Al día siguiente, Claus se dirigió personalmente al grupo Estrella Imperial para hablar de la colaboración. Yael pidió inmediatamente a su personal que preparara té y aperitivos. El lugar para hablar de la cooperación era el despacho de Yael.

—Este es el contrato redactado por el grupo Burgos. Si hay algo que resaltar, el señor Huerta puede plantearlo y nosotros haremos la rectificación.

Claus mantenía una actitud positiva. Debido a que fue una sorpresa inesperada que el Grupo Estrella Imperial aceptara la cooperación, sin importar las demandas que surgieran. Claus creía que no había nada que no pudiera resolverse.

Lo que no esperaba es que Yael se limitara a leer el contrato, o quizá ni siquiera leyera claramente las cláusulas de este, solo puso su firma donde estaba indicado.

Al ver este comportamiento inusual, tanto Claus como Javier se sorprendieron. Al final, fue Claus quien decidió expresar sus preocupaciones:

—Señor Huerta, ¿no desea revisarlo más detenidamente? Es usted tan