Andrían y Jonathan lo habían pensado muy bien. Sin embargo, lo que ellos no habían esperado era que, Claus se recuperara mucho mejor de lo que pensaban.Durante la cena, Estrella se ofreció a servir un tazón de sopa a Claus y le dijo:—Come más.Obviamente, Claus no rechazaría el cuidado de su chica, por lo que bebió dos tazones de sopa seguidos. Pero, en realidad, la sopa sabía muy bien. Sin darse cuenta, Claus elogió:—La sopa está muy buena.—Si te gusta, bebe más —dijo Estrella, sintiéndose muy contenta por el elogio. Por que era ella la que había cocinado por sí misma.Claus no lo sabía, y Estrella no planeaba decirle nada.Estrella había agregado muchas hierbas caras en la sopa, que podrían ayudarlo recuperar más energía. La mayoría de las personas no sabían que la combinación de estas hierbas podía tener estos efectos medicinales. Esta era una receta secreta exclusiva de Estrella después de muchos estudios. Además, en el almacén de la casa había muchas hierbas medicinales que el
Deambularon un buen rato hasta que se hizo tarde. Luego Estrella y Claus volvieron al salón.—Señorito, jovencita —les llamó Javier les llamó respetuosamente al verlos entrar.Javier los había esperado a propósito. Claus supuso que tenía algo que comentarle, así que se volvió hacia Estrella y le dijo: —Probablemente ha surgido algo de lo que debo encargarme. Puedes regresar a tu habitación y descansar.Estrella no dijo nada más, solo se tapó la boca y bostezó. Mientras jugaba no se sentía cansada, pero ahora que había vuelto de dar un paseo, se dio cuenta que tenía bastante sueño. Supuso que era por haberse quedado despierta hasta tarde la noche anterior. Caminó con pereza hacia la escalera, pero al recordar algo se dio la vuelta y le amonestó:—Recuerda no desvelarte. Ve a descansar temprano.—De acuerdo —respondió Claus con una suave sonrisa. Después de que Estrella subiera, Claus y Javier fueron juntos al estudio. Sentado en la silla, el aura de Claus se hundió por completo. —¿Q
Estrella no sabía nada de esto. Después de que Claus mejorara, ella retomó sus clases. Una vez actuó en aquella obra, se podría decir que se había vuelto tan famosa que no había nadie en la escuela que no la reconociera. La habían nombrado la chica más guapa de la Escuela Preparatoria NS. Por todo esto, su ausencia en el colegio llamó mucho la atención. Estrella imaginó que habría alguna información sobre ella en Twitter pero, cuando abrió su teléfono para comprobarlo, vio que no era así. Después de haber mirado con detalle, se dio cuenta de que esa gente no tenía malas intenciones. Los dejó ser. Nada más llegar a clase, fue recibida con gran preocupación por parte de sus compañeros. —Estrella, escuché que no te encontrabas bien y por eso te tomaste una ausencia. ¿Ya estás mejor o sigues sin sentirte bien?—Si todavía no estás mejor, no te fuerces, descansa dos días más y luego vuelve. De todas formas puedes entender las clases sin asistir a ellas.—Sí, lo más importante sigue siend
Cuando Estrella regresó, vio a Yune y Rosalía sentadas en el salón. Claus también estaba allí. Estaban discutiendo algo. Después de saludarlos, se sentó al lado de Claus y escuchó en silencio su conversación. Estrella se dio cuenta al final. Parecía que algo había ido mal en el Grupo Burgos y Claus necesitaba viajar para solucionarlo. Casualmente, ese lugar era el país X. A Estrella se le iluminaron los ojos. Desde que Héctor le informó del asunto de las hierbas, Estrella había estado pensando en alguna solución, pero, después de todo, ahora estaba en la familia Burgos. Si se iba fuera del país por un período largo de tiempo la gente de la familia Burgos seguramente no lo aprobaría. Estaba preocupada. No sabía que apenas regresara, el problema en el que había estado pensando ya estaría resuelto. Sin embargo, como Rosalía y Yune se preocupaban por la salud de Claus, seguían aconsejándole que no fuera. —Claus, puedes tomarte tu tiempo con el trabajo. A tu alrededor hay mucha gente a
