Claus levantó la mano y golpeó suavemente la puerta de la habitación de Estrella.

Estrella aún mantenía su usual cautela. En este entorno desconocido, no abrió de inmediato la puerta, sino que primero se asomó para ver quién era.

Cuando vio que era Claus, abrió lentamente la puerta.

Estrella acababa de salir de la ducha y aún llevaba puesta la bata. Parecía sentirse un poco incómoda y no quería enfrentarse directamente a Claus, así que solo entreabrió la puerta.

—¿Qué pasa? — Estrella asomó la cabeza, preguntando con algo de confusión.

Al mismo tiempo, se sintió extraña. A estas horas de la noche, ¿por qué Claus no estaba descansando en su propia habitación y venía a la suya?

La piel de Estrella, recién salida de la ducha, era suave, y solo mostrando su pequeño rostro ya resultaba bastante atractiva.

La nuez de Adán de Claus se movió suavemente hacia arriba y hacia abajo, su voz también llevaba un ligero tono ronco. —Está tronando afuera, me preocupaba que como estas sola en la