Pronto, Estrella fue llamada a la oficina del director de orientación para tomar té. Claudia también la acompañó.

El director de orientación tenía un rostro rectangular y, debido a que siempre tenía cara de pocos amigos, parecía muy severo. Él escaneó a Estrella con una mirada seria y luego colocó bruscamente la taza de té en el escritorio.

—¿Robaste o no robaste los exámenes?

Sin embargo, Estrella no mostraba ningún temor. Firme como una roca, respondió con calma:

—No lo hice.

Claudia golpeó furiosamente el escritorio.

—En mi opinión, fuiste tú. No pude ver tu rostro en las cámaras de seguridad, pero esa figura se parece mucho a ti.

Después de haberse equivocado dos veces en el caso de Estrella, no creía que pudiera equivocarse de nuevo. Estaba convencida de que Estrella fue la que robó el examen. Estrella no tenía habilidades reales en general, pero era bastante afilada en sus palabras. ¿Cómo podía alguien que no sabía respetar a los profesores, desafiaba a los superiores e incl