Estrella regresó al hotel antes que Claus. Había salido y entrado sigilosamente y nadie lo había notado. Quizás los dos guardaespaldas de Claus se habían descuidado, pensando que Estrella era solo una mujer, y por lo tanto, bajaron la guardia.Cuando Claus regresó a casa, encontró a Estrella acurrucada en el sofá, mirando su teléfono.En ese momento, Claus sintió una extraña sensación. Sin importar a dónde fuera, siempre había alguien esperándolo a la vuelta. Se sintió lleno de emoción en su corazón y su cansancio disminuyó un poco.Claus colocó su abrigo en el sofá y se sentó junto a Estrella. —¿Qué has hecho hoy? —preguntó.Estrella ni siquiera levantó la cabeza. —Nada —respondió.No había nada más que hacer en el hotel.Además, se sentía molesta porque Claus le había arrebatado las hierbas medicinales. Ya era un logro que pudiera contenerse y no exigir que Claus las devolviera.Al ver a Estrella apática y sin ánimos, Claus se preocupó de que estuviera enferma. Extendió su mano y
Claus pensó que el comportamiento inusual de Estrella era consecuencia de haber estado aburrida en el hotel durante mucho tiempo, ya que normalmente ella siempre era una persona activa y enérgica. Preocupado de que esto continuara así y los ánimos de Estrella decayeran aún más, al día siguiente Claus sugirió llevarla a un parque de atracciones cercano para divertirse.Los ojos de Estrella se iluminaron al escuchar que el parque de atracciones tenía emocionantes atracciones que estaba deseando probar. Sin embargo, con Claus a su lado, no podía permitirse desmelenarse y disfrutar al máximo. Tendría que esperar otra oportunidad para divertirse plenamente. Lo que no esperaba era que Claus se ofreciera a acompañarla.—¿No tienes mucho trabajo que hacer? —preguntó Estrella, aunque realmente tenía muchas ganas de ir.A pesar de su apretada agenda de trabajo, Claus podía encontrar tiempo para un día. —Entonces, ¿quieres ir? —En realidad, Claus estaba preocupado de que en ese viaje Estrella
Cuando salieron del parque de atracciones, ya había anochecido. Por la noche, toda la ciudad estaba bien iluminada. Al salir a la calle, se podía ver un vasto paisaje abierto.Estrella se apoyaba en el brazo de Claus, sintiéndose muy relajada y contenta. La brisa hacía volar su cabello y lo hacía caer sobre el brazo de Claus, como si quisiera enredarlos a los dos.Paso a paso, llegaron al centro de la ciudad sin darse cuenta. Había mucha gente y un ambiente animado, incluyendo muchos espectáculos callejeros. Un joven artista tocaba la guitarra y el viento llevaba su melodía a todos los rincones de la calle. Animada por la curiosidad, Estrella le echó un vistazo al chico, pero Claus se acercó y la detuvo inmediatamente.En su fuero interno, ella no pudo evitar poner los ojos en blanco… ¿Acaso no tenía ni el derecho de apreciar el arte? Qué hombre tan celoso…—Vamos a comer algo —propuso Claus, mientras tomaba la mano de Estrella y caminaba hacia delante. Había demasiada gente y estaba
Después de la cena, Claus y Estrella regresaron dando un paseo. Estar en el extranjero era una oportunidad preciosa para ellos y podían experimentar tranquilamente la cultura y las costumbres locales.La brisa de la noche era fresca y alivió la vergüenza que Estrella había sentido. ¡Nunca se había dado cuenta de que Claus era una persona tan seductora! Qué mundo más ridículo, la belleza se había convertido en un “peligro” ...Claus notó que Estrella estaba absorta en sus propios pensamientos, así que agarró su mano firmemente para protegerla y evitar que tropezara con las piedras del camino. Cuando Estrella se dio cuenta de su gesto, se sintió un poco conmovida.Era agradable sentirse protegida por otra persona. Desde la perspectiva de sus subordinados, ella era una persona capaz de cumplir con cualquier tarea difícil y, como jefa, asumía la responsabilidad de protegerlos. Sin embargo, ellos habían olvidado que todavía era una chica joven que acababa de pasar la mayoría de edad. A vec
