Al entrar al salón, Claus y Estrella se encontraron con bastantes personas ya sentadas. Con una sola mirada, se podía apreciar un buen número de cabezas. Por suerte, el salón de la vieja mansión era lo suficientemente grande como para que no se sintiera abarrotado.En el asiento del anfitrión se encontraba la Señora Yañez.La Señora Yañez se había maquillado de forma discreta ,ya que era un banquete familiar. Sus cejas enmarcaban su rostro cuidadosamente conservado y en su boca se había aplicado un suave color rojo. Su apariencia estaba a otro nivel. Decir que era una persona de cuarenta años no era insensato. Tomó una taza de té y la bebió con elegancia. Una sonrisa se formó en la esquina de sus labios, pero no llegó al fondo de sus ojos.Sentados a su lado estaban el Segundo y Tercer Tíos abuelos, mientras que el resto de personas, que pertenecían a las generaciones más jóvenes, estaban algunos esperando de pie detrás de sus superiores y otros ocupando sus asientos.Estaba claro qu
Estrella asintió con la cabeza.—Efectivamente, yo también creo que me veo bien con Claus. Después de todo, soy una mujer tan talentosa y él es un hombre tan apuesto… simplemente me encanta el aspecto de mi querido Claus. Solo mírale, ¿no es mucho más apuesto que los primos? Por supuesto, no quiero decir que ellos sean feos, sólo que son un poco peor que mi Claus. Pero ustedes dos todavía tienen algunos puntos buenos, como que tienen buen ojo.Estrella claramente se estaba aprovechando al llamar “primos” a dos personas mayores que ella y les estaba devolviendo el golpe en el proceso. Los dos hombres no encontraban palabras para discutirle. Sus rostros estaban sofocados y rojos por la ira. Solo pudieron mirar a Estrella con ojos vidriosos, esperando que ella tuviera un poco de sensatez. Naturalmente, Estrella se limitó a ignorar la mirada de advertencia que le dirigían.El segundo y el tercer maestro mostraron una sonrisa hipócrita después de ver la situación.—Se puede ver que provien
Rosalía le dio un sorbo a su té para ocultar la sonrisa en su rostro. Tosió levemente y habló:—Esta chica no tiene la capacidad de percibir las intenciones de la gente, no le presten atención cuñados. —Luego fingió estar enojada y con una expresión seria la regañó—: Estrella, sé prudente. Da un paso atrás, quédate detrás de Claus.Estrella agachó la cabeza y obedientemente se colocó detrás de Claus como se le había ordenado. —El propósito por el que los llame hoy aquí es para presentarles a la prometida de Claus y tener una cena informal juntos. No hablemos de otras cosas.La posición de la Señora Yañez en la familia Burgos era la más alta y nadie de la generación más joven se atrevía a hablar cuando su mirada se detenía en ellos. La gente guardaba perfecto silencio, todos escuchaban atentamente sus palabras.Jonathan y Caín estaban furiosos y apretaban los dientes tras ser humillados frente a todos por las palabras de la campesina.La comida fue servida con rapidez en cantidades gen
A pesar de sus continuos intentos, Caín y Jonathan nunca pudieron verle la cara a Estrella. Los tontos serían ellos si a estas alturas seguían pensando que Estrella era una cabeza hueca.La capacidad de cerrarles la boca hasta dejarlos mudos y mantener la calma no era en absoluto el tipo de inteligencia emocional que se esperaban de una aldeana del campo. Dejaron de hablar y comieron en silencio para evitar provocar más a Estrella. Pronto terminó la cena y los miembros de la familia Burgos se marcharon en tropel. La sala de estar, que estaba a tope de gente hace un momento, se volvió espaciosa en un instante. Las criadas limpiaron con cuidado las cosas.—Por fin hay tranquilidad en casa. —Yune ayudó a la Señora Yañez a sentarse en el sofá. Ella asintió, pero Yune hizo una mueca desagradable al pensar en el vaivén de burlas sigilosas que se habían cruzado entre el grupo de personas.—Esta gente utiliza todos los medios posibles para burlarse de nuestros Claus. Me canso de oírlo cada v