Así, el asunto de que Estrella y Claus se fueran juntos al extranjero quedó resuelto. Con respecto al colegio, Claus habló con el director, le dijo que Estrella tendría que tomarse un tiempo libre y este no dudó, le dio permiso directamente. La noche antes de salir del país, Estrella estaba en su habitación empacando sus cosas. Buscó información sobre el clima actual en el país X. Parecía hacer mucho calor, similar al clima de la Ciudad del Norte. Por lo tanto, Estrella planeaba llevar ropa más ligera. También empacó bloqueador solar y productos para el cuidado de la piel. Por lo demás, no tenía pensado llevar ningún objeto que pudiera comprarse fácilmente en ese país. Con una sola maleta, todas las cosas para su viaje al extranjero cabían ahí. Cuando terminó, se dio cuenta de que las cosas de Claus no estaban empacadas aún. Corrió al estudio para preguntarle a Claus. Le encontró leyendo unos papeles.—Claus, ¿no vas a hacer tus maletas? Es tarde, ¿no nos vamos a primera hora de la m
Cuando Claus y Estrella se marcharon del país, el segundo y el tercer tío abuelo recibieron la noticia. Tras enterarse de que Claus se había ido al extranjero, se quedaron un poco sorprendidos. Pensaban que Rosalía se encargaba personalmente de esas cosas, pero ahora parecía que había dejado ir a Claus, ese enfermo malnacido. ¿No se decía que a Claus solo le quedaba un aliento y que ni siquiera podía salir de la cama? ¿Cómo consiguió ir al extranjero? La anciana realmente tenía un corazón de piedra. Además, en la casa grande no quedaba nadie. Si la fuerza de la anciana fuera suficiente para proteger a sus juniors, ¿cómo iba a dejar a Claus marcharse?—Hermano, esta es nuestra oportunidad —el tercer tío abuelo sirvió una taza de té a su hermano, agitando suavemente la taza él mismo. —Claus es un desperdicio, pero es incómodo tenerlo ahí molestando —contestó el segundo tío abuelo mientras lentamente daba un sorbo al té. —En realidad es bueno. Las leyes extranjeras no funcionan igual
Claus no sabía que sus tíos abuelos estaban ideando un malvado plan contra él. Al llegar al país X, Estrella y él se registraron en un hotel de cinco estrellas. Era un lugar espacioso que ofrecía muchas comodidades.Dado el delicado estado de Claus, Estrella decidió quedarse en la misma habitación que él. Al fin y al cabo, en casa también compartían dormitorio y estaba acostumbrada a ello. Ahora se limitaba a continuar lo que había hecho antes, sin que eso supusiera ningún inconveniente.Estrella abrió la ventana y apareció ante ella una extensión de campos, un paisaje distinto a todos las que había visto en su país. Se maravilló.—Qué bonito.Al oír su voz, Claus también se acercó. Realmente era digna de una suite de cinco estrellas, las vistas eran muy buenas. —¿Te gusta estar aquí? —Claus le acarició el pelo. —¿A quién no le gustaría? Siento que incluso puedo respirar mejor estando aquí. —Estrella respiró hondo. Cada bocanada era de aire fresco. —Cuando esté libre, te enseñaré
Claus había acudido al país X para ocuparse del asunto de las mercancías incautadas. Por eso lo primero que hicieron Claus y Javier fue ir a la sucursal. El responsable de la sucursal se acercó inmediatamente a saludarlos.—Señor Burgos, encantado de conocerlo —le ofreció la mano a Claus para estrecharla, pero él le lanzó una mirada gélida. Con torpeza, bajó la mano.Al llegar al despacho, Claus se sentó en el sofá mientras el encargado permanecía tenso a un lado. La secretaria le sirvió té a Claus y se colocó también al otro lado. El ambiente se llenó de un silencio abrumador, y la mirada fría de Claus no dejaba espacio para la palabra. En un primero momento, el responsable no comprendió el problema material, y también se sintió responsable. La sucursal estaba lejos de la sede central y era un país extranjero, por lo que la situación probablemente había sido una negligencia.Claus no pronunciaba palabra, intentando presionar al responsable para que reflexionara. Solo esta presión b