Al amanecer, Paula se despertó, pero fingió aun permanecer profundamente dormida.

A Paula le bastaba con estar en el mismo espacio que Claus, incluso si no hacían nada. Pero ¿qué pensaría Estrella cuando viniera más tarde y los viera juntos?

Solo con imaginarlo, Paula se sentía extremadamente satisfecha.

Y como era de esperar, poco después, se escuchó un golpeteo en la puerta.

Quien estaba parada en la puerta era, de hecho, Estrella.

Estrella pensó que la rutina diaria de Claus era muy regular. A esta hora, Claus debería haberse despertado, por eso había venido.

Al escuchar el golpeteo, Claus fue a abrir la puerta.

Claus ni siquiera había dormido toda la noche, lucía fatigado y cansado.

El hotel estaba decorado de manera sencilla, y lo primero que Estrella vio al abrir la puerta fue a Paula acostada en la cama de Claus.

Estrella se quedó paralizada en el lugar.

Claus explicó de inmediato: —Ella se emborrachó y vino a dormir aquí. No pienses demasiado.

Esta escena era bastant