Rosalía escuchó detenidamente, el análisis de Claus y sintió una profunda ira en su interior. Sin embargo, comprendieron que actualmente carecían de pruebas suficientes y debían ser pacientes. Sin evidencia suficiente, no podían tomar medidas drásticas contra los abuelos Andrés y Andrían. Además, estos dos individuos seguramente harían todo lo posible por limpiar su nombre, por lo que no debían actuar precipitadamente hasta que los desacreditaran por completo.Rosalía suspiró ligeramente y preguntó: —Claus, ¿Qué plan hay a continuación por seguir? Siendo la dueña de la empresa, aunque estaba envejeciendo, no tenía mucha experiencia en este tipo de asuntos, por lo que solía seguir el consejo de Claus. Después de todo, Claus nunca los había decepcionado.Claus reflexionó por un momento antes de responder: —Esperaremos un poco y veremos qué planean Andrés y Andrían. Tengo una fuerte corazonada de que sus intenciones, van más allá de esto y que podría haber una conspiración más grande detr
Por la noche, cuando Claus se retiró a su estudio para ocuparse de los documentos; Estrella aprovechó la oportunidad para regresar a su habitación, cerró la puerta con llave y llamó a Yael. Brevemente, le describió los acontecimientos y luego le ordenó a Yael: —Contacta al director del banco en Suiza y averigua sobre esta cuenta. El director es un viejo amigo de mi maestro, así que no debería haber problemas.Yael afirmó levemente y luego de colgar se dirigió a cumplir con la tarea encomendada.Estrella entendía que, si dejaban que Claus y los demás manejaran este asunto, especialmente cuando involucraba un banco suizo, el progreso sería extremadamente lento. Por lo tanto, decidió brindarles su ayuda.Después de todo, las acciones de Andrés y Andrían, representaban una gran amenaza para Claus, y eran insaciables. No importaba cuánto obtuvieran, nunca estarían satisfechos. La única salida parecía ser entregar el grupo Burgos en sus manos, pero eso era imposible.La competencia entre And
Al día siguiente, Estrella fue a la escuela y Yael inmediatamente le envió un mensaje. Ya había investigado la situación de la cuenta y, efectivamente, estaba relacionada con Jonathan.Estrella sabía que la velocidad de Yael era más rápida de lo que esperaba, así que le dijo: —Guarda los datos que obtuviste y envíalos de forma anónima a Rosalía, no a Claus. Sería demasiado evidente si se lo das a él directamente.Rosalía solo estaba presente, cuando se enteró de la información sobre la cuenta de Jonathan, Yael la puso al tanto. Si Yael le diera los datos, él podría sospechar que Yael había estado vigilando asuntos relacionados con la familia Burgos, y eso generaría más desconfianza en su socio. Por lo tanto, era más apropiado por ahora enviarlos de forma anónima a Rosalía, sería más conveniente, para evitar que Claus los relacionara con su persona.Yael obedeció comprensivamente, sabía que debía ser cuidadoso al colaborar con Claus, ya que este último era bastante desconfiado.Después
En cuestión de días, la noticia de la caída de la camioneta de Claus al río y su desaparición se propagó por toda la empresa. A la vista de todos, Claus parecía seguir desaparecido, mientras que Rosalía volvía a tomar las riendas.Rosalía seguía siendo la presidenta de la compañía, y si Claus estuviera presente, su papel sería principalmente ceremonial, ya que Claus había optado por la posición de gerente en el pasado. Esto significaba que el poder real de la empresa seguía en manos de Rosalía, lo que impedía que Andrés y Andrían tuvieran control sobre la empresa.Ese día, la reunión de la empresa fue presidida por Rosalía. Antes de iniciar la reunión, se maquilló un poco, aparentando estar más cansada de lo normal, ya que, ante los ojos de todos, Claus era más importante para ella que cualquier otra persona. Ahora que Claus estaba desaparecido, no podía permitirse parecer tan indefensa. Bajo la mirada de todos, debía mantener la compostura.La reunión siguió su curso habitual, con inf