Al principio, Claus se las arregló solo. Sin embargo, los atacantes estaban muy bien entrenados. Mientras peleaba con ellos, Claus también tenía que proteger a Estrella, por lo que poco a poco comenzó a agotarse y a sentirse cada vez más incapaz de manejar la situación.Al darse cuenta del peligro, había hecho en secreto una llamada de emergencia para pedir ayuda. Javier debería haber recibido la notificación, pero, ese día estaba asignado en la sucursal y necesitaría más tiempo para llegar donde ellos estaban. Sin otra opción, Claus tenía que esforzarse por resistir más tiempo. Los atacantes eran implacables. Desde el momento en que empezaron el ataque, no habían dicho nada, solo peleaban sin parar con Claus. Debían pertenecer a alguna organización que entrenaba asesinos. Para ser honestos, cuando Claus vio que todos ellos llevaban cuchillos, supo que la situación no era nada optimista.Pero lo que más le preocupaba no era él mismo, sino Estrella. Al pensar en esto, echó un vistazo a
En ese momento, Claus sintió un escalofrío recorrer su cuerpo y su corazón dio un vuelco. Sin pensar en nada más, se precipitó a protegerla y la apartó, pero en el proceso, el cuchillo se hundió completamente en su brazo… La sangre corría por su piel.Cuando el atacante retiró su cuchillo, Claus no pudo evitar emitir un gruñido y se arrodilló en el suelo.Estrella estaba completamente estupefacta. En realidad, por su agilidad, podría haber evitado ese ataque, ya que había percibido el peligro cuando se acercaba. No esperaba que Claus hiciera algo así. Al ver la sangre corriendo desde su herida, le costó un momento reaccionar. Cuando volvió a la realidad, una gran ola de tristeza la inundó por completo. Sintió un nudo en la garganta y tenía los ojos llorosos. No entendió por qué… Normalmente, todos los seres humanos son egoístas, entonces, ¿por qué Claus se había sacrificado para salvarla?La voz de Estrella temblaba:—¡Claus! ¿Por qué lo has hecho? ¡Qué tonto eres!Se agachó y miró l
Estrella y Claus retrocedían, mientras que los enemigos avanzaban. Muy pronto, ellos se encontraron acorralados en una esquina. Debido a la pérdida de sangre, Claus estaba tan pálido que parecía que estaba a punto de desmayarse en cualquier momento.Habían entrado en un callejón sin salida.Estrella apretó un poco los puños y miró a Claus para confirmar su estado. Estaba a punto de luchar contra los hombres, pero, de repente, escuchó pasos que se acercaban. ¿Acaso eran los compañeros de estos asesinos? Ya les estaba costando mucho enfrentarse a los enemigos que tenían delante. ¿Qué pasaría si llegaban más…?Los pasos se estaban acercando y Estrella casi estaba desesperada… En comparación con perder la vida, prefería perder su identidad secreta. No tenía otra opción más que arriesgarse e intentar sobrevivir. Si se quedaban allí solo esperando, lo que les esperaba sería la muerte. Además, Claus había arriesgado su vida para salvarla, ¿qué más podía preocuparle?Justo cuando Estrella habí
Al llegar al hospital, Claus fue llevado de inmediato a la sala de emergencias. Javier y Estrella esperaron en la puerta del quirófano sin decir una palabra. El tiempo parecía transcurrir lentamente hasta que finalmente el médico salió.Inmediatamente, Estrella y Javier se acercaron a él y Javier preguntó:—Doctor, ¿cómo está?El médico se quitó la mascarilla y les respondió:—El señor no está en muy buena condición. Ha perdido mucha sangre y está todavía en coma. Con respecto a cuándo despertará… Depende, depende de su propia voluntad. Su herida es bastante grave, necesitará un buen cuidado para recuperarse.La respuesta del médico no redujo la preocupación de Javier, quien solo respondió:—Muchas gracias, doctor.Estrella sabía que la situación de Claus no era buena, pero no había esperado que fuera tan grave. Después de la cirugía, ellos se quedaron con él en el pabellón. Lo único que podían hacer en esos momentos era esperar.Ambos se quedaron en el pabellón. Estrella solo fijaba