aún dormido con su brazo tapandole los ojos.Me abrace más a su pecho y me quedé así por un momento.Recordé todo lo que pasó la noche anterior y una felicidad inundó mi pecho, Domenic era perfecto y con lo que había pasado solo corroboraba que él era el indicado para mí.— Buenos días — Me saludo con voz ronca.Yo levante la cabeza y lo mire. Sus ojos azules se veían más brillantes, de hecho él se veía aún más hermoso.— Buenos días, cariño — Le saludé de vuelta.Mi corazón empezó a latir mientras nos mirábamos. Era como si el mundo entero se hubiera desvanecido y solo existiéramos nosotros dos en ese momento, era tan mágico y perfecto, era tal cual como siempre lo había imaginado e incluso mucho mejor.Domenic se acercó y me dio un suave beso en los labios, haciendo que mi corazón se acelerara aún más.— Anoche fue perfecta ¿verdad? — Me preguntó. Asentí con la cabeza, sin poder evitar que una ampli
Todo el camino de regreso estuve pensando en lo que había leído en ese diario, mire a Domenic de reojo y después mire a la ventanilla.Me sentía mal al saber que él estaba comprometido con otra mujer, y yo que había jurado no ser la amante de nadie ahora lo era, aunque él me dijera que iba a terminar ese compromiso, se sentía muy mal.— Se que debí decírtelo, pero tenía miedo de que te alejaras de mi — Me dijo.Yo voltee a mirarlo.— ¿Por qué aceptaste? — Le pregunté.Él se quedó pensativo por un momento.— Mi padre tiene muchas espectativas con este matrimonio y yo no tuve el valor de decirle que no — Me respondió.— ¿Pero si lo cancelaras no? — Le pregunté con nerviosismo.— Porsupuesto que si, solo dame algo de tiempo para pensar en una buena excusa para cancelarlo — Me dijo.Yo asentí con la cabeza y volví a mirar por la ventanilla.— ¿No me abandonaras verdad? — Me preguntó.Yo volví a mirarlo, él se veía preocupado.— No lo haré, te lo juro — Le dije.— Tu padre debe estar furio