Claus pudo ver que Estrella no tenía interés. Esta niña era tan atrevida que podía hacer de todo, ¿cómo iba a estar dispuesta a que otra persona le enseñara modales?Maniobró su silla de ruedas y se acercó al sofá.—Tía, usted está muy ocupada, ¿Cómo voy a molestarla con cosas como esta? Yo lo haré, traeré un profesor para enseñarle etiqueta a Estrella.En ese momento, la anciana empezó a hablar.—A mí me parece bien que Estrella tenga una personalidad tan honesta y directa, nuestra familia no tiene ningún inconveniente con esto.Estrella miró a la anciana con cierta sorpresa ante sus palabras pues no esperaba que la anciana fuera a hablar a su favor. Le estaba tomando cariño en el fondo de su corazón.Unas cuantas personas se sentaron en el sofá a charlar, como Rosalía era una señora mayor, se encontraba un poco indispuesta cuando llegó la noche, aún no eran las diez pero ella ya se sentía cansada. Bostezó y dijo con un suspiro: —Ya soy vieja, no tengo tanta energía como ustedes los
Tenía miedo de que otros se enteraran de que tenía una hija tan grande y entonces se volviera a enredar con ella, así que a toda prisa quería usar su dinero para que mantuviera la boca cerrada, ¿acaso era eso?Estrella realmente no sabía cómo describir cómo se sentía por dentro. Era demasiado risible, recibir una llamada de su propia madre para decirle específicamente que no necesitaban tener más contacto… Hace tiempo que las dos palabras "padre y madre" dejaron de significar calidez y dependencia en su corazón. El egoísmo de ambos le daba asco. Estrella respiró hondo y reprimió la furia que tenía dentro.—En realidad, no hace falta que vengas expresamente a informarme de eso, no iré a verte aunque me lo pidas —dijo con voz fría.Tras decir estas palabras, Estrella colgó el teléfono sin vacilación. La hostilidad en los ojos de Estrella aflora poco a poco, aunque se había dicho innumerables veces a sí misma que debía acostumbrarse, aún era inevitable sentir decepción en su corazón.¿
Este juego fue creado por la propia Estrella.Era un juego con detalles soberbios y emocionantes, un juego de plataforma muy apropiado para utilizarlo con el fin de aliviar el estrés cuando se sentía mal. Estrella le dio a Claus una breve introducción a las reglas del juego y personalmente le enseñó a Claus paso a paso cómo controlar a los personajes, así como algunos consejos para superar los niveles.Javier y el mayordomo se miraron asombrados, Javier suspiró mentalmente, en todos sus años de vida, ¿cuándo había visto a su señor jugando estas cosas?Era sorprendente que el señor, que podría estar ganando decenas de millones de dólares por minuto, estuviera siendo seducido por su señorita para jugar a un videojuego en lugar de estar generando dinero.Claus lo encontró bastante interesante después de unas cuantas rondas, mientras más jugaba, más entretenido le parecía. Originalmente estaba allí para jugar unas partidas con Estrella con la premisa de mantenerla distraída y hacerla feli
Claus asintió al ver que ya había llegado la hora.Estrella también llevaba un buen rato jugando, pasó rápidamente el último nivel y terminó el juego. Al fin y al cabo, mañana tenía que ir al colegio, si se acostaba demasiado tarde probablemente no podría levantarse al día siguiente. Estrella volvió a su habitación después de quitar el juego. Claus tenía algo que discutir con Javier así que se fue a la habitación de al lado a mitad de camino y no regresó. Pero Estrella no tenía ningún problema incluso si Claus le pedía que durmieran en la misma habitación, de todos modos, uno dormiría en la cama y el otro en el sofá, sin afectarse mutuamente. Claus y ella habían hecho una promesa. Habiendo pasado los últimos días con él, le parecía que Claus era una persona de palabra, excepto por el primer día, claro que, lo consideró un accidente.Estaba segura de que Claus no le haría nada malo. Aparte de tener que tratar de vez en cuando con algunos parientes chocantes de la familia Burgos, vi