La perspectiva de Rosalía tenía su lógica. Actualmente, la operación de la empresa no parecía haber sido afectada negativamente.Aunque, Claus ya había iniciado varios proyectos y había logrado integrar con éxito algunas filiales, lo que había llevado a un rendimiento financiero bastante estable de la empresa, no se descartaba la posibilidad de problemas significativos en un futuro. Esta era la razón por la cual los accionistas estaban expresando sus opiniones con el respaldo de Andrés y Andrían.Rosalía presentó sus argumentos, y en este momento, los demás tenían dificultades para responder, ya que, bajo el liderazgo de Claus, la empresa había tenido un desempeño financiero sobresaliente, y les resultaba difícil encontrar una razón adecuada para contradecirla.Sin embargo, para Andrés y Andrían, esta era una oportunidad que no podían dejar pasar. Andrés señaló: —Lo que dice la presidenta es cierto, pero Claus está liderando actualmente la empresa y debe asumir la responsabilidad del f
Por la noche, Rosalía regresó a casa, aún enfurecida por lo sucedido.Su rostro estaba frío, llena de ira. Dijo: —Andrés y Andrían creen que nadie sabe de sus ambiciones y de lo andan tramando. Esta es la segunda vez que sacan este tema. ¿Acaso están obsesionados con la sucesión?Estrella la miró con el rostro pálido y le ofreció una taza de chocolate caliente. Luego, se sentó a su lado y le dio palmaditas en la espalda, tratando de consolarla: —Abuelita, no vale la pena enojarse por gente como ellos. Ese par no es digno de tu enojo. Normalmente, Rosalía era una persona de temperamento más suave. Sin embargo, Andrés y Andrían habían cruzado límites para hacerla enfurecer de esta manera.Claus también la consoló: —Abuela, les gusta hablar, déjalos hablar. Me aseguraré de que paguen por esto. No te preocupes. Continúa centrándote en la gestión de la empresa.Por supuesto, Rosalía no quería seguir enojada, pero no pudo evitarlo: —Si hubieras visto sus rostros, eran realmente desagradable
Andrés y Andrían, comenzaron a sospechar de las acciones de Rosalía, especialmente porque ella no parecía estar afligida por la situación de Claus. Comenzaron a discutir el asunto.Andrés frunció el ceño y dijo: —¿Crees que Claus realmente ha muerto? ¿O Rosalía nos está ocultando algo a propósito?Andrían, entre dientes, respondió: —La actitud de la señora es extraña. Si Claus todavía está vivo, sería muy afortunado para él.Empezaron a preocuparse, si Claus estaba vivo, podría haber descubierto que habían intervenido en su contra. Rosalía no los odiaría tanto a menos que hubiera algún secreto.Andrían decidió enviar a alguien a buscar a Claus y verificar su estado: —Enviaré a alguien a investigar y averiguar si Claus está vivo o muerto.Andrés agregó: —Si lo encuentras, no te apresures a quitarle la vida. Permítele seguir viviendo en agonía, viendo cómo tomamos el control del grupo Burgos paso a paso. Esa sería la mejor forma de castigo.Sabían que torturar a alguien no necesariamente
Claus había estado en la villa estos últimos días, mientras que Estrella volvía después de sus clases para pasar las noches con él. Notó que Claus parecía más vulnerable, más dependiente, a menudo pegado como chicle nuevo en zapato viejo.Estrella quería hacer sus tareas, pero Claus siempre insistía en que estuvieran en la misma habitación. Aunque Estrella no le desagradaba la compañía de Claus, a veces también deseaba su propio espacio, esto la asfixiaba.Claus, mientras revisaba documentos, a menudo levantaba la mirada hacia Estrella. Estrella notó estas pequeñas acciones y, en varias ocasiones, lo vio mirándola furtivamente.Ella le regañó, diciendo: —¿Ya terminaste de revisar esos documentos? ¿Por qué sigues mirándome?Claus respondió de manera muy franca: —Porque eres hermosa.Esta respuesta directa, aceleró el latido del corazón de Estrella. Ella intentó parecer enojada para ocultar su rubor, pero las palabras de Claus la hicieron sentir que sus mejillas ardían.Con enojo, le dij